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Me he casado con Wikipedia, por Umberto Eco

Umberto Eco sobre su uso de Wikipedia.

Por Prodavinci | 18 de enero, 2011

A estas alturas, todos nosotros, cuando trabajamos y tenemos necesidad de ubicar un nombre o una fecha, consultamos la Wikipedia en Internet. Para el ya escasísimo corrillo de los profanos, recuerdo que la Wikipedia es una enciclopedia on-line cuyos usuarios la escriben y reescriben continuamente. Es decir, que si ustedes buscan la entrada, qué se yo, “Napoleón” y ven que una noticia resulta incompleta o es incorrecta, pueden registrarse, corregirla, y la entrada se salva así, con sus integraciones.

Naturalmente, esto permitiría a los malintencionados o a los locos difundir noticias falsas, pero la garantía debería darla precisamente el hecho de que el control lo realizan millones de usuarios. Si un malintencionado va a corregir que Napoleón no murió en Santa Elena sino en Santo Domingo, de repente millones de bienintencionados deberían de intervenir para corregir la corrección ilícita (y además creo que, tras algunas acciones legales de personas que se habían visto calumniadas por desconocidos, existe una especie de redacción que ejerce algún control por lo menos sobre el tipo de correcciones que se presentan como claramente difamatorias). En ese sentido, la Wikipedia sería un buen ejemplo de lo que Charles Sanders Peirce denominaba la Comunidad (científica), la cual por una especie de feliz homeostasis borra los errores y da legitimidad a los nuevos descubrimientos llevando hacia delante, como decía él, la antorcha de la verdad.

Si es posible que este control colectivo funcione con Napoleón, ¿podrá funcionar con un John Smith cualquiera? Pongamos el ejemplo de una persona un poco más conocida que John Smith y menos que Napoleón, es decir, quien escribe. Al principio intervine para corregir la entrada que me concernía porque indicaba fechas equivocadas o noticias falsas (por ejemplo, decía que era el primero de trece hermanos, mientras que la noticia debía referirse a mi padre). Luego dejé de hacerlo, porque cada vez que por curiosidad volvía a ver mi entrada, encontraba nuevas amenidades introducidas por quién sabe quién. Ahora algunos amigos me han advertido de que la Wikipedia dice que me he casado con la hija de mi editor Valentino Bompiani. La noticia no es en absoluto difamatoria pero, por si acaso lo resultara para mis queridas amigas Ginevra y Emanuela, he intervenido para eliminarla.

En este caso mío ni siquiera se puede hablar de un error comprensible (como la historia de los trece hijos), ni de la aceptación de un bulo corriente: a nadie se le había ocurrido nunca semejante matrimonio mío y, por lo tanto, el desconocido co-autor de la Wikipedia ha intervenido para hacer pública una fantasía privada suya, sin que ni siquiera se le haya antojado controlar la noticia con alguna fuente.

Entonces, ¿hasta qué punto nos podemos fiar de la Wikipedia? Digo enseguida que yo me fío porque la uso con la técnica del estudioso de profesión: consulto la Wikipedia sobre un determinado argumento y luego voy a comparar con otras dos ó tres páginas web: si la noticia aparece tres veces, hay buenas probabilidades de que sea verdadera (aunque hay que prestar atención a que los sitios que consulto no sean parásitos de la Wikipedia, y repitan su error). Otra forma es consultar la entrada en por lo menos dos lenguas (si tienen dificultades con el urdu, habrá por lo menos un correspondiente inglés): a menudo, las voces coinciden (una es la traducción de la otra) pero a veces difieren, y puede ser interesante notar una contradicción que podría inducirles (contra toda religión de lo virtual) a levantarse e ir a consultar una enciclopedia de papel.

Claro, que yo he puesto el ejemplo de un estudioso que ha aprendido un poco cómo se trabaja cotejando las fuentes entre sí. ¿Y los demás?, ¿los que se fían?, ¿los niños que acuden a la Wikipedia para hacer los deberes del colegio? Nótese que el problema es válido también para cualquier otro sitio web, de modo que desde hace bastante tiempo, yo aconsejo realizar, también a grupos de jóvenes, un centro de monitorización de Internet, con un comité formado por expertos seguros, tema por tema, de forma que las páginas sean reseñadas (o en línea o con un publicación impresa) y juzgadas por lo que concierne a su credibilidad e integridad. Pero pongamos inmediatamente un ejemplo, y no busquemos el nombre de un personaje histórico como Napoleón (para el que Google me da 2.190.000 sitios), sino el de un joven escritor que es famoso desde hace un año, y es decir, desde que ganó el premio Strega 2008, Paolo Giordano, autor de La soledad de los números primos. Las páginas son 522.000. ¿Cómo es posible verificarlas todas?

Una solución sería controlar únicamente los sitios concernientes a un autor sobre el que los estudiantes buscasen informaciones a menudo. Pero si tomamos a Peirce, que he citado más arriba, las páginas que lo toman en consideración son 734.000.

He aquí un buen problema que, por ahora, todavía no tiene solución.

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Traducción: Helena Lozano Miralles

Pueden leer más textos de Umberto Eco en locosporloslibros.com.

Prodavinci 

Comentarios (9)

Alexandre daniel Buvat Irazábal
18 de enero, 2011

Al final, Eco nos propone una idea muy útil: un Comite de expertos por facultades o especialidades que trabaje en línea para atender dudas de estudiantes, estudiosos y colegas. Ojalá nuestras universidades implementaran algo así, Al poco tiempo serian redes sociales (restringidas) de intercambios de alto nivel, mucho mas útiles que facebook, que porsupuesto el twitter y posible purificador de Wikipedia

omar rojas
18 de enero, 2011

Que maravilloso sería,Alexander,que nuestras Universidades(sus profesores y alumnos más destacados)se dedicaran a crear,pero no basta con leer sus escritos en facebook…no les interesa nada.Siempre me pregunto qué estan haciendo nuestras Universidades,nuestros estudiantes que les preocupa?guao ya lo dejo hasta aquí;basta (creo)conque ellos no saben que existe un Valle Silicon,un Ivic………porque si lo supieran se motivarian para llegar hasta allí…..

alexandre Daniel Buvat Irazábal
19 de enero, 2011

Es ciero que cada vez mas el nivel y la organización servicios ,equipamiento y MOTIVACIÖN de profesores, alumnos y algunas autoridades, y porsupuesto el apoyo oficial, han venido en bajada. Pero creo que aún hay muy buenas reservas que podrian generar un mayor optimismo o menor pesimismo que el que Ud manifiesta.. y mire que yo soy de los poco optmistas, apreciable amigo

oscar montenegro
19 de enero, 2011

La idea lanzada por Mr Eco es, como todas las buenas, sencilla y genial. Soy un asiduo lector de wikipedia y de Google earth, me parecen maravillosas. Lástima que a los jóvenes (no lo soy) les atraiga más facebook y esas tonterías roba-tiempo.

María Eugenia
20 de enero, 2011

Otro problema con Wikipedia es que el usuario no esté a la altura del procedimiento high tech para producir un artículo o editarlo, como fue mi caso cuando intenté corregir una entrada sobre mi abuelo. Lo hice mal, no lo pude corregir y hasta la fecha ha quedado así.

@manuhel
21 de enero, 2011

Wikipedia es útil pero tiene su utilidad definida. Para mí, es una página qu tiene información generalizada y superfiial de todo lo que se quiera saber.

Ahora, para investigaciones más profundas o específica, se recomienda buscar literatura de ese tema.

Evelyn Ranauro
27 de enero, 2011

magnifico artículo, donde se destaca que un estudioso, investigador, lector, debe revisar y cotejar la veracidad de la fuente que consulta… Wikipedia no es “mala” por si misma, solo que es necesaria la revisión de lo allí publicad…

Hugo Quintana
9 de febrero, 2011

Buen punto para una reflexión académica, este comentario que propone el escritor Umberto Eco. Quiero aprovechar la oportunidad para mencionar mi forma de uso de Wikipedia. Yo la visito con frecuencia, pero muy rara vez para tomar una cita textual o paráfrasis. Para mí es una herramienta que me permite ubicar a un personaje o concepto de manera inmediata, sin tener que hacer uso de los detalles; es decir, simplemente me ubico. También puede servirme para establecer nuevos vínculos por la misma web y, de vículo en vinculo, puedo corroborar afirmaciones o simplemente corregirlas.

@franmaop
27 de marzo, 2011

A Eco le preocupan “los niños que acuden a la Wikipedia para hacer los deberes del colegio”. ¿No ha caído Eco en que lo que se precisa es un nuevo modo de educar? Darle instrumentos y métodos a los alumnos para que puedan distinguir el grano de la paja.

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