Artes

Una líneas para Manuel

El diario el Mundo Economía y Negocios publicó ayer el siguiente texto de Herman Sifontes en el que se despide de Manuel Caballero y nos recuerda la importancia de manifestar los afectos.

Por Prodavinci | 17 de diciembre, 2010

Por Herman Sifontes

Los domingos son días de visita en el recinto donde me encuentro detenido. Este domingo, como todos, mi familia me acompañó durante las dos horas en que transcurre la misma. Me hallaba en compañía de mi madre, esposa e hijos, cuando le oí a un funcionario que había muerto Manuel Caballero. Tengo ya siete meses detenido y he perdido el contacto con muchos amigos, pero debo confesar que no hay nada más doloroso que recibir la noticia de la ausencia definitiva de un ser querido estando preso.

De Manuel conservo dos gratos recuerdos que me marcaron. El primero de ellos fue una serie de charlas que nos dictó en Econoinvest comenzando el año 2000. Le pedimos nos preparase un curso sobre las ideas liberales de la Venezuela del siglo XIX. Para nosotros era capital entender en profundidad ese período histórico. Pensábamos que mucho de lo que debíamos proyectar hacia el siglo XXI tenía sus antecedentes ahí. Ese siglo representó para los venezolanos el medioevo y el renacimiento juntos.

De la mano de Manuel Caballero recorrimos toda la centuria a través de múltiples lecturas y conversaciones, durante casi seis meses. A Manuel lo habíamos leído, pero tenerlo al frente, pensando, disertando, explicando, era una experiencia única. Sus libros son muy rigurosos, pero sus clases muy abiertas. Interactuamos mucho, conversamos, leíamos los textos que nos señalaba. En esa atmósfera académica e informal a la vez, trabajamos a los precursores de la banca, las casas de comercio, los inicios del ferrocarril en Venezuela, los problemas entre los agricultores y los banqueros por la conquista del poder, la Sociedad de Amigos de Venezuela, creada durante el gobierno de Páez, en fin, los grandes hitos históricos que moldearon nuestro acontecer económico. Qué momentos tan gratos representaron aquellas largas charlas con Manuel. Cuánto aprendimos. Qué recuerdos tan satisfactorios nos vienen a la mente en este presente de encierro.

La otra circunstancia se dio en un ámbito totalmente distinto. No consigo precisar si fue en marzo o en abril del año en curso, pero fue un encuentro muy afortunado para mí. Una amiga común me invitó a un desayuno en casa del doctor Guillermo Morón, con Manuel Caballero y el presidente Velázquez. Nos encontrábamos en un momento muy conmocionado en el ámbito laboral. El proyecto económico al cual habíamos dedicado quince anos de nuestra existencia estaba siendo cercado. Teníamos mucha presión y trabajo para sostener el grupo financiero que habíamos construido ladrillo a ladrillo con el fin de promover el ahorro, la inversión y protección en Venezuela. Pero aquella invitación constituía una oportunidad invalorable para oír a esos sabios pese a las circunstancias. Estuvimos conversando largo rato, o más bien ellos conversaban y yo escuchaba. No podía creer que se me estuviese brindando la oportunidad de recibir las opiniones de actores tan importantes del siglo XX venezolano juntos, durante tanto tiempo, en una suerte de oráculo magnífico.

No sé ahora cuanta gente que quiero y aprecio se ausentará definitivamente mientras dure mi encierro. Ruego porque no sea mucha. No tuve la oportunidad de expresarle a Manuel cuánto lo apreciaba y admiraba. Uno de los propósitos que me he hecho para los años que me restan de vida, es el de manifestar abiertamente mi afecto a todos aquellos que admiro y que han contribuido a la construcción de este amado territorio que es Venezuela.

Prodavinci 

Comentarios (17)

reyna varela
17 de diciembre, 2010

Cuanto me hubiera gustado escucharlo, formar parte de ede seminario de 6 meses. Con aprecio, reciba mis saludos. mi visita virtual.

julio c bolivar
18 de diciembre, 2010

Hola mi estimado herman, me reconforta saber que sigues firme en tus ideas expresadas en este breve homenaje privado que le haces a nuestro historiador manuel caballero. Es verdad que , como es natural y logico , un gran genracion de venezoanos esta desapareciendo, nos toca a nosostros mantener su memoria viva. Un gran abrazo. Julio bolivar

Federico Vegas
18 de diciembre, 2010

Yo estuve en una de esas charlas. Tú me invitaste. Nunca lo olvido

Alejandro Oliveros
18 de diciembre, 2010

Bella nota Herman, creo que a Manuel y a Adriano, su gran amigo, les hubiese encantado!

Manuel Delgado
18 de diciembre, 2010

Que bello escrito, Herman… Y ahora, que lo vuelvo a leer con mas dolor, por tener que compartir en la distancia la muerte de un amigo tan querido como William Niño, te siento mas cerca que nunca. Él te quería mucho y estaba inmensamente agradecido, como todos nosotros, por tu contribución a la causa de la ciudad. En lo personal, tal como tu lo dices mejor que nadie, quiero manifestarte mi afecto, la falta que me haces y el cariño y el agradecimiento que siento por ti.

Boris Muñoz
18 de diciembre, 2010

Herman, gracias por estas líneas sentidas y sinceras. Tus amigos las apreciamos mucho y Manuel sonreiría complacido al leerlas. Los que se han ido nos han dejado su ejemplo de entereza. Nos toca a nosotros continuarlo. Saludos.

Andreina Ramirez
20 de diciembre, 2010

Bellas líneas Sr. Herman, un gran Abrazo, siempre presente en mis recuerdos. Esperandolo muy pronto.

Nathaly Sifontes
20 de diciembre, 2010

Hermano estas lleno de bondad y buenos sentimientos. Tarde o temprano se hará justicia y volverás a estar con toda la gente que te quiere, te aprecia y te valora. Te quiero muchisimo

Cilia Quijada
21 de diciembre, 2010

Paisano, los grandes amigos que nos regala la vida nunca se olvidan, estos quedan vivos en nuestros recuerdos, pensamientos, etc. por esos momentos bellos y hermosos que pudimos compartir, donde quiera que se encuentren Manuel Caballero y William Niño estarán con Usted y con todos los amigos que cultivaron en esta bella y hermosa Venezuela. Fe y paciencia que todo pasa y siempre hay un final feliz, que Dios lo bendiga e ilumine para que siga con esa bondad de amor que tiene para todos nuestros hermanos de esta tierra especialmente Venezuela, muy pronto estaremos todos juntos.

Óscar Lucien
21 de diciembre, 2010

Apreciado Herman, aprovecho las últimas líneas de tu sentido texto sobre la ida del también apreciado Manuel Caballero, para expresarte mi estima y gratitud por tu compromiso con la causa de la libertad y la democracia en nuestro país, y la esperanza de tenerte pronto nuevamente entre nosotros en el compromiso compartido de un mejor futuro para Venezuela.

Arturo Almandoz
22 de diciembre, 2010

Bueno leerte de nuevo, Herman, aunque sea a propósito de líneas de obituario. Siempre presente en mi recuerdo y estima.

Sebastian Hernandez
22 de diciembre, 2010

Lo que usted demuestra Sr. Herman es que por muy difícil que sea la situación en que una persona se pueda encontrar, es prácticamente imposible arrancarse el amor por este país.

Fina Weitz
24 de diciembre, 2010

Estimado Sr.Sifontes,Feliz Navidad me uno a las plegarias por la justicia y la paz para usted y su familia,la bondad será siempre el sentimiento de agradecimiento a la obra levantada por la FUNDACION DE LA CULTURA URBANA en pro de la memoria de Caracas y sus actores. Gracias

David Alayon
24 de diciembre, 2010

Profesor. Que bueno leerlo, aunque sea a propósito de la muerte de Manuel. En este caso no me cabe sino desearte una sola cosa: que pronto estés afuera para que puedas compartir una caminata en el corta fuego del Avila junto a tus hijos, como varias veces te encontré. Recibe un gran abrazo. Se le quiere y extraña. Pronto nos veremos.

Mariela Tovar
27 de diciembre, 2010

Que bellas palabras. Tu bondad y gran dignidad, en estos momentos tan difíciles han sido una gran fuente de inspiración para todos nosotros. Se, sin lugar a dudas que esta experiencia te acercara aun mas a tantas personas que te quieren. Y pido todos los días por una pronta resolución. Te quiero muchísimo

herwin
9 de enero, 2011

que el señor Jesucristo lo llene de paz y amor señor herman sifontes he leido lo que usted ha escrito y cada vez quedo mas admirado de la calidad de persona que usted es realmente fue un gran orgullo haberle servido a usted y a la familia econoinvest por algo mas de un año le pido a mi Dios todo podoreso que save todas las cosas que sea el su juez y señor hasta la eternidad Dios me lo bendiga ojala pueda leer estas humildes palabras de este humilde servidor suyo que Dios lo bendiga y conoceries la verdad y la verdad lo hara libre jesus le ama

Angelica
22 de febrero, 2011

Estimado Sr. Herman: Lo saludo desde Lima, recordandolo en su fecha natal, sólo le pido a Dios que lo bendiga ahora y siempre y que le de mucha salud para seguir enfrentando esta injusta situación de estar privado de su libertad. Ha sido para mi un honor haberlo conocido y colaborado con usted, esta dando una gran leccion de hidalguía y entereza. Espero volverlo a ver y manifestarle mi aprecio personalmente. Hasta lueguito

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