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Recuerdo que era el año 1989. Yo tenía 9 años de edad. Era domingo y había visto una película con mis papás. ¿Cuál? No lo sé. Pero con el correr de los créditos finales, mi papá dio la orden al son de una palmada: “A dormir que mañana hay colegio”. La resistencia de mi parte fue inmediata y a pesar de estar destinada al fracaso pude sostenerla hasta que anunciaron la siguiente película. En ese momento, mi mamá giró la contraorden.
El narrador de Omnivisión, el canal de cable de la época, había dicho con un tono grave y parsimonioso esa fórmula mágica de suspenso y expectación: “A continuación”, seguida de una pausa breve antes de develar el secreto que, en aquellos tiempos sin agendas de programación, bien podía satisfacer como decepcionar. En este caso, la película del domingo, según mis papás, valía el trasnocho. Tenía que verla y no podía esperar. A continuación: Imagine, el documental sobre la vida de John Lennon y Los Beatles.
Que me costó levantarme al día siguiente, no hay duda. Ese lunes, de regreso del colegio, desempolvé los pocos vinilos de Los Beatles que tenía mi papá. Para él, al principio Los Beatles habían sido el grupo que escuchaban sus hermanos menores, cosas de niños. Los escuché tantas veces que mi papá tuvo que ir a la tienda Don Disco en Sabana Grande a comprar una aguja nueva para el picó, algo que no hacía desde hace muchos años. Hablé con mis tíos. Se sorprendieron y me dieron una calurosa bienvenida al club. Me contaron cómo mi abuelo odiaba a Los Beatles y cómo ellos se escondían en el baño para aprenderse las letras de las canciones. Sin tener que pedirlo dos veces aceptaron y el próximo domingo llevaron a la casa de mi abuelo sus LPs de colección. Una vez más hubo que comprar una aguja nueva: para el picó de mi abuelo, a quien le pareció poco gracioso el retorno de la pesadilla beatlemaníaca.
Años después empecé a recibir clases de inglés y en varias ocasiones torturé a la profesora pidiéndole que tradujéramos las letras de las canciones firmadas por Lennon/McCartney. En el año 2000, Unión Radio promovió un concurso para ganar dos pasajes a Liverpool al Festival de Los Beatles. Participé y tuve la suerte de ganar. No me costó mucho convencer a mi papá para que viniera conmigo. Algunas tradiciones pasan de generación en generación, pero al revés. Hoy en día, sin realmente haberlo planeado, vivo en Hamburgo. John Lennon una vez dijo: “Puede que haya nacido en Liverpool, pero me hice hombre en Hamburgo”. Fue acá donde Los Beatles se hicieron Los Beatles.
Cada vez que escucho una de sus canciones pienso en estas anécdotas. Ninguna de ellas hubiese ocurrido de no haber visto aquel documental.
Hoy, 8 de diciembre se conmemoran 30 años de la muerte de John Lennon. De estar vivo, hubiese celebrado en octubre su 70 aniversario. Hoy, nuevamente recuerdo aquel domingo de 1989, cuando tenía 9 años de edad y me trasnoché, junto a mis papás, viendo Imagine. Pienso en las razones de su influencia durante todos estos años: quizás nostalgia por una época que no viví o tal vez admiración por la obra musical que me ha servido de banda sonora personal. Puede ser. Pero sólo hace poco me di cuenta que, como si de un entrañable personaje de ficción se tratara, aquella noche, por primera vez, lloré la muerte de alguien que no conocía.
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8 de diciembre, 2010
((°J°)) Se le extraña!!
8 de diciembre, 2010
Yo también he llorado con ese documental,y muchas veces lloro aún cuando oigo esa canción, pero tengo más motivos para eso que Camilo, pues soy d esa generación que adoró a los Beatles (también a los Stones, aunque d forma distinta), crecimos y nos hicimos adultos con sus hermosas canciones, que aún dicen mucho a las generaciones nuevas. A mis sobrinos veinteañeros les encanta la música que hacía el cuarteto. Saludos
8 de diciembre, 2010
Tus recuerdos me hicieron recordar a mi también…gracias.
8 de diciembre, 2010
Gracias Lennonpor por tan bello regalo: Imagine¡¡¡¡¡¡¡¡¡
8 de diciembre, 2010
Lindo reencontrarte a través de un texto como este, Camilo. Qué alegría saber que compartimos ese raro delirio de llorar la muerte -y extrañar a muerte- a alguien que conocemos sólo como parte de una historia, de LA historia. Abrazo grande desde Buenos Aires.
8 de diciembre, 2010
Viva John, el vive y tenemos su legado!!!
9 de diciembre, 2010
Lo que yo me pregunto es… ¿dónde estaba yo esa fulana noche de 1989? Bueno, tendría 7 años 1/2 y mucha menos resistencia que mi hermano. Pero sí que recuerdo a mi papá y a Camilo hablando de Imagine. Había alguna polémica y es ahora que me vengo a enterar…
9 de diciembre, 2010
:No solo recuerdo sino que no lo he olvidado, represento mis recuerdos ,mis mejores anos su cancion Imagine es un himno un canto al amor, a la paz,,,,,,,FOUR EVER J J.L
9 de diciembre, 2010
Epale Camilo. Muy chévere el texto. Anoche VH1 Classic pasó Imagine y, como a ti, hoy me costó levantarme para ir al trabajo. El destino me hizo una jugada interesante a mí también: me puso en Nueva York en el año en que se cumplieron los 80 años del nacimiento y los 30 de la muerte de John Lennon. Durante la celebración del primero, pasamos por el Dakota Building y nos acercamos al Strawberry Fields en Central Park. Es impresionante la devoción de los neoyorkinos. Hasta me entrevistaron para un canal en español. Un abrazo!
9 de diciembre, 2010
Muy emotivo tu narración Camilo, y para decirlo como lo haría el excelente periodista César Miguel Rondón: ” para variar los Beatles “
10 de diciembre, 2010
Gracias Camilo, disfrute mucho la lectura.
Es imposible que de alguna manera y por alguna circunstancia no hubiéramos sido tocado todos, en nuestra historia personal, por alguna prosa de los Beatles o que por casualidad nos sorprendamos tarareando alguna canción de ellos. Creo que ya su obra pasó de ser un referente histórico a formar realmente patrimonio de la humanidad. Ojalá mucha de sus canciones se convirtieran en realidad!
Un abrazo desde Basel
13 de diciembre, 2010
Mi pana Camilo… Un fuerte abrazo, y comparto contigo la Beatlemanía… Tienes un tio que te quiere y admira y tuve la suerte de conocerlo… que pases felices navidades. David.
14 de diciembre, 2010
Jajaja. Bueno, lo recordamos por haber dicho que era más famoso que Jesucristo, por popularizar el consumo de LSD, por dejarnos a la china (japonesa, total, para la intelectual de Alicia Machado todos son iguales) suelta por allí haciendo música que no vale la pena escuchar y porque un fan enamorado se lo cargó en pleno apogeo. Todo una personalidad digna de admiración XD. Así recordaremos también a Lady Gaga.
15 de diciembre, 2010
A Nixon, al leer tu ultimo comentario sobre Lady Gaga confirme que solo repites lo que escuchas, es claro que no sabes quien fue John Lennon y mas claro que no te simpatiza, pero John Lennon no es lo que es por tus comentarios si no por los que estan arriba de ti, saludos….