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Néstor Kirchner: las dos caras del poder

El escritor venezolano Gustavo Valle, residenciado en Buenos Aires, sobre Néstor Kirchner

Por Gustavo Valle | 30 de octubre, 2010

Día de censo nacional: ni un alma en las calles, ni un solo negocio abierto. Todos esperando la llegada del censista. Pero antes de que tocara a nuestra puerta la noticia estaba en las pantallas: murió Néstor Kirchner. Al silencio de un día feriado se sumó la consternación, la perplejidad y el asombro.

Si los ochenta fueron de Alfonsín y los noventa de Menem, la primera década de este siglo perteneció por derecho propio a Néstor Kirchner. Razones abundan. Su presidencia sacó de abajo a una Argentina en estado comatoso tras ocho años de Menemismo y dos con Fernando de la Rúa. Luego de una crisis económica, social y política sin precedentes, Kirchner, un desconocido dirigente peronista, Gobernador de la provincia de Santa Cruz, alcanzaría la Casa Rosada en el 2003 con un 22% de votos; porcentaje aún menor que el alarmante 24% de desocupados que había por aquel entonces. Argentina inició a partir de allí un veloz crecimiento económico (las exportaciones se vieron favorecidas por la brutal devaluación), la canceló la totalidad de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, y se llevaron a cabo importantes avances en materia de Derechos Humanos, como fue la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que amparaban a los represores de la última dictadura. Los juicios que se llevaron y se llevan a cabo hoy en día en Argentina han servido para limpiar la memoria y restañar heridas. Así, en muy pocos años el agujero negro del 2001 y 2002 comenzaba a cerrarse. Se habló, y ya casi lo olvidamos, del milagro argentino.

Luego vendría la llegada al poder de su esposa, Cristina, y el inicio de una segunda etapa de características dinásticas repleta de desaciertos, obstáculos y problemas de todo tipo. El enfrentamiento con los productores agropecuarios, con los medios de comunicación, la inflación galopante, las mafias sindicales, la inseguridad descontrolada, en fin, una auténtica pesadilla política y social donde sin embargo brillaron logros en materia de libertades individuales como la promulgación del matrimonio igualitario, o alcances sociales como la Asignación Universal por Hijo. Por otra parte su actitud hacia Chávez, otro aspecto controversial, pasó de ser la del ciudadano agradecido (miles de millones en compra de bonos de la deuda externa) para convertirse en la de quien se hace la conveniente vista gorda justo en un momento en que la evaluación de la imagen de Chávez de parte de la opinión pública argentina se desplazaba rápidamente de la admiración al escepticismo, para desembocar muchas veces en el rechazo y hasta en la burla del líder venezolano y sus pirotecnias. De un momento a otro, Kirchner (o los Kirchner), dejaron de ser los artífices del milagro para convertirse en blanco de críticas y escrutinios. Los momentos de gloria habían pasado y ahora tocaban años amargos que mostraron la otra cara del poder: la beligerancia y la soberbia. Para colmo, la pareja presidencial amasó una importante fortuna personal que agravó todavía más el asunto. Todo esto dio combustible a una dirigencia opositora casi siempre descaminada, disgregada y sin claros referentes políticos. Por si esto fuera poco el peronismo se dividió todavía más y el Vicepresidente, reclutado de la Unión Cívica Radical según la fórmula mixta con que ganó Cristina, se pasó a la oposición. El debilitamiento del poder kirchnerista se hizo evidente y el país entraría de nuevo en una etapa de dos bandos enfrentados que a muchos hizo recordar, con mayores o menores diferencias, la época del general Perón.

Como hombre fuerte, sobre Kirchner descansaba la maquinaria que había conseguido aglutinar a gente de la Unión Cívica Radical, del Socialismo y del Partido Comunista, junto con el sector más importante del poderoso movimiento peronista. Por eso el periodista Jorge Lanata se preguntaba con gran sagacidad tras la muerte de Kirchner acerca del futuro del llamado kirchnerismo: ¿sobrevivirá un kirchnerismo sin Kirchner?

Se especuló, y mucho, acerca de su ingerencia en el gobierno de su esposa. Casados desde hace 35 años y formados juntos en la militancia peronista desde muy jóvenes, era natural que este hombre jugara un papel fundamental en el ejercicio del poder de Cristina. De modo que su muerte agrega un problema más a la Presidenta, quien debe ahora lidiar no sólo con el ejercicio del gobierno sino con las intrigas internas del Partido Justicialista (Kirchner era el presidente) de cara a las elecciones del próximo año.

La noticia cayó como un meteorito. Y no sólo por la muerte de él sino por la viudez de ella. La muerte de uno y la viudez de otra redoblan el impacto en la sociedad en términos políticos y simbólicos, pero también en términos emocionales que resultan casi imposibles de medir. No en balde la cobertura televisiva y mediática de este acontecimiento ha insistido en un aspecto poco frecuente en la agenda política: la historia de amor entre Néstor y Cristina.

Por suerte las voces sensatas han prevalecido y hasta ahora hay cierto consenso: lo importante es colaborar con la última etapa del gobierno y no aprovechar la grieta para patear tableros y ganar territorios. En la historia del país hay suficientes ejemplos de vacíos de poder que terminaron con los militares en el poder o con un baño de sangre. Por ello el siniestro paralelismo con la muerte de Perón y la asunción de Isabel (que luego terminó con la llegada de la dictadura) es evitado por la opinión pública como si se tratase de un anatema. Si bien la ausencia de Kirchner abre de una forma inusitada el juego político en el país, al mismo tiempo lo llena de riesgos, trampas y arenas movedizas. Es lo que ocurre con la muerte de toda figura fundamental. No olvidemos que Kirchner, guste o no, fue el gran protagonista y marcó la agenda política del país durante los últimos siete años. Que la oposición (y sobre todo el peronismo) tengan la suficiente claridad para acompañar el término de un gobierno ya debilitado, sin necesidad de debilitarlo hasta su destrucción, que sería la del país.

Desgarbado, poco carismático, con aspecto de tambaleante pingüino y con un estilo muchas veces confrontativo en el que prevalecía el pragmatismo y la demostración fuerte de sus convicciones, Kirchner subirá por derecho propio al panteón de los símbolos peronistas sólo precedido por el general Perón y por Evita, según lo ha canonizado el poderoso y temible líder sindical Hugo Moyano. Los aislados bocinazos que se escucharon de parte de quienes celebraron su muerte, o la actual circunstancia política que vive el país y que no lo beneficiaba en lo absoluto, no impedirán que la historia registre su paso por la Casa Rosada (2003-2007) como una eficaz presidencia asumida en unos de los peores momentos de la historia política argentina. Pero también registrará su segunda etapa en la que la acumulación de poder, el ambidiestro juego político y la falta de decisiones concensuadas lo convirtieron en un líder intolerante. En todo caso pienso que su gran acierto fue la firme actitud frente a los criminales militares de la última dictadura y su indeclinable propósito de llevarlos a la cárcel. Esto explicaría por sí solo, y con suficiente razón, las multitudinarias demostraciones de afecto popular que hemos visto en estos días.

Gustavo Valle Autor de los libros "Materia de otro mundo" (2003), "Ciudad imaginaria" (2006), "La paradoja de Itaca" (2005), "Bajo tierra" (2009) y "El país del escritor" (2013). Ganó la III Bienal de Novela Adriano González León y el Premio de la Crítica.

Comentarios (24)

Adriana
31 de octubre, 2010

Un texto inteligente -inteligentísimo- que recoge el sentir de muchos, desde el asombro y la inconformidad.

Fanny
31 de octubre, 2010

¡Qué claridad, Gustavo! Gracias por este texto.

Gabriel Payares
31 de octubre, 2010

Excelente texto, Gustavo. Yo acotaría, para nuestros lectores venezolanos, que seguro son los que más, algo basado enteramente en mi subjetiva opinión personal, a raíz de casi un mes de estadía por aquellos lares, hace apenas dos meses: cuando se habla, como lo hacían los medios durante ese mes mío de visita, de “mucha inflación” y sobre todo de “inseguridad galopante”, se lo hace en términos argentinos, no en caraqueños. La inseguridad caraqueña no tiene parangón alguno con la situación social en Buenos Aires, sin querer con esto idealizar esta última, claro está. Pero me causaba gracia la alarma de los medios bonaerenses advirtiendo sobre la inseguridad desatada y los tres muertos que hubo en un fin de semana, uno de ellos por arrollamiento, en Buenos Aires. Claro, aquí habría que tomar en consideración algo que tú mismo me explicaste, sobre los muertos que a nadie importan en el conurbano o en las Villas más peligrosas, pero aún así, creo que en comparación con la matanza caraqueña, la situación de Buenos Aires sigue siendo la de una ciudad bastante segura. Vaya un abrazo y mi admiración.

Alexandre D Buvat Irazábal
31 de octubre, 2010

Uh esclarecedor analisis de la Argentina post Menem y del habil manejo de Nestor Kitchener, que en Venezuela la mayoria no conoce, ni tampoco el aparente gran descalabro que segun el escrito, viene generandose con Cristina. En este último caso sin embargo hay recuento de hechos y situaciones negativas, se infiere que hay oposición, que, como acá, suele exagewrar algunos puntos como el de la violencia, la inflación y cosas así pero , lamentablemente, al menos en mi caso, no logro descifrar de su análisis, las causas y las secuencias en proceso que generan – o expliquen- esa abrupta y rápida perdida del “milagro argentino”. Ojala pudiera abundar algo mas en el analisis de la situación actual. Muchas gracias

Irene Pérez
31 de octubre, 2010

Discrepo en algunos aspectos del análisis de Gustavo Valle. Primero el que sacó a Argentina del caos fue Eduardo Duhalde, quién hizo una política de reconciliación y reconstruyó la economía hasta el punto que pasó de un PIB con 10,9% de déficit en el 2002 a 5% de crecimiento en el 2003. Así que Kirchner recibió un país encaminado pero con una deuda importante que decidió no pagar y fue Venezuela con la compra de los bonos argentinos quién contribuyó a que el país no cayera en “default” otra vez. Por otro lado Duhalde fue más honorable al no competir por el poder al terminar la transición, mientras que los Kirchner se querían eternizar en el poder intercambiándose la presidencia. Su éxito se le debe al populismo que no permite que un país se desarrolle sino que facilita la estadía eterna en el poder. Por el mismo camino va Lula, otro presidente muy popular que también quiere continuar en el poder a través de su alumna. A estos los llaman presidentes pragmáticos.

Saludos

Irene

Raúl Cazal
31 de octubre, 2010

Estos argumentos manidos por la derecha, la tomas con maestría de La Nación y Clarín, dos grandes emporios mediáticos que amasaron fortuna con la dictadura de Videla y Massera, gracias al secuestro, violación, desaparición y muerte de argentinas y argentinos que disintieron del terrorismo de Estado que impusieron. Espero que estés al tanto de lo sucedido con Papel Prensa, entre otras cosas.

Para hacer los cambios, Gustavo Valle, no se necesita pedir permiso. Por eso molesta que sea Cristina Fernández la presidenta que lo haga. A la oligarquía siempre le va a molestar que le digan ya basta.

Los analistas de derecha y los tránsfugas como Lanata, nunca verán lo que el pueblo argentino sintió y expresó con la desaparición de Néstor Kirchner. Así que muy poco podemos esperar de sus análisis futuristas sobre el peronismo. Y sobre ese periodista que mencionas, realmente en Argentina nadie le da crédito, ni la derecha, ni la izquierda. Como dice un amigo tucumano: “Debes tener un problema estomacal… recordar a esa mierda”.

Gustavo Valle
31 de octubre, 2010

Adriana, Fanny: muchas gracias. Ya nos reuniremos para seguir la charla. Gabriel: tienes razón, lo que ocurre es que la inseguridad en nuestro país no tiene parangón; más que inseguridad es un estado de sitio, una auténtica guerra. Gracias, va un abrazo. Alexandre: como toda explicación política obedece a factores múltiples. Las características dinásticas de la pareja presidencial y los vicios que ello trae consigo es una causa, pero también la forma inconsulta con la que se decidió subir las retenciones fiscales a los productores agropecuarios en el 2008. Fue allí, sin duda, donde comenzó todo (luego el resto fue como un efecto en cadena)y reveló la caraterísticas del gobierno en estos ultimos años: la imposición y la confrontación. Muchas gracias, saludos! Irene: Es verdad: Duhalde apagó el incendio y Kirchner recibió, yo no diría un país encaminado, pero sí un país que estaba saliendo del foso, aunque ese logro habría que atribuírselo mucho más que a Duhalde a Roberto Lavagna, el extraordinario ministro de economía, el único ministro del tren ejecutivo que se mantuvo en el gobierno con la asunción de Kirchner. Muchas gracias por comentar. Saludos.

Gustavo Valle
31 de octubre, 2010

Raúl Cazal: estoy al tanto de lo ocurrido con Papel Prensa, pero por lo visto tú no estás al tanto de que el principal aliado de Kirchner desde el 2003 hasta el 2008 (cinco años, nada más y nada menos) fue precisamente el Grupo Clarín. Incluso, puedes ver las tapas del dario o los tapes de TN el día en que ganó Cristina para que veas la celebración y la conchupancia que había entre unos y otros. Además, no olvidemos que Graiver, el dueño de Papel Prensa fue el banquero de Montoneros y recibió buena parte de los 60 millones de $ cobrados tras el sucuestro de los Born. En ese caso, interesantísimo por demás, hay muchas manos sucias. Y Lanata, a quien yo no endioso, tiene, nos guste o no, uno de los programas más vistos hoy en día en el país, la gente tanto de derecha como de izquierda lo sintonizan. Quienes no lo sintonizan son los de los extremos. Él, como siempre ha hecho sigue incomodando a unos y a otros.

Vanina
31 de octubre, 2010

Gustavo: Gracias por la nota. Defiendo mucho este gobierno pero coincido contigo en todas las críticas que tú le has hecho en esta nota. Creo, sin embargo, que hay más motivos, para la gente que ha ido a plaza de mayo estos días, que el de su actitud frente a los criminales militares. Uno de estos motivos es la confrontación, en distintos aspectos, que N. Kirchner asumió frente a las políticas de G. Bush. Nunca antes, en los 35 años que tengo, un presidente argentino lo había confrontado. Al contrario, todos, en mayor o menor medida, apoyaban sus decisiones respecto de Latinoamérica y le “rendían culto”. Esto me convenció, entre otras cosas anteriores, de los aspectos positivos del proyecto del gobierno kirchnerista. N. Kirchner se alineó políticamente con sus contemporáneos Evo Morales, Lula da Silva y… Hugo Chávez. Aunque creo que en Venezuela ya deben estar asqueados del uso que le da Chavez, frente a la opinión pública, a su confrontación con Bush, no deja esto de ser un mérito.

Raúl Cazal
31 de octubre, 2010

Valle dice: “No olvidemos que Graiver, el dueño de Papel Prensa fue el banquero de Montoneros…”

Y por eso, ¿tenían que secuestrar, violar, torturar y encarcelar a su esposa para que firmara la venta de Papel Prensa a Clarín y La Nación? ¿Matar a su hermano? ¿Meter preso a su familia porque eran judíos? ¿Estas justificando a estos criminales?

Es decir, bienvenidas las desapariciones de Rodolfo Walsh, Haroldo Conti, los pibes de la calle porque todos son sospechosos de ser montoneros.

Tinelli y Don Francisco tienen bastante audiencia, a ver si le crees todo lo que dicen. Te dejo con ellos o con Lanata. Da lo mismo.

Gustavo Valle
1 de noviembre, 2010

Por favor, Cazal, la próxima vez lee completo los textos antes de comentar. Te repito dos extractos del mío: “se llevaron a cabo importantes avances en materia de Derechos Humanos, como fue la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que amparaban a los represores de la última dictadura. Los juicios que se llevaron y se llevan a cabo hoy en día en Argentina han servido para limpiar la memoria y restañar heridas” (…) “Pienso que su gran acierto fue la firme actitud frente a los criminales militares de la última dictadura y su indeclinable propósito de llevarlos a la cárcel”. Es clara, pues, mi posición al respecto y la he repetido en infinidad de lugares. Hoy en día la única que justifica la represión en este país es Cecilia Pando y los cuatro milicos que la siguen. La inmensa mayoría está a favor de los juicios, incluso la teoría de los dos demonios ya nadie la avala. Igual pregúntate, por ejemplo, por qué estalló el caso Papel Prensa ahora y no antes (hace 27 años de eso)Simplemente porque a Kichner (pero también a Menem y a De la Rúa y a Alfonsín) no les interesaba abrir esa olla, pues era una olla que comprometía a sus aliados mediáticos. O me vas a decir que ninguno estaba al tanto?. Por cierto, el hermano de Graiver, Isidoro, no lo mataron, está vivito y coleando y es uno de los principales testigos de la causa. Es mejor documentarse y leer los textos completos para contribuir con argumentos y no con consignas automáticas o acusaciones vacías.

Gustavo Valle
1 de noviembre, 2010

Vanina, te agradezco mucho tu comentario. Lo valoro y sirve de complemento a lo que hemos dicho. Saludos!

Raúl Cazal
1 de noviembre, 2010

Leí completo, Valle. Si quieres ganar incautos descontextualizando cosas, es asunto de otro costal.

La cuestión está en que Néstor Kirchner y Cristina Fernández avanzaron poco a poco para se haga justicia en ese país. Sé que unos extremistas quieren que se haga todo de un solo golpe y ahora dicen que tenía conchupancia con los factores hegemónicos. Es decir, para explicártelo mejor, ve lo que hace y dice Pino Solanas.

Lo siento, Valle. Pero no comparto las ideas de quienes se sienten en una burbuja y desde ahí se creen con el derecho de mojar a todos con medias verdades.

Cierto, no mataron al hermano de Graiver, pero si desaparecieron a Edgardo Sajón. Tendrías que explicar a tus lectores quién era Sajón y que David Graiver murió “accidentalmente” fuera de su país. Que a su esposa, la viuda de Graiver, le hicieron todo lo que escribí antes. Que también detuvieron a su hermano Osvaldo Papaleo y en fin, aquí cuenta parte de la historia http://www.ellibertadorenlinea.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=6452:-entrevista-a-osvaldo-papaleo-qmi-hermana-le-tenia-mas-miedo-a-magnetto-que-a-sus-torturadoresq&catid=38:nacionales&Itemid=41 y podría mandar más link, como el discurso de Cristina Fernández http://www.elojodigital.com/contenido/9334-papel-prensa-la-verdad-el-discurso-completo-de-la-presidente-cristina-de-kirchner cuando presentó el informe de Papel Prensa.

Sé que para algunos reivindar a Rodolfo Walsh y demás escritores y periodistas que dieron la vida por la verdad, desaparecidos por la dictadura argentina, sea una consigna. Es lo que dice Lanata: que está cansado de tanto llanto de izquierda.

Si te parece que no hay documentación, lo siento. Si no hay argumentos, bueno, no puedo esperar más…

Gustavo Valle
1 de noviembre, 2010

Rodolfo Walsh es una víctima de los milicos, además de ser un gran escritor (como Conti, Oesterheld, etc.) No estás descubriendo nada con eso, todo el mundo lo sabe y sobre todo lo deplora desde hace años y hoy en día. Yo mismo he escrito a favor de Walsh mil veces. De igual forma todos sabemos los crímenes de Videla contra la viudad de Graiver y demás vinculados; tampoco estás descubriendo nada con eso. Forma parte de la larga lista de crímenes de los militares de la última dictadura y que están ahora, afortunadamente, siendo enjuiciados. Y para tu información la muerte “accidental” de Dudi Graiver no fue tal y se sospecha nada y nada menos que de la CIA, a causa del poderoso trípode financiero-judío que se había armado por aquella época entre Chile, Brasil y Argentina.

Raúl Cazal
1 de noviembre, 2010

Ahora resulta que descubro el “agua tibia” y “todos saben”, Valle. Antes, según tu parecer, no argumentaba, tenía “consignas automáticas” y no estaba documentado.

Lo que digas contra mi, no me molesta. Lo que molesta, en realidad, es la cantidad de gente que cae incauta ante un buen armazón gramatical que expone sólo medias verdades.

Gustavo Valle
1 de noviembre, 2010

Cazal, muchas gracias por lo del “buen armazón gramatical”, aunque yo, junto con GGM, estoy a favor de jubilar la gramática. Y para finalizar creo que quienes critican las “medias verdades”, según así has denominado las mías, son los que creen tener las verdades verdaderas. Del resto no he dicho nada contra tu persona y celebro que hayamos podido discutir sin descalifaciones personales.

Gustavo Valle
1 de noviembre, 2010

Jubilar la ortografía, quise decir.

Alvaro Córdova
1 de noviembre, 2010

Me parece una evaluación objetiva, que queda muy bien complementada con el comentario de Irene Pérez.

Fabiola Marquez
1 de noviembre, 2010

Que sabroso poder leer dos posiciones encontradas, “misión cumplida” dira Prodavinci

emilio
1 de noviembre, 2010

Muy bueno Gustavo. Lamento que el señor Cazal atropelle en vez de discutir, insulte en vez de pensar. Yo, como no soy progresista y me confieso un aburrido demócrata venezolano -un escuálido que no ve las injusticias de Cazal- digo que Kirchner es un mafioso, y que la Argentina nos debe unas cuantas maletas de dólares que le ha suministrado Venezuela.

Emilio

Georgina
1 de noviembre, 2010

Idem la indudable eficacia de la intervención de Kirchner en vida politica de Argentina es indiscutible, el mérito de haber asumido el pago de la deuda con el FMI sin acudir a eufemismos cuartelarios y populistas para evadir tan terrible responsabilidad, el hecho d eque decidiera poner al fin a la impunidad d elaley de ppunto final que amparo a tanto milico genocida, no puede dejar d elados las consideraciones de que e´l y su esposa han implmentado una especie de democracia autocrática que pretende evadir los controles normales que cualquier poder ejecutivo del mundo debe tener para equilibrar el inevitable desequilibrio que hay entre el estado omnipotente y el resto de los ciudadano, y que a merced de obtener beneficios para su país no tiene escrúpulos en desestimar el desmedro que causa anuestro país , por ejemplo, nuestro ogro filantrópico adquiriendo deudas y bonos cuyos beneficios a Venezuela estan aún por verse. Un análisis bastante amplio y panorámico, que solo intenta explorar algunas aristas del poder y sus circunstancias

Martín Fierro
2 de noviembre, 2010

emilio, aquí el único que ha atropellado e insultado eres tú. En lo único en que tienes razón es en lo aburrido que eres. Sobre tu opinión solo te puedo decir que trasluce tus debilidades lectoras y que opinas con la libertad y la soberbia de los ignorantes. Yo creo que el texto de Gustavo Valle está bueno, lo que pasa es que es cauteloso porque sabe que el tema pincha y se cuida las espaldas. Eso no le cae bien a alguien con una postura más radical, que no por eso es esto ni aquello.

Eduardo Mujica
2 de noviembre, 2010

Excelente artículo, muy ilustrativo. Felicitaciones.

emilio
2 de noviembre, 2010

Gracias Martín, pero creo que hay una confusión, porque yo estoy completamente de acuerdo con lo que dices de Gustavo. Mi crítica va dirigida a Cazal, que no hace precisamente lo que tú señalas que hace Gustavo

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