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¿Qué pasa con los argentinos?

El escritor y periodista colombiano Óscar Collazos sobre las opiniones de los latinoamericanos sobre los argentinos

Por Óscar Collazos | 9 de julio, 2010

El sábado pasado, mientras se jugaba el partido Alemania-Argentina, presencié en el aeropuerto de Cartagena el delirante fervor germánico de una multitud de colombianos, creciente a medida que Alemania deshacía las últimas ilusiones de los argentinos. Parecía una manifestación vindicativa: alegrarse con el triunfo de Alemania equivalía a cobrarle una desconocida y oscura deuda a Argentina.

Las expresiones de antipatía contra los argentinos contienen una despreciable dosis de lugares comunes. Y no solo se expresan en Colombia; son frecuentes en toda la América Latina, fundadas en el mismo lugar común: que los argentinos son arrogantes, que su ego tiene tamaños descomunales, que ningún mar es más ancho y extenso que el Río de la Plata, que…

En todas partes del mundo se cuentan chistes sobre la inmodestia de los argentinos y parecería que los primeros en conocerlos fueran ellos mismos. Saben cómo son vistos (o mal vistos) por el resto de América Latina, pero saben también que detrás de esa antipatía no hay más que equívocos y malentendidos. Ellos son así y no tienen que estar demostrando que, además de creativos, son a menudo amigables, humildes y razonables, como todo el mundo.

Cuando preguntaba a colombianos por quién irían sus apuestas si la final del Mundial la jugaran Brasil y Argentina, una aplastante mayoría decía que por Brasil. ¿Por qué? Por razones incomprensibles. Ambos países han producido y tienen grandes figuras, una y otra selección han ganado el campeonato del mundo, argentinos y verdeamarillos nos han ofrecido, a lo largo de nuestras vidas, el impagable placer de ver cómo el fútbol se eleva a categorías artísticas. Pero…

El “pero” es todo y carece de explicación convincente. Los defectos que se atribuyen a los argentinos pueden ser iguales a los nuestros, iguales a los de todo el mundo: la desmedida manifestación de autoestima, el aparentemente desdeñoso tonito del habla, el aire de triunfadores que, también en apariencia, los convierte en objeto de chistes tan graciosos como injustos.

La antipatía contra los argentinos, desatada en competiciones de masas como el fútbol, confirma que nada es más equívoco que las simpatías y antipatías de las masas, que nada es más injusto que la obediencia ciega a los lugares comunes. Todo esto se da, invariablemente, en las pasiones deportivas y políticas, aunque sea más frecuente y admitido meter goles con la mano en la política que en el fútbol.

El formidable legado de los argentinos al resto de América es superior a la antipatía que suscitan. En lo que me concierne, me limito a la cultura. Me detengo, por ejemplo, en la literatura, la música popular y el cine. La consistencia de sus obras culturales y artísticas no contradice sino que complementa la grandeza de sus mejores futbolistas en más de medio siglo.

Mi indeclinable admiración por los argentinos se prolonga en algo que, no sin dolor, deberíamos aprender de ellos: la entereza indoblegable que les sirve para reconstruir la memoria colectiva y la justicia después de haber vivido las atroces dictaduras militares y las temerarias equivocaciones de sus luchas “revolucionarias”.

No hay nada más difícil que deshacer en cada uno de nosotros el nudo de las “ideas recibidas”, que dicen los franceses. Tampoco hay nada más difícil que ser justo y objetivo. Y aunque, entre nosotros, es más fácil obedecer los llamados de la pasión que las campanadas de la inteligencia crítica, vuelvo al fútbol: lo que los argentinos han hecho en los estadios es muy superior a lo que Maradona pudo hacer con su equipo.

Óscar Collazos Escritor y periodista colombiano. Doctor Honoris Causa en Literatura por la Universidad del Valle, en Cali. Su trabajo periodístico, estudiado en universidades y organizaciones dedicadas a la libertad de prensa, se caracteriza por su fuerte crítica política y postura independiente.

Comentarios (12)

Nelson Lomelli
10 de julio, 2010

El año pasado tuve la oportunidad de escuchar a un locutor argentino hablar de la selección de Venezuela, los comentarios fueron tan degradantes que desde ese momento dejé de apoyar a la selección de Argentina. Yo pienso que en gran parte se han ganado la antipatia que les tiene el resto de América Latina.

Ernesto Lotitto
10 de julio, 2010

Como argentino-venezolano que soy, me siento muy identificado con este artículo, más allá de las críticas puntuales que tengo con la idiosincrasia argentina (que no difieren mucho, curiosamente, de las que tengo con la venezolana). En todo caso, llama también la atención que las mismas características que se le atribuyen a los argentinos (inmodestia, arrogancia) calzan perfectamente en los brasileños. ¿Por qué la diferencia de apreciaciones entonces? ¿La barrera del idioma impide que el estereotipo traspase? ¿O es esa actitud optimista y fiestera? No se me malinterprete: adoro Brasil y su gente (“a melhor do mundo”). Quizás la mezcla de mi “soberbia argentina” y mi “fiesterismo venezolano” hacen de mi un pseudo-brasilero que habla español. En fin. Los estereotipos y las generalizaciones son malas. En todos los campos. Esos colombianos que tan férreamente apostaban contra Argentina me darán la razón cuando escuchen lo que se dice de ellos en el continente.

jalsina1
10 de julio, 2010

¿Por qué no comparar a los jugadores argentinos con los jugadores españoles, en sus ruedas de prensa(salvo el humilde y siempre apreciado y extraordinario jugador Messi)? ¿Han habido o no, diferencias de ego y arrogancia entre esos dos equipos, a lo largo de la Copa del Mundial 2010? ¿Por que no comparar a Diego Maradona con Vicente del Bosque, el primero sintiéndose vulnerado a la menor “caricia” comunicacional de los periodistas u otros personajes, y el segundo siempre con palabras amables que le salen al paso al menor ardid puesto por los comunicadores?

En cuanto a la selección de Brasil, nunca más estaré con ellos, desde que escuché a Robinho y otros, hablar de una manera tan infame y despectiva de nuestra Vino Tinto, cuando estabamos cosechando algunos éxitos. Francamente no entiendo a los venezolanos que todavía siguen alentándolos.

Raday
10 de julio, 2010

hablando de lugares comunes: se cierra la nota con uno que raya en lo paradigmático.

miriam osorio
10 de julio, 2010

Desde que fui a Argentina y tuve la oportunidad de convivir con ellos regrese fascinada de los argentinos ante el asombro de los mîos, fui a la bombonera y aspiré ese fanatismo que , los que somos fanåticos del beisbol sentimos en un juego Carcas-Magallanes, se me ocurriÓ decir àllá que era del River y casi me linchan jajaja pero son apasionados, amables, simpÃtcos, acogedores, juegan un futbol estupendo y me parecen mas reales que los brasileros y agregarìa alguien querido: ” si, aj , hasta que se monten en un aviÕn y se les explota el ego” jajajaja, pues vivan los argentinos !!

Pablo Ruggeri
11 de julio, 2010

Yo estuve muchas veces en Buenos Aires y mira, cómo conocí gente hermosísima. Te hablo de taxistas, meseros, trabajadores informales, rockers, libreros, veteranos de Malvinas, de todo. ¿Quién puede hablar mal de los argentinos, quién? Generalizar nunca.

Elda
12 de julio, 2010

Soy una argentina,y “encima” porteña, lo digo porque entre nosotros tambien nos tildamos, y los porteños según la gente del interior del pais nos pinta “agrandados”, con “tonito soberbio” y que siempre miramos para afuera -Europa o EEUU. Los Argentinos no somos mas ni menos que cualquier ciudadano del resto de Latinoamerica, y al igual que nuestros vecinos, tenemos una historia, muy rica y tambien muy dura, no solo dictaduras, tambien democracias infames, crisis economicas, donde nos daba vergüenza mostrar al mundo nuestra miseria, pero siempre y hago memoria de mis padres y abuelos, hubo un sentimiento de unidad ante el dolor, y un sentimineto de “tenemos que salir de esta, vamos a salir!!!”, tal vez se nos ve arrogantes (y algunos seguro que es asi) pero les juro que la gran mayoria son personas con el orgullo de haber salido y con la fuerza de seguir intentando, a pesar de TODO. Somos pasionales y lo mostramos (Tango, Futbol, Cacerolazos, Crisis, Pintura, Danza, Musica, opiniones de todo, chistes de colectividades, Educacion, Deporte, etc etc) todo en mismo envase, SOMOS BUENA GENTE y SEGUIMOS APRENDIENDO, (la historia nos dio lecciones de humildad..) Saludos

Oswaldo Goite
12 de julio, 2010

A titulo personal, siempre le he ido a dos selecciones: Argentina y España. Todo esto porque nuestra Vinotinto, no ha podido llegar al mundial (en rigor del término, a la fase final). Pero concuerdo con el autor en que los defectos que se le adjudican a los Argentinos como “patrimonio” son comunes a todos los seres humanos. A esos que le van a Brasil les cuento que después del último título de la selección Brasileña varios de sus jugadores entre ellos Robinho y Ronaldo (Luiz Nazario De Lima) se preguntaban porque los venezolanos (y otros países sudamericanos) se atrevían a celebrar la victoria de Brasil, siendo que la misma no les pertenecía. Así que es importante generalizar menos y conocer más. Además, con tanta gente buena que desde ese país sureño ha dado, yo creo que al menos se merecen, el beneficio de la duda…

Un saludo a todos (y en especial a los argentinos que lean esto)

Fernando
13 de julio, 2010

Cuáles lugares comunes. En el caso de México no es por toda la selección argentina, es sólo por Maradona y su bocaza, las cosas que dice y el desdén con el que habla de otros incluido México al final de la conferencia de prensa. Ningún rival de México se expresó así de México. Y no es lo que dijo, sino cómo lo dijo. Fue un jugador extraordinario y si lo quieren tratar como un dios allá ustedes y sus fantasías, pero eso no significa que los demás ciudadanos del mundo debamos rendirle pleitecía eterna. La escalada de insultos entre insultos y mexicanos en portales mexicanos ahora sí fue muy doloroso y subió de tono. Es verdad que mis compatriotas mexicanos no dejan de echarle en cara a los argentinos que a muchos les damos trabajo y los acogimos durante la dictadura y la crisis del 2001, pero tampoco dejamos de escuchar por parte de argentinos que somos unos perdedores, que no ganamos nada, y lo peor de todo, que somos unos indios, que somos el Chapulín Colorado, etc. Cuánto racismo y discriminación hay en esas palabras: estamos en el atraso porque somos unos indios. Claro que somos indios, faltaba más, somos la cuna del mestizaje en el continente, no hay México si no hay ese mestizaje, y nuestras culturas fueron milenarias. Es verdad que en México también hay discriminación hacia nuestra propia gente pero el punto es que de un simple partido de fubol los comentarios de un lado al otro han sido muy hirientes. Y en cuanto al Chavo del Ochio y al Chapulín Colorado en realidad son los sudamericanos quienes crecieron con esos personajes, no los mexicanos!! Acá no fueron tan exitosos, tiene muchísimos años que dejaron de pasar. Ah y nadie en México dice la expresión: ‘Ay manito’.

Maria Gabriela
14 de julio, 2010

Tengo una semana en Buenos Aires y estoy encantada con todo y con su gente, a pesar del frio terrible, es una ciudad para disfrutar! caminando y admirando su arquitectura, cafes, restaurantes, parques, etc. Los invito a conocer esta bella ciudad y compartir con su gente, latinoamerica es una sola cosa, estamos hechos de la misma madera.

Héctor Torres
19 de julio, 2010

Toda generalización supone un prejuicio, porque los colectivos lo componen individuos. Y, en todo caso, uno no puede ver sus propios defectos, pero puedo decir que, en el caso de nosotros los venezolanos, he descubierto que también pasamos por arrogantes, por “tabaratos”, por soberbios… Si quieren ver una muestra de los rasgos más negativos del venezolano, sólo miren una cadena presidencial. Pero entiendo que no todos somos así, o al menos algunos matizan esos rasgos más que otros. Y, ciertamente, si algo se puede decir de los argentinos, es que esa confianza en sí mismos hace que haya argentinos destacando en todos los campos; al menos, en los de la cultura.

Mauricio Utrera
3 de agosto, 2010

hola gente latinoamericana. yo soy argentino y del interior, y yo creo q la sociedad argentina esta mal vista por la gente de buenos aires(porteños). pero no te creas todo lo que dicen. osea no podes meter a todos en una misma bolsa. hay gente muy amable, bondadosa, gentil, caritativa, humilde, en fin. de corazon. pero si te vas de bs as. y vas a distintas provincias, ya sea chaco, formosa, jujuy, salta.etc, vas a ver que la mayoria de la gente en muy buena. y no es soberbia como nos idedntifican el resto del mundo.soy conciente que la gente de la ciudad, mas que todo los porteños son más egocéntrica,soberbia,agrandados o llamela como más le guste. y la gente que opina lo contrario venga a conocer este hermoso país que tiene mucho para ofrecer y así conoce a la gente. saludos a toda la gente que dejo su comentario….. desde Brikmann Cordoba Argentina

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