Actualidad

José Ramón Medina

Palabras del poeta Eugenio Montejo sobre José Ramón Medina (1921-2010) en ocasión de la publicación de su última Antología publicada en vida

Por Eugenio Montejo | 14 de junio, 2010

En muchos de nuestros emprendimientos literarios juveniles tuvimos siempre a mano el cordial apoyo de José Ramón Medina. No obstante la diferencia de edad entre él y quienes integramos la generación de 1958, su bonhomía y generosidad lo situaron en frecuente cercanía, al modo de un puente entre quienes llegábamos entonces y los demás escritores. Unos ojos atentos y miopes, el cabello liso y como fijado con gomina, un cuerpo menudo, de rasgos amables dibujados por una sencillez que no necesitaba valerse de ademanes tropicales. Se percibía en su mirada la lumbre de quien había conocido el sufrimiento de pequeño, esa llama que una vez adquirida parece servirle al hombre de brújula para situarse ante los seres y las cosas.

Conservo cartas suyas que datan de mis veinte años, en las que me solicitaba colaboración para alguna revista que dirigía, como de seguro otros de mis compañeros también las recibieron. Lo veo entrar en 1959, acompañando a Pablo Neruda al Teatro Municipal de Valencia, la noche del recital del poeta chileno en su viaje a Venezuela. Puntual, atento, accesible, hizo siempre de la generosidad un sentimiento indeclinable.

Vinculado al grupo literario Contrapunto, que se dio a conocer durante la cuarta década del pasado siglo, su poesía destaca dentro de la producción de sus otros compañeros con rasgos propios, junto a la de Rafael Ángel Insausti. Se trata en su caso de una voz sobria y tenue, de desolaciones recónditas, que se manifiesta tempranamente en 1947 con Edad de la esperanza y prosigue luego un itinerario de depuración y precisiones verbales hasta su más reciente libro, Certezas y presagios (1984), que se cuenta entre sus mejores entregas.

Ha sido además estudioso de nuestra literatura, antólogo, ensayista, editor y hombre vinculado por años a la administración pública. No se aminoran tales créditos de la valía que lo distingue si en su reconocimiento destacamos también al escrupuloso practicante de la amistad, a quien ha sido siempre capaz de conjugar la palabra amigo con los signos de la tolerancia, el respeto y la entrañable simpatía.

Eugenio Montejo, 2007

Eugenio Montejo 

Comentarios (1)

tatiana blanco
15 de junio, 2010

Lamentable que ciudadanos tan ejemplares como el Dr. Medina esten desapareciendo fisicamente, evidentemente queda una obra, que las nuevas generaciones no conocen y que por lo tanto si pudieramos ayudarlos a valorar a los hombres venezolanos de gran trascendencia.

Envíenos su comentario

Política de comentarios

Usted es el único responsable del comentario que realice en esta página. No se permitirán comentarios que contengan ofensas, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o con contenido discriminatorio. Tampoco se permitirán comentarios que no estén relacionados con el tema del artículo. La intención de Prodavinci es promover el diálogo constructivo.