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Jorge Orlando Melo: “Mockus ha sido más coherente en su firmeza ante las FARC que Uribe”

A pocas semanas de que se celebren elecciones presidenciales en el país neogranadino, el Director de Programas de Gobierno del candidato Antanas Mockus apuesta por un país donde no sólo no haya guerrilla, sino tampoco corrupción ni clientelismo

Por Diego Arroyo Gil | 27 de abril, 2010

Jorge Orlando Melo es el “Director de Programas” de uno de los candidatos que, según las encuestas más recientes, puntea la carrera hacia la presidencia de Colombia: Antanas Mockus. Dicho en cristiano, es quien coordina al equipo de profesionales encargado de elaborar los planes de gobierno que alimentan la campaña del aspirante del Partido Verde y que, de obtener éste la magistratura, orientarían su gestión.

Melo es un retrato vivo de lo que significa apoyar a Mockus hoy en Colombia: es un intelectual vinculado con el mundo educativo, pertenece a la clase media, escribe para la prensa y es un hombre amable que acompaña análisis serios sobre la realidad de su país con comentarios graciosos al margen que rejuvenecen la conversa.

Es decir, que, a diferencia de quienes secundan a Juan Manuel Santos –hombre vinculado directamente con el presidente Uribe, bajo cuyo gobierno ejerció como ministro de Defensa–, Melo se ríe.

Frescura y entusiasmo son dos de las características que han logrado que Mockus suba en las encuestas, sobre todo entre los jóvenes, pero también entre todos aquellos que sienten que a Colombia le haría mucho bien reparar ciertos desvíos de la política uribista. Matemático, filósofo y ex rector de la Universidad Nacional, Mockus demostró ser un excelente gerente durante sus dos períodos como alcalde de Bogotá (1995-1997 y 2001-2004), durante los cuales la ciudad cambió notablemente y ganó mucho en seguridad y en planificación urbana.

“Yo creo que las limitaciones de Uribe tienen que ver con el carácter unilateral de su estrategia –explica Melo, en su casa en Bogotá–. El Presidente está centrado tan obsesivamente en el enfrentamiento con la guerrilla, en lo que ha tenido éxitos indudables, que en momentos de exaltación da a entender que para lograr resultados uno se puede ir por atajos paralelos a la ley”.

–No obstante, Santos, a quien se ve como el continuador de esta política, sigue teniendo un gran apoyo.

–Porque el país descansó mucho durante el gobierno de Uribe de la sensación de que la guerrilla lo tenía sitiado. El asedio de la guerrilla ha sido terrible para nosotros.

–¿Qué responde usted a quienes dicen que Mockus, a pesar de tener ideas interesantes, no posee la firmeza de Uribe de plantarse ante las FARC?

–Mockus comparte el objetivo de enfrentar a la guerrilla, de acabar con ella. Él tiene algo muy bueno y es que combina algunas de las políticas que ha aplicado Uribe, pero con una insistencia muy fuerte en el respeto a la ley. Es evidente que este gobierno, con el objetivo de obtener resultados, ha hecho cosas que son muy discutibles desde el punto de vista legal. Por ejemplo, eso de darle un premio a un guerrillero que mató a otro guerrillero cuando estaba dormido y le cortó la mano para probarles a las autoridades que de verdad lo mató, es un mal ejemplo moral para el país.

Melo se refiere al caso del guerrillero Pablo Montoya, alias “Rojas”, quien en marzo de 2008 asesinó a Iván Ríos, su jefe y miembro del alto mando de las FARC, lo mochó y se presentó con la evidencia ante las autoridades colombianas. El Gobierno asumió el crimen de Montoya como un triunfo y le pagó una recompensa.

Continúa: “Yo creo, incluso, que Mockus ha sido más coherente en su firmeza ante las FARC que Uribe, quien en algún momento llegó a plantearle a la guerrilla que estaba dispuesto, si entraban en una negociación, a establecer una Constituyente. Esa es una concesión que en ningún caso puede hacerse. Y precisamente porque es más coherente, Mockus podría ser una eventual interlocutor para el desarme de la guerrilla. No se trata de negociar qué tipo de país vamos a construir con los guerrilleros, porque ese es un derecho que sólo se puede obtener en las urnas, sino cómo van a rendirse”.

–¿Qué otras críticas tiene para el gobierno de Uribe?

–Que no ha habido una coherencia en el manejo económico. El Presidente tiene la visión de que la manera de desarrollar la economía es darle un apoyo muy fuerte a la inversión, y que eso significa subsidiar y darles todos los favores posibles a los empresarios, lo que ha afectado negativamente a otros sectores de la población. Por ejemplo, durante el gobierno de Uribe se otorgaron subsidios extraordinarios al terreno agrícola que beneficiaron a los altos sectores económicos pero faltó atender a los sectores medios rurales, que son los que cultivan, muchas veces, las productos de nuestra alimentación: verduras, frutas, etcétera.

–¿Qué propone Mockus al respecto?

–Para Mockus el desarrollo productivo está ligado a que se respete la ley, a que los empresarios que juegan limpio no se enfrenten a una competencia desleal contra los que juegan sucio, los que no pagan impuestos, los que no les pagan bien a sus trabajadores, los que no cumplen las leyes laborales.

–La educación es otro de los ejes de la campaña, ¿no es cierto?

–Sí, y en este terreno el gobierno de Uribe ha sido muy eficaz, hizo una gran reforma, puso orden en el sistema educativo del país, creó instituciones capaces de funcionar bien y amplió la cobertura escolar en primaria y secundaria. Nos deja una buena herencia.

–En cuanto a debilidades, ¿cuáles observa en Mockus?

–A veces se queda como suspendido cuando está dando explicaciones porque advierte que alguno de sus argumentos no es tan correcto. Entonces uno pierde el hilo y probablemente él también. Eso se ha caricaturizado y se dice que es difícil entenderlo. Lo que ocurre es que le llegan ideas nuevas continuamente. Ahora bien, la queja fundamental que se le hace sobre su primer período como alcalde de Bogotá es que no ejecutó muchas obras. Pero eso tiene una razón, y es que Mockus llegó a la Alcaldía sin ningún respaldo del Concejo Municipal: tenía un solo concejal de cerca de 40. Gobernar así fue complicado. El no aceptó la condición de los concejales, muchos de los cuales pertenecían a una tradición política clientelista, de que le aprobarían el presupuesto para los proyectos si él aceptaba a su vez encargar esos proyectos a personas vinculadas con los mismos concejales. Mockus se negó y eso causó una gran crisis, hasta que el Concejo se dio cuenta de que no aceptar su manera de trabajar era un suicidio político. Entonces comenzaron a colaborar con él sin que hubiese cedido un milímetro.

–¿Cree que Mockus cambiará las políticas que Uribe ha sostenido con Venezuela si llega a la presidencia?

–Las relaciones de Colombia y Venezuela tienen una larga historia de vínculos, amistades, historias e intereses comunes. Aunque puede haber algunas razones para las tensiones entre Colombia y Venezuela, la principal parece ser que ambos presidentes han encontrado productivo elevar la tensión con el país vecino, para convocar a su alrededor la solidaridad nacional contra un enemigo posible e imaginado en buena parte. Yo creo que por el talante reflexivo y sobrio de Mockus, los elementos personales no tendrán peso en la política internacional, que seguirá unos principios claros: no intervención en los asuntos de Venezuela, rechazo a cualquier intervención del gobierno venezolano en asuntos de Colombia. Si hay divergencias, seguramente seguirán los canales diplomáticos de solución, tratando de reducir los elementos mediáticos y de espectáculo. Por esto, creo que posiblemente van a mejorar substancialmente las relaciones con Venezuela, más por razones de forma y estilo, sin que esto represente una aproximación especial entre los dos gobiernos, que seguramente mantendrán  distancia y divergencias en muchos puntos claves.

–¿Qué desafíos plantearía a la democracia colombiana el triunfo de Santos?

Todos los candidatos con oportunidad: Mockus, Santos, Sanín, Pardo, son políticos sensatos. Ninguno tiene una idea perversa del país. Yo creo que Santos, de acceder a la presidencia, no seguiría tan de cerca las políticas radicales de Uribe. Es un hombre más tradicional y una persona con mucha capacidad. Afortunadamente, las opciones que tenemos para después de Uribe no son trágicas. Confío en la fortaleza de la democracia colombiana. Este país no se va a ir al diablo.

Breve retrato

Jorge Orlando Melo nació en Medellín en 1942. Es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Nacional de Colombia con estudios de postgrado en historia latinoamericana en University of North Carolina y Oxford University. Ha sido profesor de la Universidad Nacional, Universidad del Valle, Universidad de los Andes y Duke University, entre otras. Fue decano de investigaciones, vicerrector académico y rector encargado de la Universidad del Valle. Entre 1990 y 1993, fue consejero presidencial para los Derechos Humanos, y entre 1994 y 2005 fue director de la Biblioteca Luis Ángel Arango, una de las más famosas de Bogotá. Es miembro del Consejo Directivo de la Fundación Santillana para Iberoamérica, del Consejo Superior de la Universidad Nacional y del Consejo Nacional del Libro y la Lectura. Tienen innumerables libros sobre historia de Colombia, es articulista del diario El Tiempo y tiene una página web (www.jorgeorlandomelo.com) donde pueden leerse muchos de sus trabajos.

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Foto exterior: torresdeplata

Foto interna: Amir Saghir

Diego Arroyo Gil 

Comentarios (4)

Eduardo Mujica Alvaréx
29 de abril, 2010

Me parece una excelente visión de lo que ocurre en Colombia, con un análisis muy detallado de la política de ese hermano país, desde Venezuela.

Alonso García
30 de abril, 2010

Ojalá gane el loco Antanas. El tipo es tan honesto, tan genial, tan inteligente y capaz, que no parece político.

Faustino Villagrán
30 de abril, 2010
carlos pfeiffer arte
2 de mayo, 2010

gracias! post muy

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