Lunes de Patricia

Obama bajo peligroso fuego

Por Prodavinci | 19 de octubre, 2009

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Elegirlo es el peor error que ha cometido Estados Unidos —vocifera un viejo taxista del color de la leche que me conduce hacia el oeste de Manhattan. — Él está llevando a este país al socialismo, ¿no cree? — me pregunta.*

— No entiendo por qué lo dice — le respondo.*

El hombre, enfurecido, manotea… Temo que se estrelle: no mira a través del vidrio sino que me muestra sus ojos inyectados de ira reflejados en el espejo retrovisor.*

— ¿No se da cuenta de que él pretende volver pública la salud? ¡Y convertir en estatal lo que es privado es socialismo! —me grita.*

Cuando trato de explicarle que, hasta donde entiendo, la reforma de Obama sólo busca que la gente tenga la opción de escoger entre usar un servicio público de salud o uno privado, el taxista vocifera más.*

— ¡Y ahora le dan el Premio Nobel de la Paz! —alega con furia.*

— ¿Y él qué culpa tiene? —insisto.*

— ¡Mire, lo que le garantizo es que ese tipo no será reelegido: el país no lo permitirá! —exclama.

En ese momento le pago la carrera, me bota en la calle 80 con River Side Drive y parte a toda velocidad.

Mientras espero en el lobby del hotel a June Erlick, directora de la revista de Harvard para América Latina, con quien tengo una cita, recuerdo la imagen que vi en CNN justo cuando acababan de anunciar el Nobel de Paz para Obama: un hombre advertía, “¡yo lo mato, yo lo mato!”, a propósito de su propuesta de reforma a la salud.

Luego de saludar a June, le comento mi preocupación de que se pasen esas imágenes por TV, en un país donde las armas se venden libremente y no es extraño que asesinen presidentes.

Ella afirma que es aterradora la campaña contra Obama, y agrega:

— Si el debate se estuviera dando sobre la guerra en Afganistán, o sobre el desarme nuclear, o algún tema similar, yo entendería. ¿Pero sobre esa reforma a la salud?

Entonces dice que a Obama no sólo lo ataca la derecha, sino que también la izquierda lo critica porque aún no ha cumplido sus promesas, comenzando por el cierre de la prisión de Guantánamo.

— Yo prefiero pensar que está siendo inteligente y que va paso a paso —afirma June.

— Pero corre el riesgo de quedarse con el pecado y sin el género —le comento.

Luego de despedirme de mi amiga, tomo otro taxi, esta vez conducido por un dominicano que lleva diez años en Nueva York.

— ¿Qué opina de Obama? —le pregunto, como lo he hecho siempre en los taxis aquí.

— Que es un gran presidente, pero que los racistas no lo quieren dejar gobernar. ¡Si fuera blanco, no lo atacarían de esa manera!

En efecto, durante estas dos semanas en Estados Unidos, he tenido la sensación de que el racismo está resucitando con un vigor insospechado, que la derecha no perdona que un miembro de las tan despectivamente llamadas “minorías” haya llegado al poder y que la peligrosa guerra verbal que racistas y derechistas libran contra el primer presidente negro de Estados Unidos puede pasar a mayores, como hace poco lo propuso la página de Facebook que pidió la muerte de Obama…

Ojalá mis temores sean infundados… Ojalá me equivoque… Ojalá no se malogre el sueño de Martin Luther King, y Barack Obama no tenga su mismo glorioso pero triste final…

Fuente: El Espectador

Imagen: Ben Heine

Prodavinci 

Comentarios (3)

Elba Miranda
20 de octubre, 2009

Los riesgos del radicalimo siempre han estado presente en la sociedad norteamericana. Y ahora parece que tienen de sandwich a Obama, atacado por los dos extremos. Esperemos que esto no pase de simples ideas porque no puede saberse las consecuencias de las acciones de los extremistas.

Belkis López
20 de octubre, 2009

Comparto la preocupación de la columnista ante tales manifestaciones de fanatismo.Pero no me parece que se puede afirmar que lo atacan la derecha y la izquierda,quienes lo atacan son los fanáticos estupidos de ambos lados

lucia alvarez
20 de octubre, 2009

por fin un gobernante en estados unidos toca los poderes de los servicios de salud y los seguros medicos con todos sus tentaculos del consumismo remediero. y esperemos que el país haya desarrollado suficiente criterio de justicia social para permitir que esa reforma siga adelante. si no, y matan a obama o se bloquea el proyecto, es que el país no esta maduro y se merecen estar donde estan en términos de servicios de salud: pagando directamente o pagando seguros medicos. pero lo peor es, pagando con su salud el ser recipientes de unos servicios de “salud” altamente toxicos y contaminantes, y generadores de altos costos energéticos para el planeta tierra. que las fuerzas divinas protejan a ese hombre y a sus proyectos y sueños!

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