Los niños que son castigados físicamente presentan, cuatro años después de haber sido castigados, un coeficiente intelectual menor al de los niños que no reciben castigos físicos, de acuerdo con las investigaciones del Doctor Murray Straus de la Universidad de New Hampshire. Straus encontró que la diferencia en el coeficiente intelectual a favor de los niños no castigados físicamente era de al menos 5 puntos. Otro resultado interesante de la investigación es que se observa un menor coeficiente intelectual promedio en las naciones donde castigar físicamente tiene mayor prevalencia.
La investigación no aclara si la relación entre el castigo físico y el coeficiente intelectual es una relación de causalidad o de correlación. Si es de causalidad, el castigo físico afecta el desarrollo cognitivo de los niños, probablemente producto del estrés que genera en los niños ser castigados físicamente. Si la relación es de correlación, a menor nivel intelectual en un hogar se observa una mayor prevalencia de castigos físicos. Muy probablemente exista tanto correlación como causalidad en la relación castigo físico-desarrollo de la inteligencia. En todo caso, como Starus dice, el castigo físico de los niños es un problema de salud pública que debe ser atendido.
Por cierto, ya en 24 países el castigo físico en los niños es ilegal.
Juliet Mendoza
Investigaciones del Dr. Straus: Pulse aquí.
Foto: Zaqi