Desarrollo

Una teoría sobre las dictaduras militares

La promoción de la democracia constituye una meta de la política exterior en la mayoría de los países industrializados. Comprender la lógica política-económica que rige las transiciones democráticas es un factor necesario para poder formular esas políticas. Esta columna describe un reciente e importante avance en el pensamiento teórico sobre el rol de los militares en la democracias y las dictaduras.

Por Prodavinci | 27 de julio, 2009

Por Daron Acemoglu, Davide Ticchi, Andrea Vindigni

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A través de la historia, los militares se han ocupado de mucho más que la defensa nacional. Durante el período intermedio de la Roma Imperial, por ejemplo, el hecho que los militares tuviesen influencia en la selección del nuevo emperador llegó a ser una costumbre. En la época moderna, prácticamente todas las naciones de América Latina y África han pasado por intervenciones militares, muchas veces culminadas en un golpe del que luego surge una dictadura militar. También hay diversos ejemplos de participación militar en la política interna de los países, incluso en las democracias que aparentemente se encuentran bien consolidadas. En 1958, el gobierno de Francia elegido democráticamente fue obligado a retirarse después de su confrontación con un comando militar unificado.

Mientras los economistas han estado estudiando la lógica política de la transición en las épocas en que los países ingresan o salen de una democracia (por ejemplo: Wintrobe 1998 y Dixit 2006), el rol de los militares ha sido ampliamente ignorado. En nuestro más reciente trabajo, A Theory of Military Dictatorships (Teoría sobre las Dictaduras Militares), damos un primer paso a fin de establecer un marco sistemático para analizar el rol de los militares en las políticas internas. Nuestro objetivo final es comprender los tipos de regímenes no-democráticos que sobreviven con el apoyo de los militares, los que generan una intervención por parte de los militares y la razón que lleva a los militares a alinearse con ciertos segmentos de la población, en contra de los otros.

Nuestro marco analítico base es muy simple. Dos grupos, la élite adinerada y los ciudadanos, están en conflicto en los regímenes tanto democráticos como no-democráticos. En democracia, las políticas de redistribución benefician a los ciudadanos a expensas de los más adinerados. En la oligarquía, la élite mantiene su riqueza, pero debe crear (y pagar) una fuerza militar represiva para poder quedarse en el poder. Sin embargo, esta fuerza militar represiva es una espada de doble filo; una vez que se crea tiene la posibilidad de establecer una dictadura militar, confiscando el poder de los gobiernos oligarcas o democráticos. Allí radica el conflicto del riesgo moral político que sirve de núcleo a nuestro marco.
Este marco analítico de trabajo nos ayuda a pensar sobre la relación de los militares con la oligarquía; específicamente sobre las condiciones en que los militares actuarían como perfectos agentes de esa élite, y las condiciones en que los militares se enemistarían con esa élite y tratarían de establecer su propia dictadura.

Además, el marco aclara las ideas sobre el rol de los militares en las épocas de transición hacia la democracia. El elemento clave tiene que ver con la credibilidad respecto a los beneficios o provecho futuros. Dado que la oligarquía necesita una fuerza militar represiva, mientras que la democracia no, el compromiso de los oligarcas respecto a los beneficios o provechos futuros resulta creíble mientras que el compromiso de un gobierno democrático no. En consecuencia, nuestro marco sugiere que el golpe militar contra una democracia es más probable que contra una oligarquía, debido a la incapacidad de los regímenes democráticos para comprometerse a no reformar la fuerza militar en el futuro. No obstante, también es posible que se presente un golpe militar contra una oligarquía cuando el problema del riesgo moral es realmente grave. En este caso, el punto se centra en la premisa de que los golpes contra una oligarquía tienen una probabilidad de fallar.

Esta perspectiva también sugiere que la probabilidad de un golpe militar aumenta cuando el rol externo de los militares es más limitado. Cuando se necesita una sólida fuerza militar para la defensa nacional, los regímenes democráticos se pueden comprometer a mantenerla en forma relativamente amplia, con lo que disminuye el incentivo para que los militares tomen el poder en las primeras etapas de la democracia.

Este marco de trabajo también predice que las relaciones históricas entre los regímenes no-democráticos y los militares son importantes para la consolidación de la democracia, una vez que ésta logra surgir. Si la élite crea una sólida fuerza militar para evitar la democratización, entonces esta fuerza estará presente en la primeras etapas de la naciente democracia. Sin embargo, como la democracia no necesita el mismo grado de coerción que los regímenes no-democráticos, los militares presagian reformas por parte del gobierno con el fin de reducir su tamaño y poder, lo que les induce a emprender acciones contra el recién instaurado régimen democrático, a menos que se establezca el compromiso de mantener continuidad en el rol político de los militares y se puedan hacer otras concesiones importantes.

Otros factores que nuestro marco considera importantes son el grado de desigualdad en los ingresos y la abundancia de recursos naturales. Cuando hay mayor desigualdad, se incrementa el conflicto entre la élite y los ciudadanos, y los regímenes oligárquicos tienen más interés en mantener el poder a través de una fuerza militar más sólida. Lo que, a su vez, aumenta el riesgo de una intervención militar, tanto durante la oligarquía como una vez que logre surgir la democracia. Los recursos naturales aumentan aún más los elementos políticos en juego y resulta más difícil evitar el conflicto del riesgo moral, ya que los militares pueden explotar estos recursos una vez que toman el poder. De esta manera, se incrementa la probabilidad de intervención militar.

Conclusiones

Una de las implicaciones más importantes de este programa general de investigación es que cuando se trata de dar forma o influenciar una transición hacia la democracia, es importante que los hacedores de políticas consideren las complejidades que conlleva esta interacción entre tres partes, la élite, los militares y los ciudadanos. Nuestra teoría da un primer paso a fin de establecer un marco sistemático para analizar el rol de los militares en la política interna de un país, esperamos estimular más investigaciones empíricas y científicas que nos permitan comprender los factores que generan el surgimiento y la permanencia de los regímenes democráticos.

Referencias

Acemoglu, Daron, Davide Ticchi y Andrea Vindigni (2008). “A Theory of Military Dictatorships.”  Oficina Nacional de Investigación Económica, Ensayo de Trabajo No. 13915.

Dixit, Avinash K. (2006). “Predatory States and Failing States: An Agency Perspective,”  Ensayo de Investigación sobre Política Económica, Princeton.

Wintrobe, Ronald (1998) The Political Economy of Dictatorship, (La Economía Política de las Dictaduras) New York; Cambridge University Press

Vía: VoxEU

Imagen: Pedro Manuel Monteiro

Prodavinci 

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