Arte

Actualidad y futuro de los museos en Venezuela… ¿De la década del silencio a la década de la oscuridad? (II)

Por Prodavinci | 27 de junio, 2009

Paso por allá

2-dhulsPor Lorena González

Ustedes tienen que aprender a ver…
Miguel Arroyo

Tal vez uno de los aspectos más inquietantes a la hora de comentar y destacar la situación actual de los museos en Venezuela, esté relacionado no sólo con el silencio expositivo e historiográfico al que hemos acudido en los últimos diez años, sino también con el desvanecimiento de todo lo que la institución del museo generaba como espacio de múltiples relaciones.

Es necesario destacar que aunque el curso de cada una de estas instituciones adolecía de problemáticas particulares, el sistema, diverso en sus políticas y líneas de acción, generaba una interesante cadena de acontecimientos: por un lado, se invertía en la exhibición de artistas y muestras foráneas de todos los tiempos con lo cual se nutrían las referencias y se activaba la producción nacional, por otro lado se consolidaban las propuestas locales, diversificando sus espacios y otorgando un lugar expositivo para el arte venezolano, desde los maestros más reconocidos hasta las generaciones más noveles. Todo ello era nutrido a su vez por un sostenido programa de salones emergentes y bienales contemporáneas, que no sólo ponían en diálogo las diversas variables de la producción nacional, sino que también activaban un intercambio constante con la producción latinoamericana y de otros continentes.

Del mismo modo, las políticas institucionales de estos museos trabajaban en la adecuada documentación y en el enriquecimiento crítico de cada uno de sus eventos: catálogos, libros de estudios, conferencias, charlas, encuentros y seminarios. Mientras tanto, los departamentos de educación desarrollaban sistemas de conexión con grupos comunitarios, visitantes, estudiantes y minorías, a través de estrategias educativas contemporáneas, que profundizaban en las relaciones arte/comunidad.

Finalmente, el sistema de los museos en Venezuela comportaba un importante e irremplazable centro de formación profesional. En ellos se educaban y desarrollaban profesionalmente museógrafos, promotores, talleristas, registradores, conservadores, curadores, guías de sala, educadores, editores, correctores, administradores de bienes culturales, fotógrafos, diseñadores y arquitectos, entre otros cargos y labores que como la Conservación, la Curaduría y la Museografía no existen como opciones académicas en las universidades de nuestro país.

Hace unos meses, la tienda de la antigua Galería de Arte Nacional, remató a precios escandalosamente bajos, todas las publicaciones que durante varias décadas documentaron la historia y las reflexiones sobre el desarrollo de las artes plásticas venezolanas. En la actualidad, se encuentran casi desiertas las Gerencias de Museología, las cuales en algunos momentos, llegaron a tener una planta de hasta nueve curadores -como lo fue el caso del MBA- y donde se formaron reconocidos investigadores. En todos los casos (MBA, MUJABO, MAO, GAN, Michelena, Cruz Diez y MAC) no existen líneas de acción definidas, ni programaciones expositivas, ni adecuados procesos editoriales, de museografía y/o conservación que permitan el libre ejercicio del arte en el espacio.

Hoy en día, mis alumnos de la Escuela de Letras de la UCV escasamente recuerdan la labor de los museos. Es lógico, hace una década tenían diez años. Dentro de diez años más la sombra del silencio posiblemente ceda su paso y en los albores del 2021, la tachadura de la historia nos haga pasar de la década del silencio a la década de la oscuridad. En la oscuridad es casi imposible aprender a ver, tal y como tan lúcidamente lo recomendó Miguel Arroyo, padre de la museología en nuestro país.

Entrada anterior de la serie

Actualidad y futuro de los museos en Venezuela…¿la década del silencio?

Prodavinci 

Comentarios (4)

Marcel del Castillo
30 de junio, 2009

Hola Lorena

Esa sensación y realidad que cuentas tan desoladoramente es una verdad que cada día afecta más la cultura del caraqueño. “Salir a ver los museos”, “ver exposiciones de maestros nacionales o internacionales” esta perdiendo el sentido semántico en esta ciudad.

Como cualquier persona dedicada al arte, me provoca recelo, bronca, indignación, depresión, ver como los espacios dedicados a la cultura se van diluyendo en el desuso, en la desidia y en la poca participación.

Esta excelente y muy oportuna tu reflexión.

Un abrazo

Fernando Paris
30 de junio, 2009

Lorena: ¿Me vas a seguir golpeando con la realidad? No sigas, por favor. Déjame con mi cabeza en el hoyo. No quiero seguir enterándome de las atrocidades que nos hacen. Cuando saque la cabeza y enfrente las ruinas, me maldeciré por mi silencio e inmovilidad. ¡Chito!… ya vienen… A lo mejor no se dan cuenta de que estoy aquí…

akito
2 de julio, 2009

Lorena hola… recien me di tiempo para leer los articulos, yo no puedo hablar de la realidad de los museos en Caracas por obvias razones, la manera en que planteas la problematica es acertada porque no solo se trata de como funcionan, que se exponen si no tambien de cual es el aporte que el museo da mas alla de sus salas de exhibicion. Es en los museos que deberian gestarse proyectos y acciones que mejoren la parte profesional relacionada a las actividades que en el museo se realizan, curadurias, museologia, gestion cultural, conservacion, etc.

Al leerte me doy cuenta siento la misma sensacion en relacion a los museos de aqui en Lima, aunque museos de arte no hay muchos, contamos con lo que hacen las galerias privadas y los centros culturales ligados a instituciones educativas o especificas.

No puedo negar que el Museo de Arte de Lima ha mejorado notablemente tanto en infraestructura como en el tipo de exposiciones y en diversos puntos cumple una funcion destacada con taller que brinda, pero diriamos que es el unico, ademas que por ser “el museo” en Lima, tener su propia coleccion y recibir visitas de expositores extranjeros no es una puerta muy abierta a nuevos artistas, nuevos intereses… existen otros museos pero no son muy conocidos o no han mejorado, hay excepciones como el Museo del Banco Central de Reserva del Perú.

Llevamos años en una batalla por tener un Museo de Arte Contemporaneo, existe el espacio por cierto un muy buen espacio, existen las intenciones eso creemos, pero diversos intereses han provocado que ese espacio se convierta en un elefante blanco, permanece inmovil, que eventuales muestras pero sin poder explotar su potencial.

Pero yo mas alla de eso y no se si se dara en Caracas pero puedo creer que toda la situacion es generadora de una busqueda de espacios, de nuevos espacios y eso me parece interesante, es por esta situacion que los centros culturales, los colectivos con sus propios espacios, la toma de las calles, la aceptacion de espacios no tradicionales permiten el desarrrollo de nuevas propuestas acompañadas de propuestas clasicas crando una convivencia y desarrrollo de las expresiones, y quizas lo mas importante un acercamiento con la sociedad mas horizantal, mas directo.

creo que escribi mucho… saludos, besos

Maria Cristina Arria
10 de julio, 2009

Todo lo que dices es muy cierto y triste, cuando recordamos los tiempos de la inmensa actividad cultural en que tuvimos la dicha de vivir y participar, los tiempos de Fundarte, El Ateneo, y todos los Museos maravillosos donde descubrimos todas las formas del arte, los Salones de Dibujo, Fotografia, Arte Popular, Performans. Arte en la Calle, Escultura 85 y pare de contar y de llorar, no podemos quedarnos quietos, todos debemos seguir haciendo cada cual lo suyo lo mejor posible. Este es un pais demasiado bello, lleno de gente cariñosa, con talento y buen humor no podemos dejarnos quitar lo que Dios nos dio, el cariño que nos tenemos todos

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