Diario de Alejandro Oliveros

Diario: Última ratio y modernidad

Por Alejandro Oliveros | 20 de abril, 2009

Toda la noche lloviendo para alegría de los montes y los pájaros. No debo haber dormido mucho porque recuerdo el ruido de la lluvia cayendo incesantemente. Me desperté a las 3 am pero caí de nuevo antes del amanecer. No me siento en la mejor de las formas para comenzar esta semana, la tercera de nu mes inmortalizado por Eliot en la conocida línea de Tierra baldía.

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Según una encuesta de la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas, el 40.9% de los encuestados cree que lo que les ocurre en este momento es producido por factores que escapan a su “capacidad de intervenir en ellos”.

Concluyen los autores del escrutinio, en accidentada prosa: “Nuestra hipótesis es que esta es una respuesta a los altos niveles de anarquía e incertidumbre que existen en el país, donde la desinstitucionalización (sic) del Estado, pero también la delincuencia y la inseguridad, se encuentran entre los factores que pueden explicar este desplazamiento de gente que atribuye lo que les sucede a factores como la suerte, el destino o Dios.” Ernst Cassirer, en su análisis del comportamiento irracional de sociedades avanzadas, cita a Malinowski sobre algunas sociedades primitivas: “En todas aquellas tareas que no requieren esfuerzos especiales y excepcionales la magia y la mitología no aparecen. Pero siempre que hay una empresa peligrosa y de resultados inciertos, surge una magia elaborada y una mitología conectada con ella. ” Poco más adelante, Cassirer recuerda que este “asalto a la razón” se produce no solamente en este tipo de culturas. También en civilizaciones desarrolladas este refugio en la “ultima ratio” ha producido manifestaciones lamentables:

Esta descripción del papel de la magia y la mitología en la sociedad primitiva
se aplica no menos a las fases muy adelantadas de la vida política del hombre.
En situaciones desesperadas, el hombre recurre siempre a medidas desesperadas-
y nuestros mitos políticos contemporáneos han sido estas medidas desesperadas.
Si la razón nos falla queda siempre una “ultima ratio”, queda el poder de lo mi-
lagroso y misterioso.

En todos los momentos críticos de la vida social del hombre las fuerzas racionales
que resisten el resurgimiento de las viejas concepciones míticas, pierden la segu-
ridad en sí mismas. En estos momentos, se presenta de nuevo la ocasión del
mito. Pues el mito no ha sido derrotado y subyugado. Sigue siempre ahí, acechando
en la tiniebla, esperando su hora y su oportunidad. Esta hora se presenta
en cuanto los demás poderes de vinculación de la vida social del hombre
pierden su fuerza por una razón u otra, y no pueden ya combatir los demoníacos
poderes míticos.

Pero si bien el hombre moderno ya no cree en la magia natural, no ha abandonado
en modo alguno la creencia en una especie de magia social.

Estas situaciones sociales, donde el asalto a la razón pasa como algo perfectamente racional, son imprevisibles para la mayoría. El triunfo de la “ultima ratio” es el eclipse de la razón crítica. Y sólo el ejercicio sostenido de la “razón crítica”, no instrumental, puede sacar a estas sociedades del oscuro abismo, el “gouffre obscur”, donde han ido a parar. Siempre, detrás de la “ultima ratio” se encuentra, agazapada, la figura del caudillo providencial, mesiánico, que vendrá, o ya está aquí, para resolver los problemas de ese 40,9% de la población venezolana que se cree incapaz de encontrar solución a sus conflictos, emocionales y/o materiales. Ocurrió varias veces durante el siglo veinte y se asumió como una expresión política de la modernidad. En 1922 en Italia, en 1932, en Alemania y, mucho me temo, a finales del milenio en Venezuela.

Alejandro Oliveros Alejandro Oliveros, poeta y ensayista, nació en Valencia el 1 de marzo de 1948. Fundó y dirigió la revista Poesía, editada por la Universidad de Carabobo. Ha publicado diez poemarios entre los que figuran El sonido de la casa (1983) y Poemas del cuerpo y otros (2005). Entre sus libros de ensayos destacan La mirada del desengaño (1992) y Poetas de la Tierra Baldía (2000).

Comentarios (1)

Samuel González
21 de abril, 2009

Querido Alejandro:

Hiciste recordar, al hablar de razón crítica, esa frase que Octavio Paz puso en algún lugar de su libro “Corriente alterna”, y que dice: “La crítica es la única vacuna contra la peste del siglo XX -la peste autoritaria.

Hoy nos va la vida en ello -como dirían los españoles.

Gracias.

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