Caracas, jueves 26 de marzo de 2009
6.30am
Varias horas durmiendo sin descanso por un episodio de apnea. No ha andado muy bien mi sistema parasimpático estos días. En la madrugada, algunas gratas imágenes en el sueño que salvaron la noche. Pero lo que queda es el dolor de espaldas. Tal vez he estado muy tenso sin saberlo. Siempre estoy tenso y siempre me duele la espalda. Aunque, desde hace unos días, la dolencia es mayor. Y ahora cuento que no son pocas las razones. De trabajo, académicas, unas, pero existenciales la mayoría. La menos tolerable es la ausencia de creatividad. No he llegado a escribir un verso en lo que va de año. La novela, de nuevo detenida. Así como los demás proyectos. Entre los cuales, un Diario de Viajes y dos ensayos sobre artistas y poetas amigos. No he escrito nada, sencillamente. Y de la nada sólo sale la nada, como diría el Rey Lear. Desde temprano, dedicado a redactar una conferencia sobre Virgilio, animado por el Concierto No.1 para violín, de Bartók. Y por la luz, que sin ser la más transparente, extiende una ternura que ya quisiéramos fuera de todos los días.