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Y quién dice que las melodías y acordes que nos llegan a través del oído son intocables para el alma. Es arte que no sólo se traducen o puede ser concebida en conservatorios y teatros. Las calles de todas las ciudades del mundo están plagadas de talentos desprendidos de intereses que dedican su vida a cantarle a otros por un mínimo sustentos.
Son los juglares de la época contemporánea, que ahora se reúnen traspasando fronteras, y sin siquiera conocerse gracias a los adelantos de la tecnología y al ímpetu de dos personas que decidieron fundar Playing for Change.
Esta fundación que nació hace más de diez años de la mano de los directores Mark Johnson y Jhonatan Walls, fue concebida bajo la premisa de que la música puede sacar a millones de seres humanos de sus ambientes de pobreza, violencia y miseria. Las notas musicales no sólo alienta el intelecto, sino que calman la angustia de la pobreza y siembran la esperanza de un mundo sin desigualdad.
Estos dos productores con un film en sus hombros y miles de proyectos en sus sueños están claros en que la fundación surgió ante preocupación por un mundo mejor y por la unión de las razas humanas a través de una de las pocas cosas que lo puede lograr: la música.
Este proyecto ha invertido el esfuerzo de más de 100 músicos callejeros de todo el planeta. Desde la India, Sudáfrica, Italia, Brasil y Venezuela y bajo el lema “Paz a través de la música”. Playing for Change Foundation construye y presta soporte económico a una escuela de música en la aldea de Guguiethu en Sudáfrica y su objetivo es crear un ambiente de inspiración y de acceso a la tecnología aplicado a la música para niños y jóvenes, facilitándole incluso sus propios instrumentos. También se encuentra en este momento reconstruyendo dos centros de refugiados tibetanos en Dharamsala, India y en Katmandú, Nepal.
En su portal de Internet se pueden encontrar no sólo los videos de los juglares callejeros, sino también las presentaciones que se hacen a favor de la fundación en todo el mundo, y la manera cómo cualquier persona puede aportar su contribución.
A través Youtube y del portal de Playing for Change se pueden bajar piezas de todos los tiempos como “Stand By Me”, interpretadas bajo un acople perfecto por cantantes itinerantes que nunca se han conocido y viven en puntos opuestos del mundo. Una excelente muestra de cómo las armonías musicales atan lazos sin importar la lengua, la cultura o el lugar del globo terráqueo. “Yo toco en la calle porque decidí cantarle al mundo”, así se expresa uno de los músico de New Orleáns, ubicado en las calles y grabado en vivo para demostrar que algunas iniciativas, aunque difíciles sí se pueden lograr.
HT: Guillermo Scharffenorth
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15 de marzo, 2009
Definitivamente en el mundo pasan cosas maravillosas como ésta. Saber que hay gente que realmente está decidida a salir de la miseria es un gran consuelo en estos tiempos. Buen artículo. Felicidades.