Virginia Rosales López es doctora en Economía Aplicada por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente es profesora de Economía Política en la Universidad de Granada. Aquí pueden consultar su curriculum completo. Virginia nos respondió las preguntas que hemos diseñado en Prodavinci para académicos. Aquí van las preguntas y sus respuestas.
1. ¿En qué proyecto de investigación te encuentras trabajando actualmente?
VR: Actualmente tengo varios frentes abiertos. Los dos que más tienen que ver con mi especialidad son, por un lado, un estudio sobre el desempeño de los sistemas judiciales y los incentivos que las leyes procesales crean en la oferta y demanda de justicia. Y por otro lado, un estudio para evaluar los costes del delito en España y el diseño de políticas de prevención del Crimen.
2. ¿Cuál es la idea más interesante que has leído o escuchado recientemente?
VR: Últimamente he estado leyendo mucho sobre la actual crisis financiera que estamos viviendo a nivel global. Me parece que en la discusión que se ha generado en torno a ésta, las ideas de los premios Nobel Stiglitz y Krugman son de las más interesantes y sensatas. Ambos abogan por una mayor regulación de los mercados financieros para que no vuelva ocurrir algo similar a lo que ha ocurrido. También defienden la intervención del estado para activar la economía. En este sentido, pienso que estará por verse si las recetas keynesianas serán tan efectivas en esta crisis como lo fueron en la gran depresión. Lo que echo de menos en estos momentos es que haya un economista de la talla de Keynes que aporte una manera totalmente nueva y rompedora de abordar la economía.
3. ¿Qué has leído durante el último año que nos pudieras recomendar?
VR: Hay un libro excelente que recomiendo a mis alumnos que se titula “Historia de un Economista: Un consultor se enfrenta al hambre y al Banco Mundial.” Su autor, Peter Griffiths narra una experiencia vivida en Sierra Leona. Es muy ilustrativo sobre lo ineficientes (e incluso inmorales) que pueden llegar a ser las recetas preconcebidas y diseñadas por los organismos multilaterales, la mayoría de las veces sin entender la realidad política, social y económica en la que se pretenden aplicar. Hay otro libro no académico escrito por Arturo Pérez Reverte. No me suelen gustar sus novelas, pero sí sus ensayos. En su libro “No me cogereis vivo” derrocha sentido común e inteligencia. Es un intelectual que no se “casa” con ningún partido o ideología política (sea de derechas o izquierdas) y eso me gusta mucho.
4. ¿A cuáles intelectuales o autores te gusta leer o escuchar?
VR: De los académicos relacionados con la economía me gusta mucho leer a Stiglitz, Sen, Posner, Becker y Levitt. Los blogs que suelo visitar con más frecuencia son el Becker-Posner y el de Ángel Alayón.
5. ¿Cuáles son algunas de las preguntas claves que se están tratando de resolver en tu área de investigación?
VR: Una de las cuestiones clave es la evaluación del desempeño de los juzgados. Hay muy poco escrito sobre ello puesto que los datos son muy escasos. Por ejemplo una pregunta típica en este marco es ¿cuán eficientes son los juzgados en la “producción” de justicia? Ello implica el estudio de la asignación de los recursos (económicos, materiales y humanos) dentro del sistema, si se puede producir más justicia con los medios que se tienen o si se pueden reducir los costes de la misma. Sin olvidar por supuesto el estudio de la calidad de las resoluciones, dada la importancia del “bien” que se está considerando.
6. ¿Cuáles son los libros o referencias imprescindibles para comprender tu disciplina?
VR: Los autores pioneros en el área del Análisis Económico del Proceso Legal son Posner, Landes, Gould y Shavell; en España está Santos Pastor. Por otro lado, Cooter, Rubinfeld y Ulen han hecho aportaciones importantes, además, sus libros o artículos divulgativos han facilitado mucho la comprensión del Análisis Económico del Derecho. Por supuesto que no podemos olvidarnos de los aportes de Gary Becker, fundamentales para entender la aplicación del enfoque económico a actividades que tradicionalmente eran consideradas de no mercado.