Fotografía de Roberto Mata
Los datos que usted podrá leer a continuación provienen de la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Salud que este despacho entregó a la Asamblea Nacional de Venezuela el pasado 1 de marzo. Puedes verificarse en el Anexo TABLA, en la página 103 del documento “Memoria“. Hemos revisado en concreto cuatro aspectos que resaltan en esta rendición de cuentas: la mortalidad materna, la mortalidad general, la mortalidad neonatal y el índice de rendimiento de las camas para hospitalización.
1. Mortalidad Materna
La mortalidad materna es un indicador que refleja tanto los programas preventivos (control prenatal) como infraestructura hospitalaria (salas de partos). En cualquier país del mundo el aumento de este índice en un solo año levanta alarmas que movilizan a las autoridades a analizar las posibles causas. En los datos del anuario de mortalidad se observa un aumento sostenido desde 2004 hasta 2012. Y según los datos de 2015 de la propia Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para las Salud, en Venezuela hubo un aumento de 5,5 veces entre 2012 y 2015.
Tanto la magnitud de este aumento como su persistencia en el tiempo son extremadamente preocupantes. No sólo por lo que en específico representa la muerte de una mujer joven y sana, sino por el mensaje que hay detrás de un indicador que revela un profundo deterioro de las estructuras de la atención médica.
El incremento de la mortalidad materna es, sin duda, un retroceso enorme. Si desea darle una magnitud que contextualice su gravedad, estas cifras oficiales nos regresan a valores registrados a mediados de la década de los ochenta. Es decir: hablamos de 30 años de retroceso de la salud en Venezuela, algo que nos hace caer desde los puestos medios en América Latina hasta los últimos de todo el continente.
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2. Mortalidad General
Los datos oficiales de este índice no pueden definirse sino como espeluznantes. Tanto así que nos cuesta creer que este valor sea cierto y preferimos pensar que se trata de un error.
Explico por qué: los datos oficiales suponen que en 2012 fallecían 2,96 pacientes por cada 100 altas. Y según los datos de 2015 publicados en la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Salud, subió a 31%. Es decir: la data afirma que 31 de cada 100 pacientes dados de alta fallecen.
Si estos números son reales estaríamos ante una de las debacles más notorias de la salud venezolana y probablemente de toda la historia del continente. Sin embargo, como ya he dicho, es posible que se trate de un error y que el número que hayan intentado reflejar sea 3,1 de cada 100 altas. Esperemos que, si es así, y al tratarse de un error tan significativo, el Ministerio confirme las cifras entregadas en su Memoria y Cuenta.
3. Mortalidad Neonatal
Este índice refleja la atención a un grupo de pacientes que está entre los más vulnerables: requieren de sistemas de salud de alta calidad, dotados de tecnología, con insumos suficientes y un personal de salud altamente entrenado y calificado.
Sin embargo, los datos reportados en la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Salud reflejan un deterioro masivo de sus índices. Se observa un deterioro de 100 veces este índice, lo cual nos ubica en índices similares a los años cincuenta. Visto de otra manera, una cifra como ésta nos ubica en los números de países en situación de guerra o con los peores sistemas de salud del mundo.
Es necesario recordar que todos estos datos están contenidos en la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Salud de 2015 (en este caso el Capítulo 3, titulado “Logros de la institución”) que fue entregada a la Asamblea Nacional.
Parte de las responsabilidades del Poder Ejecutivo es analizar y explicar los resultados de su gestión a los entes contralores. Y estos datos son una razón clara para exigir una explicación profunda y detallada, independientemente de que se trate de un error de transcripción, algo que en este caso luce poco probable debido a la correspondencia de deterioro en indicadores no relacionados.
Y si no se trata de otro error que demuestra la incapacidad para el manejo y la corroboración de data por parte de los responsables del informe, entonces el hecho de que que estos valores reflejen la realidad de la salud venezolana se trata de algo muchísimo más grave.
Si nuestro sistema de salud tiene un deterioro de esta magnitud, eso no sólo se afectaría a los usuarios del deteriorado Sistema Público, sino a todo el país. Las implicaciones de una situación como la reportada serían duraderas y catastróficas, siendo los más afectados las poblaciones vulnerables, los menos favorecidos, los maginados de nuestro Sistemas Público de Salud.
Las autoridades responsables deben responder a estos señalamientos de forma urgente, veraz y con los argumentos técnicos suficientes.
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4. Índice de rendimiento
de camas para hospitalización
A pesar de la gran necesidad de camas y acceso a los servicios de salud, la ineficiencia en manejo de las camas disponibles se expresa en una disminución de los índices de un 67%. Es decir: en términos de la capacidad de utilización del recurso “camas de hospitalización”, en Venezuela pasamos de 40% a 27% en los últimos 4 años .
En la actualidad existe una desproporción importante entre la oferta de camas y la demanda de servicios. Una de las causas detrás de este fenómeno es que el número de venezolanos se ha duplicado en los últimos 25 años, pero no se ha construido la infraestructura necesaria para satisfacer las necesidades de camas y hospitalización. Y a esto se debe sumar que datos de encuestas nacionales reportan que el 50% del total de camas en los hospitales se encuentran inoperativas, lo cual hace que el valor de la “eficiencia” (paradójicamente llamado así) indique que por cada cama operativa existe otra que no lo está.Es así como la preocupante carencia de camas operativas, de recursos tecnológicos, de talento humano y de calidad en el Sistema Público de Salud promueve la búsqueda de soluciones mas costosas, algo que tiene un impacto mayor sobre los sectores más necesitados.
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