Blog de Efraín Ruiz Pantin

Renunciar al Clásico dejó herido al Rey, por Efraín Ruiz Pantin

Por Efraín Ruiz Pantin | 12 de febrero, 2013

fliz-hernndez

Si Félix Hernández no trató de escudarse en los Marineros de Seattle para buscar una excusa que le permitiese explicar su ausencia del Clásico Mundial no tiene sentido que nadie más salga a hacerlo por él. El lanzador venezolano, en medio de una negociación por lo que se reporta sería un contrato de 175 millones de dólares por las próximas siete temporadas, tomó esa decisión porque consideró que era lo mejor para su carrera. “Ninguna, ninguna”, nos dijo el viernes cuando le preguntamos directamente si Seattle había ejercido algún tipo de presión. En apenas tres minutos dijo cuatro veces que la medida era suya. “Es la decisión que tomé”, subrayó. Lo mismo confirmó su agente Wilfredo Polidor. Aunque especuló con que quizás alguien de Seattle le habló a Hernández, reconoció que no lo puede confirmar. “La decisión es de Félix”, comentó. “Decir que fue por parte de los Marineros es mentir”. Es decir, que cualquier versión contraria es una especulación totalmente innecesaria. Más bien, a Hernández hay que reconocerle la honestidad.

Félix piensa que lo mejor, en este momento, es no asistir al Clásico Mundial de Beisbol. Sus abogados creen lo mismo. “Pienso que esto es lo mejor para mi”, confesó el viernes el pitcher. “Quiero prepararme bastante bien para la temporada con Seattle. Si se da lo que se ha estado hablando, es un compromiso con Seattle y quiero dar lo mejor de mi para el equipo”. Polidor, por su lado, reveló que el hecho de que Hernández no asista al Mundial les puede servir durante las discusiones con los Marineros. “Estratégicamente sería una buena decisión de tu parte”, contó que le dijo a su cliente, “porque así ellos quizás son más flexibles con lo que estamos pidiendo y ven que de verdad quieres quedarte en Seattle, que estás dejando de participar en una cosa bien importante para tu país para que ellos te den el contrato que nosotros estamos buscando”. Es imposible que los motivos estén más claros.

Es una posición respetable y entendible. Con este contrato, los Marineros están haciendo una inversión gigantesca en él. No tiene nada de raro que, si siente que ir al Clásico no es lo mejor, no lo haga. Tiene millones de razones para ser leal al equipo que se está comprometiendo a pagarle todo ese dinero. Y si por alguna razón el acuerdo no estuviese finiquitado antes del Clásico, más sentido tiene no asistir. Sobre todo si, como reportó ESPN ayer, hay dudas sobre el estado de salud de su codo. Lanzar en primavera, sin la presión de ganar o de verse necesitado a forzar un brazo que aún no está listo, no se puede comparar a actuar con el nombre de tú país en el pecho en un juego que cuenta de verdad. Cuesta entender que sea tan difícil comprender las obvias razones que tiene Hernández para haber dicho no.

Los insultos que ha recibido son desproporcionados. La sección de comentarios de los distintos periódicos dan pena ajena, otra muestra más de nuestro deterioro como sociedad. Pensar que nos debe algo por haber nacido en Flor Amarillo, o “porque siempre lo apoyamos”, no es más que un descarado chantaje. Si somos realmente honestos, mucho más ha hecho Seattle por Félix Hernández que Venezuela. Nadie va al beisbol profesional a “apoyar” a los peloteros. Al bueno se le aplaude y al malo le abuchean. Se va a pasar un buen rato, a divertirse. Se paga por ello y se recibe un espectáculo a cambio. Negocio cerrado. ¿Qué es lo que nos debe Félix? ¿O es que los que le vejan iban a su casa a ayudar a su familia cuando todavía no era quién es hoy? Él parece tenerlo claro, por lo menos. “La gente me juzga por el amor al país”, escribió en su cuenta de twitter, @RealKingFelix, “pero primero es mi familia ok”.

Esto no quiere decir que la molestia no es entendible. Acabamos de ver como a Venezuela se le baja del equipo uno de los mejores lanzadores de las Grandes Ligas, la punta de lanza de un cuerpo de pitcheo que aún con él a bordo ya pintaba flojo. Eso, al que es aficionado a la pelota, tiene que dolerle. Es comprensible que alguien que tiene que estirar un sueldito para apenas subsistir en un barrio de Venezuela le cueste entender que otro que ya tiene asegurado más de 80 millones de dólares en salario hasta 2014 le hable de asegurar el futuro de su familia, como si eso no estuviese resuelto. Sólo que eso no puede ser una carta blanca para el insulto, ni convierte a Félix Hernández en un traidor a la patria. Tampoco lo hace menos venezolano que nadie. Pero esto lo baja de un pedestal. Tampoco seamos ilusos.

En esa breve conversación que sostuvimos el viernes, a Hernández se le notaba muy dolido. No tenemos dudas de que no fue una determinación sencilla. Todo lo contrario. “Estuve cuatro días pensándolo”, le escuchamos decir. “Fue duro y espero que entiendan”. Sin embargo, entender es una cosa y aplaudir es otra. No puede esperar, y la verdad tampoco creo que lo haga, que los aficionados recibiesen la noticia de buena manera. La medida que tomó, y que insistimos es totalmente comprensible, tiene consecuencias. Toda decisión de ese tipo las trae. Al anunciar a menos de un mes del Clásico que por los momentos la selección de Venezuela no es su principal prioridad, abrió una herida en su relación con la gente. Es normal que desde el viernes haya quien no pueda verlo de la misma forma. En esta batalla Félix Hernández, la persona, el hombre de familia, el que está en todo su derecho de conseguir el mejor contrato posible y honrar a quien se lo da, sale muy bien parado. Es su posición como ídolo de los venezolanos la que queda sangrando.

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Texto publicado en Meridiano

Efraín Ruiz Pantin 

Comentarios (4)

Roberto Salazar
12 de febrero, 2013

Tres ideas: Si el tipo iba a estar pensando en su mega contrato mas que en la zona de strike, esta bien su retirada. Si iba a estar mas pendiente del desgaste de su brazo millonario que de lanzar sobre las esquinas, mejor que disfrute de la Costa Oeste tranquilo. Bravo Félix, entonces. Nos alejas de males peores

Las condición del Clásico debe ser cambiada. Aún la MLB es muy fuerte y lo seguirá siendo, pero en pro del espectáculo, se debe presionar a los equipos de alguna manera para que no exista influencia directa o indirecta (como la de Félix) sobre los peloteros. En un proceso largo y el Clásico es jovén, pero la tarea debe hacerse.

La carisma de Félix. Tipos como Armas, Galarraga y más recientemente, Abreu o Sandoval son tipos con un “charm” natural, de esos que jueguen o no jueguen en Venezuela, logran cautivar al graderio con acciones dentro y fuera del campo. Y en eso, El Rey tiene que trabajar. Troquelar una imagen de monarca, que aun en el país no tiene. Puede que no tenga la magia de El Gato, pero que le veamos compromiso con el país; que cambie el grunge por el joropo, el Space Neddle por el Obelisco larense. Ahí, es cuando Hernandez sanará la herida que le deja al colectivo. La familia Hernandez primero. La gran fami lia venezolana, esperamos, después.

carlos mata
12 de febrero, 2013

El inconveniente a mi manera de ver, no es su decisión de lanzar o no, lo que sucede con la mayoría de los peloteros es que luego que se niegan mientras son estrellas en la MLB, por cualquier razón dejan de serlo entonces si se recuerdan del beisbol venezolano, el caso más reciente Boby Abreu, luego que fue despedido del MLB vino pidiendo cacao.

jesus pulido
13 de febrero, 2013

Buenas tardes Efrain me permito tutearte porque eres de los amigos que siempre leo y escucho, aunque es la primera que te escribo Este caso tiene dos vertientes interesantes: desde el punto de vista “patriotico” se piensa que Felix debió asistir sin importar el dinero, solo por el orgullo de defender la camiseta de Venezuela. Esta es la misma razón que dan para que jueguen en Venezuela Sin embargo, yo vi cuando a Miguel Cabrera le llovia cerveza en el universitario jugando leftfield con los Tigres. Estuve en el CMB 2009 cuando a Maglio le gritarion de todo porque era chavista. Sin hablar de Sojo que esta temporada lo insultaron hasta el séptimo juego de la final. En todos estos casos, como venezolanos, juzgamos a las personas por valores que no demostramos en nuestro dia a dia, o es que hay alguna persona que arriesgaria 140 millones de dolares por el patriotismo? La segunda vertiente es la fecha del CMB. En mi humilde opinion, lo logico es jugarlo despues de terminada la serie mundial, tal como hacen las series entre MLB y la seleccion de japon. Noviembre seria una buena fecha porque la mayoria de los peloteros podrian continuar activos en octubre. EN conclusion, creo que juzgar es muy sencillo, hasta que la vida te coloca en esa silla

Guillermo Lopez
16 de febrero, 2013

La muerte del patriotismo: la verdad Bravo por feliz. No me presto para ese sainete de la MLB. mi trabajo es con Seatle: Que la MLB siga ensayando con esta formula es cosa de ellos. Yo no me presto para esos esperimentos.

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