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¿Qué significa que Venezuela haya sido considerado país no libre por Freedom House?; por Andrés Cañizález

Recientemente la ONG internacional Freedom House colocó a Venezuela en la categoría de país “No Libre” en su estudio sobre la libertad en el mundo, en la edición de 2017. El cambio cualitativo pasó ciertamente desapercibido dentro del país, incluso entre voceros oficiales. Para los lectores y analistas que están fuera de Venezuela, este documento confirma lo que fue la asfixia institucional de los canales democráticos vividos el año pasado. Es un cambio de envergadura, puesto que en los últimos 18 años Freedom House no había colocado a Venezuela junto a las dictaduras, pese a cuestionar en diversos momentos el autoritarismo de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

El informe 2017 fue difundido a la prensa el 31 de enero pasado. La documentación de Freedom House sobre las libertades en el mundo, que ahora cuenta con informes por separado sobre la libertad de prensa y la libertad en internet, tiene relevancia en la medida en que permite una mirada longitudinal. El balance de la libertad de Freedom House se inicia desde los años 50, poco después de la fundación de esta ONG, de origen estadounidense y de alcance global. Comenzando la década de los 70 con la asesoría metodológica del académico Raymond Gastil tomó cuerpo el estudio para convertirse en un libro anual desde 1978. En aquellos años se establecieron tres categorías básicas para evaluar a las naciones:

1. Libre,

2. Parcialmente Libre;

3. No libre.

Para ubicar a las naciones dentro de estas categorías se aplica un sistema de puntuaciones. En el informe de 2016, por ejemplo, participaron 80 analistas y 30 consultores. Una combinación de indicadores, en los que evalúan la situación de los derechos políticos y libertades civiles, arroja puntuaciones: el 1 es más libre, el 7 es menos libre.

¿Cómo fue evaluada Venezuela en 2017? Según los indicadores de Freedom House en materia de derechos políticos está el país en rojo, pues tiene una puntuación de 6. En libertades civiles, también en rojo, la valoración es de 5. La combinación, que es el balance total, es de 5,5 sobre 7, que es como hemos dicho el peor registro. De allí surge el cambio de categoría. De “Parcialmente Libre”, que caracterizó al chavismo durante largos años, según los informes de Freedom House, al “No Libre” de este 2017, bajo el gobierno de Nicolás Maduro.

El resumen ejecutivo de forma especial le dedica algunos párrafos a Venezuela. Esto es una señal de que el país está dentro de las preocupaciones centrales de Freedom House. Estas líneas, a mi juicio, sintetizan porqué pasó Venezuela a ser considerado un país no libre por Freedom House:

“Maduro, confiando en parte en el control del régimen de los tribunales, respondió a una victoria de la oposición en las recientes elecciones legislativas privando de competencias a la asamblea legislativa y bloqueando un referéndum presidencial revocatorio, lo que eliminó de forma eficaz la única vía para un cambio de liderazgo ordenado”

Si bien, por razones obvias, nos interesa el tema venezolano en este reporte global, no puede soslayarse este dato: Freedom House observa una tendencia regresiva en el mundo en materia de derechos políticos y libertades civiles. De los dos centenares de países analizados, en 2016 un total de 67 vivieron restricciones a las libertades. Otro dato sintomático del tiempo que vive el planeta: Freedom House registra 11 años consecutivos de menores libertades; en dicho período ha sido mayor el número de países en los que decrecen las libertades frente al número de naciones en los que se fortalecen los principios liberales de la democracia moderna.

¿Cuál valoración le dio Freedom House al chavismo? Si se revisa el histórico de los informes, a partir de 1999 se observa una tendencia sostenida de “Parcialmente Libre”. La puntuación combinada de derechos políticos y libertades civiles es de 4 en aquel año, y debemos recordar que 1 es lo mejor y 7 lo peor, según Freedom House. Hay diferencias importantes: en el terreno de los derechos políticos Venezuela contaba entonces con 3 puntos, lo cual era una valoración positiva para el cambio institucional que vivía el país. Esa misma percepción priva en los reportes de 2001 y 2002.

En el período 2005-2006 se produce un cambio en la valoración de Freedom House sobre el gobierno de Chávez, ya que está “promoviendo políticas anti-EEUU, anti libre comercio, al tiempo que ha estrechado sus vínculos con Cuba y los grupos de izquierda en el hemisferio”. Ese era el telón de fondo para que la ONG manifestara su crítica al “acoso a los actores de oposición”. Si bien se mantiene el país bajo la categoría de “Parcialmente Libre”, la puntuación combinada se ubica en 4, pero el texto de los informes pasa a tener un tono de advertencia por los sucesos que observan en el país. En el informe 2010 el país pasa a 4,5 en la puntuación total, y en 2011 ya escala a 5. Se incrementan las restricciones, según puede leerse en los informes, pero al hacer un balance global no se consideraba que el chavismo había pasado la raya, seguía bajo la categoría de “Parcialmente Libre”.

Llegamos, finalmente, a la nueva categorización que hace Freedom House de Venezuela. Al ubicar al país como “No Libre”, la ONG con sede en Washington coloca al país junto a otros cuyo registro democrático es francamente negligente: Cuba, Libia, Egipto, Sudán, Congo, República Central Africana, Yemen, Omán, Siria, China, Bielorrusia y la propia Rusia, entre otros.

De América Latina sólo Cuba y Venezuela se consideran como “No Libre” por Freedom House. No es solo casualidad. Desde hace ya algunos años Venezuela pasó a ser parte, junto a Cuba, de países recurrentes en el capítulo V de los informes anuales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Al colocarlos allí, y separarlos del resto de países en sus informes, el órgano interamericano sencillamente expresa su preocupación y deja constancia de la gravedad de la situación en materia de derechos humanos. Otros países entran y salen de dicho capítulo, según sea el año.

Volvamos a lo que estrictamente señala Freedom House. Es significativo que al evaluar lo ocurrido a Venezuela en 2016, le coloque junto a países abiertamente dictatoriales (la mayoría de los “No Libre” del ranking de Freedom House son dictaduras). A mi juicio, tal cambio en la valoración está en sintonía con lo que también ya han señalado organizaciones nacionales de derechos humanos, como Provea, y articulistas como Alberto Barrera: Venezuela vive bajo una dictadura.

Puntuación sobre Venezuela de Freedom House 1999-2017:

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