- Prodavinci - https://historico.prodavinci.com -

Paranoia y despolitización en la Venezuela bolivariana #CaféDePascal

PolarizaciónVenezuela

Carolina Acosta-Alzuru sostiene en el blog Venezuelan Politics and Human Rights, que en su investigación de las telenovelas venezolanas, encontró que en muchos casos la autocensura era incluso más severa que la propia ley de contenidos conocida como Resorte. Junto a la obediencia estricta (retiro de cualquier contenido que moleste al gobierno) son las estrategias primordiales de supervivencia. Los patrones de propiedad en la televisión (medios del Estado-medios privados), e incluso su cobertura (un 8%-10% de rating para los canales del Estado) no dan cuenta de la historia completa: “asumir que los medios privados sean de oposición o que dan espacio a la disidencia es simplemente errado”. El canal opositor Globovisión tiene apenas un 4,5%-6% de rating, y ”si bien Globovisión proporciona temas de conversación para antichavistas no le llega a muchos de aquellos venezolanos que la oposición quisiera convencer de una alternativa al chavismo…”

Los publicistas de la revolución bolivariana repiten siempre que en Venezuela hay libertad de expresión porque 95% de los medios están en manos privadas y son todos furibundos opositores.

Según el gobierno venezolano hay que diversificar las voces que se manifiestan en el espectro radioeléctrico. Lisseth Boon escribe en El Mundo Economía y Negocios que “el mapa de la propiedad de los medios de comunicación social viene cambiando desde que el Gobierno bolivariano decidió tomar mayor espacio en el espectro radioeléctrico venezolano, en su empeño por “romper la dictadura mediática” de las empresas privadas”. Con el cierre de la emisora con mayor rating (RCTV) y el lanzamiento del Sistema Nacional de Medios Públicos el panorama ha cambiado: 55% de canales privados, 12% de canales públicos y 33% de estaciones llamadas comunitarias (identificadas con el gobierno, o mejor, con la revolución).

Los dos principales canales privados, con un 40%-45% de share no transmiten contenido crítico. Globovisión va a ser comprado por inversionistas afines al gobierno.

Otra aseveración que se escucha del lado oficialista, es que si los medios de oposición desinforman hay que contraatacar con contrainformación. En la práctica, se establece la regla: “si ellos dicen una cosa, nosotros diremos lo contrario”. Pero producir dos visiones encontradas no produce la verdad. En el mismo blog Venezuelan Politics and Human Rights, David Smilde habla de teorías conspirativas y despolitización en Venezuela. Coloca como ejemplos, el rumor -dado como un hecho por los oficialistas- de que a Hugo Chávez le “inocularon” cáncer, mientras que por el lado opositor Henrique Capriles sostiene que tras la enfermedad y fallecimiento del Presidente se esconde un arreglo fríamente manejado. Cita otros ejemplos. Las teorías conspirativas mineralizan a la base y cierran el debate, frente a un enemigo percibido como maligno. Por lo tanto galvanizan y despolitizan al mismo tiempo. E impiden encontrar soluciones políticas y negociadas. Pero, lo más grave, soslayan temas cruciales y de verdadera importancia para la sociedad.