Blog de Samir Kabbabe

Los buhoneros del acetaminofén y la epidemia de Chikungunya; por Samir Kabbabe

Por Samir Kabbabe | 29 de septiembre, 2014

La epidemia de Chikungunya; por Samir Kabbabe 640

No compre ese acetaminofén que están vendiendo los buhoneros. El acetaminofén no es la cura del Chikungunya; sólo ayuda a bajar la fiebre y a aliviar un poco el malestar. Además, no hay manera de saber si es un producto adulterado. En nuestro país sobran los buitres y quienes no tienen compasión con la miseria humana, capaces de revender el acetaminofén que compran a precios regulados (o que reciben gratis en los ambulatorios).

Se agota el acetaminofén y hay una exageradísima demanda de este medicamento porque ofrece el perfil más seguro ante las epidemias de Dengue y Chikungunya. Son cientos de miles los venezolanos a quienes se les ha diagnosticado “Síndrome Febril Agudo”o “Síndrome Viral Agudo” en los últimos tres meses, y que son registrados en los boletines epidemiológicos del MPPS entre las enfermedades de notificación obligatoria como “Fiebre”.

En el Boletín Epidemiológico del MPPS correspondiente a la semana 37 de este año, se muestra la progresión de la “Fiebre” desde la primera semana. “Fiebre” es una categoría que excluye a otras enfermedades con diagnósticos precisos como Dengue, neumonías, infecciones respiratorias,  diarreas, hepatitis, etcétera. La curva de crecimiento es exponencial.

Fuente: EPI 12/ SIS Dirección  de Vigilancia Epidemiológica. MPPS 2014

Fuente: EPI 12/ SIS Dirección de Vigilancia Epidemiológica. MPPS 2014

 

En los mismos boletines epidemiológicos, desde el mes de mayo de este año, se mencionan las alertas desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre Chikungunya. El 5 de junio, en la semana 28 del año, se documentó el primer caso de Chikungunya en Venezuela. El máximo esperado de fiebre por semana para este año no pasaba de 35.000 casos, pero a partir de la semana 28 el número de casos comenzó a pasar de 40.000 hasta alcanzar los 128.000 casos en la semana 37.

Si a cada semana se le resta el máximo de 35.000 esperados, en las últimas diez semanas hemos tenido un exceso de 350.000 casos de “Fiebre”. Si esta epidemia de más de 350.000 casos de “Fiebre” no es por Chikungunya, pues alguien tendrá que explicarnos de qué se trata, pues sería alguna otra enfermedad misteriosa o desconocida, o varias calamidades febriles que nos azotan.

La certeza diagnóstica de Chikungunya es del 84% con la sola presencia de fiebre abrupta y dolores articulares severos en zonas donde ha habido casos semejantes. Lo dice la OPS y el mismo MPPS.

No hace falta hacer la prueba para la confirmación.

Se ha dicho desde las altas esferas del  gobierno que sólo las autoridades pueden hablar de ese problema de salud y que “ésas son declaraciones muy delicadas que sólo deben dar los organismos competentes del Estado”. De algún modo quedamos los médicos desautorizados, y hasta amenazados y amedrentados, conminados a renunciar a nuestro deber y a nuestro derecho de alertar e instruir a la población.

La epidemia de Chikungunya es un problema de todos. Nos dicen que solo pueden declarar los “organismos competentes”. Es decir: las instituciones responsables, a quienes les compete la salud de los venezolanos. Las mismas que a pesar de tener menos lluvias este año han permitido que el Dengue haya aumentado en más de un 35%. Las mismas que a pesar de las alertas desde la OPS y de las de médicos venezolanos epidemiólogos, infectólogos y neurólogos de distintas sociedades científicas médicas, han permitido esta calamidad de la epidemia de Chikungunya.

El deber de las autoridades y del gobierno, si se precian de ser civilizados, es informar responsablemente a la población para que tome sus medidas y se proteja. Es ridículo que, en pleno siglo XXI, con tantos derechos conquistados y plasmados en nuestra Constitución cuando se habla de democracia participativa, las autoridades recurran a la desinformación y nos traten como si los venezolanos fuéramos una masa de inmaduros y débiles mentales. Incluso, algunas “autoridades” y personeros en declaraciones mediocres, se han atrevido a decir que se trata de una guerra biológica, con ficciones de médicos recorriendo los hospitales echando polvitos a los pacientes.

Hay que diferenciar entre las autoridades. Existe una noción de “autoridad” que es aquella que ejerce un poder público y tiene capacidad para tomar decisiones que influyen sobre los demás. Esos son los servidores públicos a quienes les pagamos con nuestros impuestos y tenemos el derecho de exigirles, auditarlos y removerlos en su incompetencia. Pero hay otro tipo de “autoridad”: la de las personas expertas, con cualidades de conocimiento, experiencia, trayectoria y moral, que tiene ascendencia y liderazgo sobre sus semejantes.

Los médicos tenemos un pacto no firmado con la población que atendemos. Y por eso nos corresponde continuar cumpliendo nuestro deber de instruir y alertar en cuanto a salud: porque tenemos autoridad para eso y porque los sanos y los enfermos esperan eso de nosotros.

Samir Kabbabe 

Comentarios (9)

Aquiles Marino
29 de septiembre, 2014

Gracias por la responsable y profesional información Dr Kabbabe, solo mencionar que un médico debidamente facultado ha evaluado el conteo de las plaquetas y cuando las plaquetas lo permiten, ante un cuadro febril, ha indicado el consumo de otro antipirético diferente al Acetaminofen. Para que sus humildes pacientes no compren a los buhoneros, “Tan chupa sangre como los mosquitos”.

Edgard J. González.-
29 de septiembre, 2014

Por simple asociación con la útil recomendación de Samir respecto del acetaminofen que ofrecen en la calle los buhoneros, traigo a colación un hecho que ocurrió en Barquisimeto en 1976, época en la cual el producto farmacéutico estrella era el Cafenol. La policía descubrió que en una casa alquilada en una calle del viejo centro, una banda se dedicaba a fabricar pastillas de Cafenol (facsímiles, copias troqueladas calcando el tamaño, la forma y el bajo-relieve que las caracterizaba), que eran blancas como el original, y lo único que no reproducían eran sus ingredientes, pues los creativos malhechores las hacían comprimiendo TALCO. Dado que lo que nos llega de Cuba no demuestra idoneidad, los presuntos médicos no cumplen el requisito legal de la Equivalencia (en Brasil y Chile sí los obligan, y la proporción de Reprobados es muy alta), y las medicinas “Made in Stalingrado II” se distribuyen silvestres en los consultorios a cargo de los pioneritos con bata, con apenas el sello de la rampa 4 de Maiquetía estampado en las cajas, no sabemos si los buhoneros expenden Talco sobrante de la colapsada URSS, parte de las últimas remesas enviadas de Moscú a la colonia caribeña, a inicios de los años noventa. ¡ Cosamagrande !!

belen diaz hernandez
30 de septiembre, 2014

gracias dr por su informacion ud. ha sido mi medico durante mucho tiempo y eres un gran profesional de la medicina gracias que dios y la virgen siempre te protejan

Nena
30 de septiembre, 2014

Gracias Samir por tu información, excelente artículo.

Carolina Trujillo
30 de septiembre, 2014

Excelente el contenido de su artículo Dr. Samir. Saludos…!

Pilar
30 de septiembre, 2014

“Si a cada semana se le resta el máximo de 35.000 esperados, en las últimas diez semanas hemos tenido un exceso de 350.000 casos de “Fiebre”. Si esta epidemia de más de 350.000 casos de “Fiebre” no es por Chikungunya, pues alguien tendrá que explicarnos de qué se trata, pues sería alguna otra enfermedad misteriosa o desconocida, o varias calamidades febriles que nos azotan.”

Esto es lo que el gobierno debe ExplicaR, y no TapareaR.

De allí la prohibición de hablar del tema.

La farsa y el disimulo requieren del silencio.

Gracias por hablar, Dr. Kabbabe

Ninoska Rojas
30 de septiembre, 2014

Excelente, como siempre, mi apreciado colega, Dr. Samir Kabbabe.

adriana
30 de septiembre, 2014

Muy bueno el articulo, en lo particular ya en Venezuela nadie sabe nada y todos vamos a la deriva, en todos los ámbitos la anarquía es persistente. Lastima que esos buhoneros, así como todos los revendedores de este país, jamas leerán esta noticia porque en su vida nunca les ha preocupado salir de la mediocridad y leer artículos de educación y cultura. Yo, al igual que muchas personas de mi comunidad padecimos el famoso virus, y en el CDI mas cercano nos dijeron que era chikungunya, sin embargo ni siquiera nos anotaron, nuestros nombres, datos aunque sea para contabilizar, no quedamos en el registro y a todos nos mandaron a nuestras casas. Asi se manejan las cosas acá, que lastima que estemos tan arrastrados, ya hasta las estadísticas son una perdida de tiempo, luego quieren que creamos cifras absurdas…

ALLAN
3 de octubre, 2014

Pues no se consigue acetaminofen en ninguna parte, entonces traen la dipirona de Cuba y la gente se toma eso, produce agranulocis en la sangre y en EUA está prohibido esa medicina, alguna vez tomé eso y era tan malo para el estomago, que pedí al Dr que me cambiara eso,pues la aspirina no hacia efecto ya para el dolor de cabeza, eso seria al final de los 80 y principio de los 90, el que tomo ahora tambien me ha costado mucho conseguirlo y se vende bajo récipe morado, al menos tengo reserva y conseguí hace poco. Tampoco se consigue la pomada para picaduras Andantol. No hay insecticidas ni plaquitas para repeler mosquitos. Las alcaldias no fumigan, no recoge la basura, en Caurimare lleva 2 semanas sin recoger la basura, el camión pasa rara vez y no la recoge, y asi vamos viento en popa,primera potencia mundial en todo.Será en ignorancia infinita y estupidez infinita.

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