El Vestier

Inspiración: David Bowie; por Amira Saim // #ElVestier

Por Amira Saim | 12 de enero, 2016

David Bowie mask - Fuente thequietus.com

El fallecimiento de David Bowie significa la pérdida de uno de los artistas pop más prolíficos de la industria de la música, cuyo legado será adorado como aquella calavera adornada que protagoniza el video de su canción “Black Star”.

Su ingenio le dio una canción a cada quien, sin importar el grado de fanatismo que tuvieras por el chico del sureste de Londres, quien además logró estructurar un look para cada una de sus etapas y, de esa manera, un arquetipo distinto para que cada persona consiga dónde identificarse.

No fue sólo la música: fue la puesta en escena. Y con ella la ropa.

Ha muerto un icono.

No hubo un performer más influyente en el mundo de la moda que Bowie. Nunca. No mientras hizo lo que hizo. Cada una de sus versiones y todas sus propuestas estéticas estuvieron adelantadas, por lo menos, diez años al resto del mundo. Y mucho de lo que se vendiera como nuevo o trasgresor de alguna manera hacía referencia a un David Bowie que ya había sido.

David Jones, el mod

Se llamaba David Jones. Un hombre de su tiempo, curioso por todo y “ligeramente tolerante”, como se dio a conocer en su primera aparición de televisión: en 1964 y vestido al mejor estilo Mod. Un chico malo de su época, pero no con el pelo largo: siempre con estilo propio. Aquella vez se vio reflejado en las líneas que pintó sobre su traje, agregando la semilla de lo gráfico que, sumado al look Mod, definió la primera parte de los sesenta y más tarde levantó carreras como las de Pierre Cardin o Paul Smith.

YSL y David Bowie: el smoking y el vestido

Bowie tenía el genio y el físico para borrar los límites establecidos entre un género y otro, tanto en la música como al vestir.

La portada de The Man Who Sold The World lo muestra con un vestido floreado, de aire medieval, diseñado por Michael Fish. Así, a finales de los años 60, cuando Yves Saint Laurent vistió de smoking a la mujer, Bowie vistió de maxi dress al hombre.

ziggy stardust kansai yamamoto - Fuente BBC.co.uk

Eran tiempos para cuestionarse todo: la política, las fronteras, las costumbres. Ese ánimo supo traducirlo en una puesta en escena, digamos que transgresora pero, aun así, muy de su tiempo e ideal para acompañar sus canciones reflexivas.

Hola, Japón. Bienvenido el Glam

Antes de que nombres como Rei Kawakubo o Yohji Yamamoto revolucionaran la moda, a finales de los años 70 y principios de los ochenta, con sus volúmenes inesperados y el recate de códigos milenarios de su propia cultura, David Bowie y el diseñador Kansai Yamamoto dieron vida a la estética Stardust, la de Ziggy, ésa de trajes pegados al cuerpo, lentejuelas, colores llamativos, volúmenes poco naturales y cortes innovadores, otra vez borrando los límites de género y dando las primeras luces para otra corriente que dominó la década siguiente: el Glam.

Diseño Jean Paul Gaultier- fuente fashionista.com

Diseño Jean Paul Gaultier

Bowie, el dandy atemporal

Ya convertido en un icono de la música y de la moda, Bowie tomó el curso más transgresor con respecto a su propia carrera: se reinventó volcándose a lo más clásico y hasta rock and roll, estéticamente hablando.

Y nunca se vio como los demás. Ni siquiera cuando se vistió como los demás.

Su época de dandy/cabaret reafirmó que su estrella no se basaba sólo en lo raro que se vistiera y los personajes que creara, sino en su estilo único y atemporal, como las piezas más importantes en la historia de la moda.

Inspiración: David Bowie

Una de sus frases más famosas reza: “El futuro pertenece a aquellos que pueden escucharlo venir”.

Y así fue su aporte a la moda.

Más allá de su creatividad desbordada, David Bowie fue un visionario justamente por ser un hombre de su tiempo. Fue el early adopter más  empedernido de todos que, curioso por todo (y por eso atento), supo sentir el espíritu de cada uno de sus tiempos y así traducirlos en canciones igual de inmunes al tiempo y propuestas estéticas que le devolvieron el sentido al adjetivo avant garde.

No sorprende entonces que sus ojos de dos colores hayan visto el potencial de otro genio en 1997 y le comisionara un diseño que años más adelante fue casi una marca registrada de este diseñador: Alexander McQueen y aquella levita con la “Union Jack‎”, la bandera del Reino Unido, estampada y desgastada con lo que parecían quemadas de cigarrillo.

Chaqueta McQueen - Fuente TimeOut

Todavía hoy, diseñadores como Alessandro Michele, de Gucci, o Dries Van Noten,  buscan en el archivo Bowie para inspirarse y darle vida a looks que mucho se parecen al dandy andrógino que alguna vez fue. Otros se han dejado deslumbrar por lo extraordinario de Ziggy Stardust y han incluido en sus colecciones trajes de una pieza, ajustados y de lentejuelas, como Oliver Rousteig de Balmain o Jean Paul Gaultier.

Sí. Ha muerto un ícono que vivirá para siempre en sus canciones, pero además alguien que supo adivinar lo que había por delante de nosotros en las pasarelas, las vitrinas, en los clósets pero más importante aun, en los carteles de inspiración de nuevas generaciones.

¿Ahora quién adivinará el futuro?

Amira Saim  Comunicadora Social egresada de la Universidad Católica Andrés Bello. Como editora, se ha especializado en moda y cultura pop. Fashion blogger desde 2009. Conduce el proyecto Dress Code Magazine.

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