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El Café de Pascal: El periodismo de calidad: un fracaso de mercado

periodismo pascal textoPeter Littger demanda en Meedia que los diarios alemanes dejen de esperar una salvación mágica a la crisis económica de la prensa. El director de Die Zeit, Giovanni Di Lorenzo, habría formulado la pregunta: “¿Cómo se puede financiar un periodismo de alta calidad, de análisis e investigación profundos, el reporte de noticias en todo el mundo, la función crítica de fiscalización?” Para Littger, preguntas de este tipo, con tal amplitud de miras, son precisamente la causa del fracaso de las empresas editoriales. Los diarios y revistas en la RFA se conciben a sí mismos como garantes del debate y discurso públicos, como formadores de una esfera pública democrática. Por lo tanto, se entienden casi como instituciones de interés público, similares a los teatros, las escuelas, museos, y el sistema de medios públicos. Pero esa función sólo podría ser financiada –naturalmente- en tanto los ingresos por publicidad subsidien al periodismo de calidad. Pero al bajar éstos drásticamente, la gran prensa no sería más que un fracaso de mercado, y no puede competir con los presupuestos del sistema estatal de medios. Y mientras el Financial Times de Alemania tuvo que cerrar por un déficit de 21 millones de Euros, la televisora federal ARD está construyendo para su noticiero un estudio por una suma superior. “La pretensión de salvar a la sociedad”, escribe Littger, “se hace cada vez más una amenaza existencial para los supuestos salvadores”. Si a la sociedad le importa tanto -como algunos dicen- la prensa de calidad, debería instaurarse un sistema de financiamiento similar al de los medios radioeléctricos públicos. Además, los productos editoriales necesitan diferenciarse más fuertemente entre sí; algunos, costarle más al consumidor. La prensa diaria desaparecerá muy probablemente, los negocios de las editoriales tienen que diversificarse, y la tradicional división entre información y opinión podría servir de ejemplo para una clara diferenciación, entre contenidos radicalmente comerciales y contenidos totalmente no comerciales.