Blog de Angel Alayón

Confesiones de un panadero; por Ángel Alayón

Por Angel Alayón | 20 de junio, 2016
Fotografía de Roberto Mata

Fotografía de Roberto Mata

Los clientes llegan pidiendo canillas. No hay. Algunos preguntan cuándo habrá. Otros preguntan hasta cuándo. Nadie obtiene respuesta. No siempre hay café, ni azúcar ni leche. Pero hoy hay. Miguel pide dos con leche y nos sentamos a conversar sobre las dificultades de administrar una panadería y pastelería en tiempos de escasez.

Los mostradores están parcialmente vacíos. El suministro de harina de trigo ha caído un 28% este año en comparación con el año pasado y el problema se ha agravado durante los últimos dos meses. El diagnóstico de un economista keynesiano sería parecido al de un psiquiatra: depresión.

Una señora pide dos cafés grandes. Le dan cuatro bolsitas de azúcar. No las usa. Las mete en la cartera.

Buena parte de la harina que llega proviene de revendedores de productos regulados, los llamados bachaqueros, los agentes del mercado negro. El saco de 45 kilos de harina de trigo tiene un precio regulado de 12.000 bolívares, sumando costos de transporte y descarga.  En el mercado negro oscila entre 48.000 y 52.000 mil bolívares el saco. Pero no hay mucha en el mercado y hay que cuidarse de los estafadores.  Cuando se consigue la mercancía, debe pagarse de inmediato: a culo de camión. En el mercado negro no existe el crédito.

Tampoco hay facturas que reflejen el costo real de la materia prima. Sólo hay precios que reflejan la escasez, una escasez que el Banco Central de Venezuela ya no publica y que ha llegado a un nivel tal que algunos panaderos han comenzado a importar harina de trigo utilizando un servicio puerta a puerta: un canal humanitario comercial. “Imagínate: si la importo yo mismo el saco me sale en 55.000 bolívares y ya no dependo de los bachaqueros ni de la inestabilidad en el suministro”. La competencia sigue limitando los precios, no los controles. Adam Smith sonríe con desdén.

La señora de las cuatro bolsitas de azúcar se sienta cerca de nosotros. La acompaña un hombre que podría ser su esposo. Beben sus cafés y el efecto estimulante es inmediato. Hablan de los precios y de lo que no se consigue. De eso hablamos todos. La vida es lo que pasa mientras conversamos sobre nuestras aventuras y desdichas en la más reciente visita al mercado.

Miguel cuenta que antes devolvían los huevos que no alcanzaban un peso mínimo. Control de calidad.  El método Deming. Costo-efectividad. Una docena debe pesar 2 kilos al menos, pero ahora las aceptan hasta de 1,8. “Haz la prueba en tu casa. Ahora pesan cada vez menos y la amarilla es casi blanca”.

Los huevos ya no son lo que eran. Las gallinas tampoco. Tampoco nosotros.

“Hemos dejado de hacer algunos productos. Ya no se pueden hacer canillas como antes. Los costos no dan. Los precios regulados lo impiden. Sólo las hacemos cuando tenemos todos los productos a precios regulados. A los precios reales que conseguimos la harina debemos maximizar el valor que obtenemos por ella. Ya no hacemos ni siquiera golfeados. Ahora nos rinden más las bandejas de pizza, a pesar de que el tomate sea importado”

Miguel saluda un cliente. “¿Cómo está la vaina? Tú sabes, echándole bolas”. Se despide. Toma otro sorbo de café y continúa.

“No tenemos opción. La alternativa es quebrar. Buscamos como sea la materia prima al precio que sea o cerramos las puertas, enviamos la gente a sus casas y dejamos a los clientes sin productos. Porque el problema no es sólo la harina de trigo. Tampoco se consigue manteca, mantequilla, margarina ni aceite. Y ni hablar del azúcar o la leche. Ahora mismo el problema es el azúcar. Me dicen que se retrasó la distribución porque los transportistas tienen miedo de que los saqueen en la Autopista Regional del Centro”

En otra mesa dos niños y su madre comen una pizza demasiado pequeña para los tres. En otra, un hombre come una pizza demasiado grande para un hombre solo. Los niños y su madre notan la desproporción. Es su breve estudio sobre la desigualdad.

“Nosotros subíamos precios dos veces al año. Eso fue hasta 2014. El año pasado tuvimos que subirlos tres veces. Ya en el 2016 hemos aumentado precios la misma cantidad de veces que el año pasado y aún no llegamos a mitad de año. Lo jodido es que aumentamos los precios pero ganamos menos”

Le pregunto sobre contabilidad de costos, sobre la Sundde, sobre los márgenes de ganancia. “Olvídate de un método de fijación de precios que tenga algo de racionalidad. Subimos precios cuando nuestras cuentas por pagar llegan a dos o tres semanas y los departamentos de cobranzas comienzan a presionar. Es la única manera de no retrasarnos en los pagos y seguir produciendo. Emparejando deudas y manteniendo el capital de trabajo”. Empiezo a hablarle de los trabajadores y Miguel no espera que formule la pregunta.

“Aquí les damos desayuno y almuerzo, pero empezamos a notar que hay gente que no come y se lleva comida a sus casas para sus hijos. Es fuerte. La inflación no perdona. Los robos han aumentado. Se llevan comida en los pantalones o la sacan como basura y luego la buscan. No son la mayoría, pero impactan en los costos. Aumentamos salarios cada vez que subimos precios. Así tratamos de que mantengan sus condiciones de vida, a pesar de la economía que vivimos”

Ya no queda café sobre la mesa. La señora de las bolsitas de azúcar se fue sin dejar de hablar. No quedó pizza ni en la mesa de la familia ni en la del hombre. Son las siete de la noche y los clientes desaparecen con el sol. “Es el toque de queda. Ya tenemos que cerrar”. Le dice a la cajera que se apure, que hay que irse, se voltea hacia mí, me da la mano: “Esto cada vez más es un sálvese quien pueda”.

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Angel Alayón es economista. Puedes leer más textos de Angel en Prodavinci aquí y seguirlo en twitter en @angelalayon

Comentarios (46)

Petrusco
20 de junio, 2016

¿Cual panadería será esta de la que habla Ángel? Yo a diario visito varias en Colinas de Bello Monte, Chacao, El Llanito, La California, Macaracuay, San Bernardino, La Candelaria… ninguna tiene mostradores “parcialmente vacíos” y siempre hay café.

Pudiera ser alguna fuera de Caracas si acaso.

Este artículo pareciera intentar responder o replicar a aquel otro que escribió Alex Lanz en su Facebook. Acá se lo publicó AlbaCiudad hace unos días:

http://albaciudad.org/2016/05/cuanto-cuesta-una-pizza-venezuela/

La realidad es que la ganancia de los comerciantes sigue siendo EXORBITANTE, porque aún subiendo los precios más y más, siempre hay quien les compra. Los productos menos rentables, como la canilla, los desaparecen y optan por “canillas rellenas”, bombas u otros dulces más rentables. El rollo de la harina es cíclico, a veces hay, a veces no, y aún cuando el paralelo baja, los precios dolarizados nunca lo hacen.

Misterios contables de la especulación nuestra de cada día.

Rafael
20 de junio, 2016

Petrusco, no distingues la diferencia entre precios reales y nominales. Lo mismo hace el gobierno, por cierto. Hoy casualmente vi esta foto de Mimoto en Instagram https://www.instagram.com/p/BG4L-fDBxdT/?taken-by=mi_mo_to Y esos centrales azucareros del gobierno parados.

Elisabeth Roosen
20 de junio, 2016

Buenísimo Angel ! Terrible lo que estamos viviendo.

Vicente Batista
20 de junio, 2016

Petrusco para visitar 7 panaderias o de vez en cuando como dices hay que tener mucho tiempo libre, te felicito, que suerte la tuya, por otro lado, seria aburrido ponerse a discutir una realidad que no tiene discusión valga la redundancia, pero saludos y sigue visitando todas las panaderias de caracas que me imagino que se parece a lo que quiere reflejar el gobierno, ” DISNEY WORLD” por otro lado Angel excelente articulo, la pura verdad de lo que pasa en cada esquina de nuestra destruida Venezuela

Jennifer Quilici
20 de junio, 2016

Por favor Petrusco, dígame en cual panadería de Colinas de Bellomonte consigue los mostradores llenos y pan canilla? Porque las que yo frecuento en Colinas de Bellomonte, Caracas (no se si se refiere a otro Colinas de Bellomonte) solo sacan el pan a cierta hora del día, muy limitado y largas colas.

Matías
20 de junio, 2016

EL Sr. Petrusco me recuerda al otrora ministro Eduardo Samán dicendo que el costo de la arepa debería ser Bs. 1,50:

http://www.aporrea.org/actualidad/n130168.html

Pero cuando creó las Areperas Venezuela las empezó a vender a Bs 7, a pesar de estar subsidiadads por el estado.

Hay gente que no aprende, es demasiado duro descubrir que han vivido en una mentira.

alfredo rodriguez
20 de junio, 2016

Pobre petrusco le cayeron en canilla

Nelson
20 de junio, 2016

Petrusco, pana yo creo que esas panaderias las visitastes fue en la cuarta republica. Yo soy panadero de Barquisimeto y este reportaje es la pura realidad que vivimos nuestro gremio y todos los venezolanos en general.

lars
20 de junio, 2016

Petrusco de economía sabe lo que yo sé de física cuántica. Como siempre, le echa la culpa de los desequilibrios macroeconómicos a la gente. Todo para exculpar al gobierno. Afirmar que la culpa de los problemas es de la gente es una estupidez mayúscula. En una situación económica tan crítica como la nuestra no aplica hablar de ganancias exhorbitantes, simplemente los precios dejaron de significar algo. La situación es de sálvese quien pueda, tanto para comerciantes, como para consumidores. El articulo de Alba Ciudad es propaganda. Tomar en serio una publicacion propagandística oficial como esa es una estupidez, a menos que detras haya algún interés inconfesable. La experiencia me dice que con Petrusco no vale la pena debatir. Es un petulante que acostumbra hacer afirmaciones falsas y argumentar falacias en tono prepotente. Nunca contraargumenta honradamente.

KBULLA
20 de junio, 2016

Amigo Petrusco, Ud. y sus petruscosas.

Creo que ni un fiscal del SENIAT o de la SUNNDE, estaría en capacidad de dar una declaración como la siguiente:

“Yo a diario visito varias en Colinas de Bello Monte, Chacao, El Llanito, La California, Macaracuay, San Bernardino, La Candelaria”.

Con un poquito más de ecuanimidad y sindéresis, hasta yo sería capaz de prestar atención (y empezar a tomar en serio) a sus ya acostumbrados comentarios tipo “todo ta’ bien, chévere”.

Lucho
21 de junio, 2016

Buenísimo el texto. Terrible realidad. En Maracaibo, además, hace meses que no hay huevos ni en panaderías ni supermercados ni abastos. En el centro sí, pero carísimos. Pan es más triste aún: En Maracaibo unas panaderías lo “sacan” 3 veces al día. Pero la mayoría de las otras panaderías lo hacen 2 veces al día, y ha subido mucho de precio en los últimos 4 meses. Unos días dejan llevar 10 panes, otros 8 panes, e inclusive me ha tocado varias veces no poder llevar más de 6 panes. Desde luego, la cola es de pronóstico. Mérida es peor. El viernes pasado estuve más de hora y media caminando varias manzanas del centro buscando pan. Pasé por 4 panaderías. En 2 no había pan, en la 3a había un solo tipo de pan y una cola de más de veinticinco personas esperando ser atendidas, la cola salía fuera del local, por la acera de la calle. La 4a estaba cerrada con un letrero que decía que venderían pan “mañana”. Letrero eterno, porque mañana dirá lo mismo y pasado mañana lo mismo, etc.

@manuhel
21 de junio, 2016

Petrusco debería darse menos vuelta por las panaderías y más por los hospitales, para que vea con sus propios ojos los niños desnutridos y la miseria hecha patria.

Petrusco
21 de junio, 2016

Rafael: el precio es uno solo: el que pago yo, tu y cualquier consumidor en el mostrador. ¿Existe otro?

Vicente: ninguna de las panaderías que visito regularmente tiene mostradores “parcialmente vacíos” y además siempre tienen café. ¿Debo negar la realidad que encuentro para satisfacer la necesidad de reforzar la idea del caos? Eso si sería enfermizo.

Jennifer: ¿en cual parte de mi comentario hablo del pan canilla? En la Quinteiro, por ejemplo, los mostradores están llenos y siempre hay café.

Por otra parte, ya que lo mencionas, tienes razón, a veces pasan dos o tres semanas sacando pan dos veces al día y a veces pasan una semana sin hacer pan. Es cíclico, no “está peor que nunca”, va y viene. ___________ Pero se desvían los comentaristas, como siempre, ¿leyeron el artículo del pizzero?. Léanlo. Se encontrarán con la realidad del comerciante que nunca pierde y siempre, repito, siempre gana el máximo posible. Esos precios ya no los bajan, así el dólar caiga hasta el sótano. Saludos.

Maru
21 de junio, 2016

Muy buena sinopsis de la cotidianidad de un empresario minorista. Yo hace tiempo no compro pan en panaderias sino de sandwich cuando llega al supermercado. A Petrusco lo invito a pasar por todas las panaderias de El Hatillo para que se baje de esa nube. O para que deje de escribir mentiras que nadie que viva aqui puede creerle.

Petrusco
21 de junio, 2016

Matías: tienes razón: “Hay gente que no aprende, es demasiado duro descubrir que han vivido en una mentira”. Sin duda.

Nelson: esas panaderías son en Caracas, en varias zonas, en la actualidad, y en efecto, siempre tienen café y los mostradores surtidos. A veces tienen pan, a veces no. Es cíclico. Pero Caracas no es Venezuela, todos lo sabemos.

Iars: el artículo que publica AlbaCiudad fue escrito por una persona que conversó con un pizzero, así como Angel habló con un panadero. ¿Lo leíste? El pizzero mismo es quien reconoce su súper ganancia.

Kabulla: voy a esas panaderías y siempre hay café y tienen los mostradores surtidos. Es lo que veo en esos sitos. ¿Debo negar esa realidad para que tu “me tomes en serio”?

Manuhel: el artículo de Angel y la discusión es sobre comerciantes, no sobre hospitales.

__ El pizzero del artículo de Alex Lanz reconoce que “ni pensar en bajar los precios, ni que fuera pendejo”. Interesante en verdad. Léanlo cuando puedan sin tanta visceralidad. Saludos.

Andres Eloy Torrealba
21 de junio, 2016

Definitivamente que no hay peor ciego que el que no quiere ver…En las panaderías venezolanas hay que tener paciencia y muchas ganas de comer pan porque al ver las colas a mas de uno se le quitan las ganas. Si las grandes panaderías no sacan pan a toda hora como antes como sera en las que quedan en lugares mas apartados. Hay panaderías que no venden café porque falta café, leche o azúcar tomando estos tres rubros sus empresas mas representativas fueron expropiados(robados) por el gobierno, la licencia de exportacion de leche es exclusividad del gobierno y no hay. Empeñarse en negar la realidad es solo de necios o ciegos o tarifados muy bien pagados. PANADERÍA DONDE NO HAY COLA ES PORQUE NO HAY PAN

Petrusco
21 de junio, 2016

Maru: ni nubes, ni mentiras: es lo que cualquier puede constatar al visitar esos locales que menciono: tienen mostradores surtidos y siempre tienen café. Carísimo, pero lo tienen. Vente tu para que lo compruebes tu misma y evites llamar mentiroso a quien no dice lo que tu quieres que diga.

Visita, por ejemplo, la panadería que está en el Centro Comercial Ven Ven, en Macaracuay, saldrás de allí sabiendo bien donde es que está la nube. Saludos

C. Manuel
21 de junio, 2016

Petrusco: es verdad,café no ha faltado en los últimos seis meses, pero tiene idea de lo que les cuesta: Bs.6000 el kilo, sin factura! En todo lo demás, usted sigue en un mundo de fantasía. Todo lo que dice el entrevistado es cierto o hasta peor. Lo podemos certificar todo los que trabajamos en el ramo, incluyendo a muchos fiscales del Sundee y los “voluntários” contra la guerra económica que nos visitan quincenalmente. Todo el que está enterado de la REALIDAD, sabe del inmenso esfuerzo y riesgo que pasamos para mantener el personal trabajando y las puertas abiertas. Con respecto a nuestras ganancias, EXORBITANTE es su ceguera inducida y su mansedumbre hacia lo que estamos viviendo. La mayoría sabemos que, SI existe una guerra económica, pero si usted dejara ciertos prejuicios e investigara objetivamente un poco más, sabría realmente quién la está llevando a cabo, sus criticas tendrían mejor puntería y sus opiniones srían mas apreciadas. Que tenga un muy buen día. Perdone lo malo.

@manuhel
21 de junio, 2016

La última vez que fui a Caracas, a finales de enero, las panderías no tenían agua mineral embotellada.

¡Agua mineral!

Que quedará para los demás productos regulados…

eduardo
21 de junio, 2016

Te la comiste PETRUSCO !! (no será “Etrusco” ? ) todos te leímos y casi todos desviamos nuestra atención hacia tu comentario. Chamo!! escribe un libro. Con tu manera de pensar vas a desarrollar un Best Seller. Imagínate que tu historia empiece algo como así: “todos a mi alrededor viven equivocados, viendo un mundo irreal, con colores inexistentes…”.

Petrusco
21 de junio, 2016

C. Manuel: Yo no soy comerciante. Quien reconoce sus ganancias exorbitantes es el pizzero con quien habló Alex Lanz. ¿Leíste su artículo? El panadero con quien habla Ángel Alayón no lo dice, sólo habla de costos, como generalmente suelen hacerlo. Nunca de márgenes. Eso es tema medio tabú.

Aquí está de nuevo el enlace al artícuo de Alex Lanz: http://albaciudad.org/2016/05/cuanto-cuesta-una-pizza-venezuela/

Manuhel: ven ahora para Caracas: las panaderías están full de agua mineral. Repito: el tema de la escasez es cíclico, hay períodos de ausencia casi total y hay períodos de presencia normal de gran parte de los rubros.

De nuevo: la crisis existe, aguda, la escasez también, cíclica, los altísimos precios son impresionantes, la especulación es rampante, el acaparamiento vergonzoso… y sin embargo, en esta coyuntura los activos del Banco Mercantil aumentaron 86% en el 1er Trim:

http://www.bancaynegocios.com/activo-de-mercantil-servicios-financieros-aumento-862-en-el-primer-trimestre/

Lucrecia Girondo
21 de junio, 2016

Hola amigo Petrusco,tenìa dìas sin saber de Ud. Solo querìa comentarle que Ud realmente debe tener o mucho tiempo libre y/o ser motorizado de panaderìas para VISITAR A DIARIO al menos 7 de ellas. Le cito…”¿Cual panadería será esta de la que habla Ángel? Yo a diario visito varias en Colinas de Bello Monte, Chacao, El Llanito, La California, Macaracuay, San Bernardino, La Candelaria… ninguna tiene mostradores “parcialmente vacíos” y siempre hay café.”…

Saludos

R-Hood
21 de junio, 2016

En mi humilde opinión el Sr Petrusco tiene razón. Por qué?: quién puede decidir donde comienza la escasez si nadie puede definir dónde comienza la abundancia? No será acaso “consumismo”? ningún ser humano puede jactarse de ver la Realidad, todos somos subjetivos! y si Petrusco tiene razón? No es que haya pocos productos, si no que están ampliamente distribuidos en el mostrador. Es que en Occidente no sabemos lo que es el minimalismo, el disfrutar del espacio vacío. Angel Alayón: Qué significa “parcialmente vacío”? ¿No es, acaso, lo mismo que “parcialmente lleno”? Estás jugando con el lenguaje, Picarón!! Y la frase final: “sálvese quien pueda” Nooo Angel, ni que estuviéramos en Alepo. Finalmente: hace días caminé de 2am a 4am por las calles (Más de 15 cuadras) Y NO VI UNA SOLA ALMA !! eso, para mi concepto, es Seguridad, cero peligro.

Petrusco
21 de junio, 2016

Pero Eduardo, quienes están diciendo que esas cosas que veo son irreales, equivocadas y con colores inexistentes ¡son los demás! Solo me he limitado a describir lo que veo casi cotidianamente.

Lucrecia: saludos. Aprovecho tu comentario para corregir: no visito esas panaderías a diario, sino con frecuencia. Escribí “a diario” en mi primer comentario, pero es incorrecto. Por lo demás, sostengo lo dicho: siempre, hasta ahora, tienen café y mostradores surtidos. Pasan unas semanas haciendo pan a diario y a veces pasan una semana sin hacerlo. Es algo cíclico.

Saludos

GregorSamsa
22 de junio, 2016

Petrusco:

Le felicito. Consigue pan siempre y sin cola. Todas las panaderías a la cual usted va tienen pan. Las farmacias seguro tienen todas las medicinas que necesita. Seguro no hay delincuencia donde vive. Seguro su sueldo le alcanza para vivir. Seguro. Seguro. Si luis.

Pero para nosotros no. ¿Que problema, no? ¿como hacemos? ¿Será que estamos locos, tan disociados por la Mass Media que no distinguimos fantasía y realidad?

Es una mala costumbre anecdotizar al país. Como a mi no me roban, por suerte, entonces la inseguridad no existe. Yo fui a la panaderia y pude comprar pan. Eso quiere decir que todos consiguen pan y estan locos si dicen lo contrario. Hermano, hay 30 millones de venezolanos en este país. Ud no vive solo acá.

Petrusco
22 de junio, 2016

Gregor: vuelve a leer mis comentarios y señala en cual parte aseguro que siempre consigo pan y que nunca hago cola. Indica en cual parte afirmo que en las farmacias están todas las medicinas que necesito o que la delincuencia no existe o donde siquiera hablo de mi sueldo. Luego de eso procura escribir un comentario mas inteligente.

Saludos

Joeif Duroim
22 de junio, 2016

Sé que es difícil abstraerse de responder al comentarista, que no quiero nombrar, pero que ha tenido el chance hasta de colocar más de 6 comentarios. Quiero más bien pedirle recomendación para administrar el tiempo entre el trabajo, las colas, las fallas de internet y la visita a las panaderías. Pareciera que, el resto de nosotros, somos los que estamos en un espejismo incluido el articulista. El artículo y sus temas sobre precios, abastecimiento e inflación son un hecho que vivimos todos.

Petrusco
22 de junio, 2016

Joeif:

No me tardo más de dos minutos en postear un comentario pero, una pregunta, ¿leíste el artículo sobre el pizzero?

Es interesante cotejarlo con el del panadero. En verdad, es un ejercicio muy nutritivo para contribuir con el análisis serio de esta crisis. Creo que ninguno de los que ha respondido lo leyó, pero, ¡que bueno sería que lo hicieran!

Saludos

Chucho
22 de junio, 2016

Petrusco, lei ese articulo del pizzero (típico articulo chavista justificando la guerra economica), según el entrevistador la culpa la tiene el comerciante porque es un especulador que vende pizzas de 15000 a 20000 bs, tengo varias preguntas al respecto:

1) ¿Donde es esa pizzeria? Yo consigo pizzas medianas que no pasan de los 5000 bs, los que paguen ese precio son pendejos o enchufados que no les duele el dinero. El comerciante busca ganar dinero, como bien lo dice: “Ni que fuera pendejo”. Esa estupidez de producir a perdidas sacatela de la cabeza, nadie regala.

2) ¿En que país normal imponen un margen de ganancias de los comercios? Hay algo que se llama competencia, mientras mas competencia entre comercios mejor, por ejemplo, para llamar la atención de los clientes debes tener un producto que destaca del resto o tu producto es mas económico.

Chucho
22 de junio, 2016

3) Suponiendo que los comerciantes son tremendos especuladores inhumanos, así como los bachaqueros que venden pañales con margenes de ganancias de 1000%. ¿Quien creo a esos monstruos? No se te pasa por la cabeza que el principal autor de todo este desastre es el gobierno, el bachaquero ya estaba en Venezuela de antes, hoy en día es tremendo negocio por las malas políticas económicas de este gobierno.

En conclusión, el comerciantes, el bachaquero de la esquina, el empresario y todo emprendedor en Venezuela no tienen la culpa de que tu no puedas comprar te una pizza. El verdadero culpable de toda esta situación es el gobierno, entiéndelo.

Joeif Duroim
22 de junio, 2016

Señor de Menos de 2 minutos en postear: Yo no tengo problema alguno con la rentabilidad del pizzero, creáme, es más, quisiera ser el propietario de alguna pizzería!!. Mi inquietud es con el despelote absoluto armado en función de los precios regulados, obra directa del gobierno. Con los precios actuales y las colas desmesuradas que dificultan cualquier compra, explíqueme, por favor y amablemente de qué voy a vivir…porque es un hecho que no recibiré CLAP alguna debido a mi desafiliación con este gobiernacho. Tampoco tengo balcón ni espacio para los fulanos cultivos alternativos. Con el gran y holgado sueldo mínimo dígame, en qué parte de su mundo (obvio que no es el mío) se puede comprar algo parecido a la fulana cesta básica de alimentos.

El Portu
23 de junio, 2016

Si, Petrusco, lo lei:

“En estos días conversaba con un amigo que es dueño de una pizzería muy tradicional en Caracas. Tiene la pizzería desde hace unos 20 años.”

Ni fecha exacta, ni nombre exacto, ni local exacto… todos los ingredientes para corroborar el relato como verdadero, no?

Dinos, por favor, como aplicar la ganancia de 100% al petróleo. Y un ejemplo de una empresa (tal vez multinacional) que sólo saque 100% de ganancia y que sea un exito mundial. Gracias!

Petrusco
23 de junio, 2016

Chucho:

1) Si quieres saber donde queda la pizzería, pregúntale a quien hizo la entrevista, Alex Lanz. Una cosa es producir “a pérdida” y otra es producir “a ganancia exorbitante”. Siempre hay un punto medio.

2) En un país donde el aparato productivo está en su mínima expresión y los que quedan operando quieren maximizar sus ganancias a costa de vender muy poco pero carísimo, obteniendo además por eso réditos políticos del descontento de la gente. Yo creo en la regulación parcial, o mejor aún, en la contraloría eficiente, pero no en la intervención estatal total.

3) El inescrupuloso, el ladrón, el tramposo, se crea solo. Toma la decisión por si mismo. Nadie lo obliga a ello. No todos los comerciantes son desalmados o tramposos. Conozco muchos que son honestos y con valores.

Entiende tu algo, Chucho, la culpa de esta crisis es compartida: comerciantes y factores de poder inescrupulosos, gobierno ineficiente, corrupción y antivalores como cultura de décadas.

Saludos

Petrusco
23 de junio, 2016

El Portu:

Al leer el artículo habrás notado entonces que fue el mismo pizzero quien pidió no ser nombrado. Y tiene lógica. ¿Te imaginas como le caerían encima, tanto propios como extraños, por revelar lo que reveló?

Conozco comerciantes y fabricantes acá, que con el 30 % de margen, ganan y mucho, funcionan y hasta crecen. No es que sea fácil, es bien complicado, pero lo logran.

No debería haber restricciones, en eso concuerdo, sino libre y sana competencia, pero eso, hasta ahora, en nuestra cultura comercial, no ha funcionado bien nunca.

Saludos

Petrusco
23 de junio, 2016

Joeif:

Lo de los dos minutos lo indiqué ante su inquietud por la administración del tiempo.

Hasta ahora entiendo que el fin de esta discusión no es hacer un juicio de valor sobre la ganancia de los comerciantes, sino señalar que, no es tan cierto que pierdan y en cambio si lo es que ganan, algunos mucho y, por otra parte, aún con la crisis, existen muchas panaderías bien surtidas que ofrecen café todo el tiempo y pan con regularidad. Esa observación nace de mis visitas frecuentes a esos locales en varias zonas de la ciudad.

Los CLAP no llegan solo a quien tenga afiliación política, llegan a los vecinos que se organizan y manifiestan su requerimiento. Eso también me consta de primera mano, aunque yo no he sido quien ha recibido esa bolsa de alimentos a un costo ínfimo.

Cómo vivir con sueldo mínimo hay que preguntárselo a quienes viven con él, mas bonos, cestatickets, tarjetas de crédito y otros beneficios. Hacen milagros, pero los hacen. Siempre lo han hecho.

Saludos

Luis Moreno
23 de junio, 2016

No vale la pena debatir con Chavistas. Dejenlos en su mundo.Los que estan en el poder van pa afuera.

Petrusco
1 de julio, 2016

Típico comentario de quien ni siquiera se toma la molestia (o tiene la capacidad) de analizar lo que lee.

Menos aún lo que escribe.

Miguelito
6 de agosto, 2016

Nuestro País, tiene diferentes contrastes. Si encontrastes Pan en un lado, en otro lado no encontrastes. Eso es todo gracias.

weykapuy
6 de agosto, 2016

Cómo hace Petrusco para visitar todas las panaderías de Caracas y responder tooodos los comentarios de esta página?

jhontravi
6 de agosto, 2016

no e visto una panadería que no tenga algo en los mostradores , ellos no tienen harina para hacer pan salado, pero si tienen los mostradores , llenos de cachitos, minipan de jamon , miniluch, tortas ect.

Aleandro Lares
6 de agosto, 2016

Negar la realidad poco ayuda. El articulo es un vivo ejemplo de lo que està sucediendo en toda Venezuela¡ Muchas panaderìas del oeste y del centro de Caracas lo estàn viviendo Sin embargo ese espectàculo es nada comparado con lo que se vive en la capital luego de las 5 de la tarde , incluso muy cerca de Miraflores: La gente comiendo de la basura sin seleccionar siquiera lo que se come. En un container muy cercano al famoso Puente Llaguno, sobre el cual dicen el actual presidente disparò varias veces en abril del 2002, las personas buscan comida con desesperaciòn.

Leo Tisnatas
7 de agosto, 2016

Lo que todo esto refleja en realidad es que el problema que vive Venezuela no es solamente de tipo económico, político siquiera, sino un problema estructural a nivel social, de valores, de entender que “el otro” también existe, y de que , muy posiblemente, al final solo hay dos tipos de personas: Quienes poseen auténtica honestidad y buenas intenciones colectivas, y aquellos a quienes no les importa absolutamente nada para lograr y defender sus objetivos personales, vengan de donde vengan, estén en el bando que estén. Estos últimos hacen más ruido, y pareciera que hacen también mayor bulto en nuestra sociedad actual, de nuevo, sin importar del lado que digan estar, el único bienestar, la única justicia, el único beneficio que persiguen es el suyo propio, aún a sabiendas -en muchos casos- de que el malestar colectivo tarde o temprano terminará arropándolos también a ellos…

Leo Tisnatas
7 de agosto, 2016

El problema no es solo la economía, no es solo el gobierno, el problema somos LOS VENEZOLANOS, los que ven y los que no, los que creen y los que no, los que… Es un largo etcétera, pero que no cambia el resultado final. Mi pregunta es, al igual que en muchos de los países que a veces llamamos “decentes” (Y que, sin embargo, tienen actualmente sus propios problemas, comparables o no)… Hará falta un cataclismo para que en Venezuela aprendamos, nos re-eduquemos en una cultura general orientada hacia el respeto, la sana convivencia, el no-aprovechamiento de una posible debilidad del otro? Qué necesitamos para dar finalmente muerte a la “Viveza criolla” que tanto daño le ha hecho a esta sociedad?

MANUEL MARQUEZ
7 de agosto, 2016

Al leer el comentario de Pestrusco , identifico quien es que representa , ni le contesto ni me enghancho con su comentario es perder el tiempo, posiblemente es un enchufao y es logico que defienda al regimen, dejenlo que diga lo que quiera e ignorenlo , no vale la pena .

jose a
7 de agosto, 2016

“Se encontrarán con la realidad del comerciante que nunca pierde”,empezando eso es una realidad irrefutable e incontestable amigo!!! nunca ni la sra que vende las arepitas en la tarde en la esq de la parada del barrio, trabajara para perder dinero, pues tiene que alimentar a sus hijos!! Aqui el problema es la perspectiva contra cualquiera que intenta tener un negocio donde invierte su tiempo, dinero, esfuerzo, patrimonio y trabajo.Y supuestamente debe regalar su trabajo bajo una opinion de algunos que no tienen ni la minima idea de como obtener una estructura de costos..alquiler,nomina,impuestos,materia prima,esfuerzo,tiempo,calidad parecen ser simples adornos cuando un comunista solo quiere que le regales el producto y sino quitarte a tu hijo(la empresa que dejo años sin dormir y la cual eres capaz hasta de dejar de comer solo para mantener aflote)..JAJA si son capaces de convencer “algunos” que queremos autoquebrar nuestra empresa solo por un gob. que casi es como perder a un hijo…

Petrusco
9 de agosto, 2016

A un mes de mi último comentario, la oferta de pan en las panaderías que indiqué, en lugar de disminuir, ha aumentado. Venden pan canilla y campesino tres veces al día y cachitos, pastelitos, pan de queso, bombas, palmeras y sobre todo café todo el tiempo.

En las farmacias de esta misma zona (Este de Caracas), abunda el pan de sandwich (Holsum, Bimbo, Bimbo integral, de Mantequilla, Oro Wheat) y también hay tortillas Bimbo y Tostadas.

Tanto en las panaderías como en las farmacias hay diversas presentaciones de leche líquida todo el tiempo. No se ven colas en estos locales, excepto cuando llega algún medicamento escaso a la farmacia y se corre la voz de que allí está.

Sé muy bien que no es una situación generalizada, ni en la ciudad, ni en el país, eso no lo niego, pero es una realidad que existe y atestiguo a diario.

Visiten esos lugares que mencioné, antes de menospreciar sin más lo que expongo. Es un ejercicio sano para bajarle dos a la ceguera.

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