- Prodavinci - https://historico.prodavinci.com -

Jorge Ramos: “El buen periodismo siempre rompe algo, nunca deja las cosas como están”; por Maye Primera

Jorge Ramos al recibir el premio Gabo a la excelencia: "Vengo a pedirles que desobedezcan". Fotografía de Joaquín Sarmiento para AFP

Jorge Ramos al recibir el premio Gabo a la excelencia: “Vengo a pedirles que desobedezcan”. Fotografía de Joaquín Sarmiento para AFP

univision-150editadoMedellín, Colombia.- Jorge Ramos salió de México —donde nació, donde se hizo periodista— porque no quería ser censurado. Porque su plan, de antemano, era desobedecer.

Así lo hizo durante las tres décadas que siguieron, en las que puso su trabajo al servicio del público hispano de Estados Unidos como reportero, presentador de noticias y eterno crítico del poder.

Y por desobediente, la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) de Colombia le otorgó el Premio a la Excelencia, que honra la trayectoria de los mejores periodistas de habla hispana, durante una ceremonia celebrada este viernes en el Jardín Botánico de Medellín.

“Desobedezcan”, pidió Ramos al auditorio, a las nuevas generaciones de periodistas que trabajan en las redacciones de América Latina.

“Hoy vengo aquí a pedirles, a rogarles que no sigan las instrucciones de sus gobiernos, que se rehúsen a creer muchas de las cosas que aprendieron en las escuelas de periodismo, que no siempre le hagan caso a sus padres y maestros, y que no sigan al pie de la letra los preceptos de lo que se supone debe ser un reportero respetable. Hoy vengo a pedirles que desobedezcan. A todos”, siguió el periodista mexicano durante su discurso de aceptación del premio.

Ramos dedicó el galardón a todos los colegas que, como él, desobedecieron y lo pagaron con su vida; tanto en México, su país, como en el resto del planeta. De acuerdo a cifras de Reporteros Sin Fronteras, 780 periodistas han sido asesinados entre 2006 y 2016 por causa del ejercicio de su profesión en todo el mundo.

“Lo que no saben sus asesinos —y los gobernantes que los protegen— es que por cada reportero que matan, habrá dos, o tres, o mil que retomarán sus causas, sus reportajes y sus palabras”, advirtió Ramos a sus sicarios. “Esta es nuestra promesa a los que se fueron. No estamos en el negocio de quedarnos callados. El silencio es cómplice”.

Durante su discurso, Ramos cargó una vez más contra el amedrentamiento sistemático de las minorías promovido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. También cuestionó “a los dictadores de Cuba y de Venezuela”, y la desidia del presidente Enrique Peña Nieto ante el asesinato de miles de mexicanos durante su sexenio.

Jorge Ramos entiende el buen periodismo como una misión y un servicio público, como la obligación de hacer preguntas que otros no pueden hacer, las que pongan en jaque a los poderosos, las que no den tregua a presidentes, gobernadores, sacerdotes o empresarios.

Cuando Ramos se enfrenta a un entrevistado no espera palabras amables, ni más acceso en el futuro. Va con todo, tira a matar.

“El buen periodismo siempre rompe algo, nunca deja las cosas como están”, explica. Por eso lo hace, por eso lo premian.

Lo mejor del mundo hispano

La FNPI también premió este viernes por la noche la mejor producción periodística del continente en las categorías de Texto, Imagen y Cobertura, y reconoció el trabajo de Fernando Ramírez como editor ejemplar colombiano, merecedor del premio “Clemente Manuel Zabala”.

El ganador de la categoría Texto fue el cubano Jorge Carrasco de la revista digital El Estornudo por su crónica titulada Historia de una paria, que cuenta la vida de Farah, la madre de las travestis cubanas; “la hija no deseada de la revolución”, como la describe el autor. Carrasco no pudo asistir a la ceremonia, pero en su lugar recibió el galardón el periodista y escritor Carlos Manuel Álvarez, editor de El Estornudo.

En la categoría Imagen, el premio fue para el equipo de periodistas de Pie de Página, pertenecientes a la red Periodistas de Pie, por su trabajo Buscadores en un país de desparecidos, que retrata la búsqueda de una treintena de mexicanos —madres, padres, hermanos— devenidos en antropólogos e investigadores por el afán de encontrar a sus familiares desaparecidos como consecuencia de la violencia del narco y del Estado en México.

“La tragedia de los desaparecidos debe parar. Es una huella que no puede cicatrizar mientras haya desaparecidos”, dijo Daniel Zabala al recibir el premio en nombre de sus compañeros Consuelo Morales, Prometeo Lucero, Ximena Natera, Marcos Vizcarra, Iván Medina, Félix Márquez, José Ignacio de Alba, Fernando Santillán, Victoria Helena, Mónica González, Daniela Rea, Érika Lozano, Rafael Pineda y Adriana Tienda.

Los periodistas colombianos del diario El País de Cali ganaron en la categoría Cobertura por El mapa de la muerte: 15 años de homicidios en Cali, un reportaje que explica cómo la ciudad se convirtió en un infierno donde murieron casi 27.000 personas en forma violenta durante los últimos 15 años. Al igual que sus colegas de México, los reporteros de El País dedicaron su premio al periodista Javier Valdez del diario Riodoce de Sinaloa, asesinado este año.

El periodista Germán Andino de Honduras se llevó el premio en categoría Innovación por su relato del drama Isaac, víctima de las pandillas, su vecino. El trabajo se titula El hábito de la mordaza y Andino se lo dedicó a Joe Sacco, periodista y caricaturista, pionero del reportaje animado.

***

Este texto fue publicado en el portal web de Univision Noticias y cedido a Prodavinci. Haga click aquí para ver el artículo original.