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¿En qué consiste la reforma laboral de Francia y por qué genera tanto conflicto?

¿En qué consiste la reforma laboral de Francia y por qué genera tanto conflicto

Protesta de estudiantes y trabajadores sindicalizado contra la reforma de la legislación laboral. Fotografía de Philippe Wojazer para Reuters. Marzo de 2016

Siete de cada diez franceses, así como intelectuales de la talla de Thomas Piketty se muestran en contra de la llamada Ley Khomri, aprobada este 6 de julio, por lo que desde marzo pasado, la reforma laboral ha provocado todo tipo de manifestaciones de rechazo, desde huelgas sectoriales, protestas y disturbios, hasta el bloqueo de vías e infraestructuras estratégicas.

El proyecto de ley, impulsado por el gobierno socialista francés y señalado como una apretada de tuercas de la Unión Europea a Francia por su retardo en la reducción del déficit, promete flexibilizar el mercado laboral y ofrece reducir el desempleo que ronda el 10%, pero los sindicatos creen que atenta contra los intereses de los trabajadores y supone un retroceso histórico de los derechos laborales.

1. ¿Qué dice el proyecto de Ley de reforma laboral? 

El texto del proyecto, que lleva el nombre de la ministra de empleo, Myriam El Khomri, pretende transformar el mercado laboral francés, abaratando el despido y permitiendo que los convenios puntuales de las empresas se impongan a los acuerdos sectoriales. El primer ministro, Manuel Valls, señaló que actúa teniendo en cuenta el interés de los franceses y que el texto responde a la intención de que el país sea más fuerte frente a la competencia internacional, las empresas tengan más flexibilidad a la hora de invertir y los trabajadores estén más protegidos. Explica además que con esta reforma se pretende combatir un desempleo endémico —superior al 10%— facilitando los contratos en un mercado laboral más flexible.

El gobierno ha cedido parcialmente en el contenido de la ley, permitiendo ciertas modificaciones, tales como dejar de fijar un tope en las indemnizaciones por despido forzoso hasta arribar a un baremo consensuado. En el caso de despidos por causas económicas, los jueces podrán establecer si ha habido voluntad de falsear las cuentas por parte de las empresas para reducir las plantillas laborales.

2. ¿Qué interpreta de la reforma el ciudadano de a pie? 

La colectividad supone que la reforma laboral da más poder al patrón frente al trabajador al imponerse el convenio puntual de la empresa sobre los acuerdos sectoriales existentes. Es por ello que el 70% de la población la rechaza.

Los sindicatos denuncian que vulnera los derechos laborales por cuanto la semana laboral de 35 horas semanales puede ser ampliada hasta 48, con la condición de que la semana siguiente la jornada semanal sea solo de 10 horas. Igualmente, la empresa puede modificar el contrato de trabajo en acuerdo con el trabajador sin afectar su remuneración, por lo que el empleado laboraría más sin percibir dinero adicional. Por otra parte, el texto reduce el pago de horas extras de un 25% a un 10% sobre la hora ordinaria.

Aunque el texto está inspirado en la reforma aprobada por Rajoy en España, aquella resultó más agresiva: permitió que las empresas hicieran modificaciones sustanciales a las condiciones de trabajo, incluidos los sueldos, de forma unilateral, aunque deben negociarlo con los representantes sindicales.

3. ¿Cómo aprobó el gobierno de Hollande la reforma laboral? 

El primer ministro francés Manuel Valls anunció en un acalorado debate en la sede del poder legislativo que recurriría a una medida constitucional: el llamado artículo 49.3 de la Constitución para aprobar el proyecto en la Asamblea Nacional sin someterlo a votación, a fin de evitarse una derrota segura, pues parte de los propios diputados socialistas se oponían a ella, mientras la oposición de derecha la rechazaba por insuficiente. Este miércoles 6 de julio, Valls aprobó la ley. Y la medida de censura iniciada por sus oponentes no se cristalizó, puesto que apenas lograron 56 de los 58 votos que requerían para hacerla avanzar.

El primer ministro ha alegado que la ley es esencial para la economía francesa y que, ante el riesgo de que el Parlamento no la apruebe, decidió echar mano de la prerrogativa constitucional. “Nadie nos hará retroceder”, ha sostenido. “La izquierda gobierna y debe asumir su responsabilidad plenamente. Lo hacemos por el país, por el interés general”.

El presidente François Hollande respaldó íntegramente al primer ministro y ha expresado su determinación de ir “hasta el final” con el nuevo instrumento legal.

4. ¿Qué papel juegan los sindicatos? 

La Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO) exigen la retirada del texto. La Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT) está más dispuesta a negociar, tras lograr algunas concesiones. Phillipe Martínez, dirigente de la CGT, se ha constituido en el vocero más beligerante contra la reforma y la acusa de representar un “retorno al siglo XIX”.

5. La situación de Francia en Europa. 

En términos absolutos, Francia registró al cierre de 2015 un déficit de 77.427 millones de euros, (inferior al registrado en 2014, de 84.846 millones de euros), alcanzando un 3,50% del PIB.

Los dos últimos años la UE ha presionado fuertemente a Francia sobre su mercado laboral: en 2015 la Comisión Europea señaló a Bulgaria y Francia como los casos más críticos, lo que les situó a un paso del inicio del temido “procedimiento de desequilibrio excesivo” y las multimillonarias sanciones que éste acarrea (en su caso, hasta 11.000 millones de euros).

La Comisión Europea pidió al ejecutivo galo “reformas estructurales de gran escala”. Tales reformas se definen como cambios sobre “los motores fundamentales del crecimiento mediante la liberalización de trabajo, productos y mercado de servicios”.