Actualidad

¿Qué está pasando en la economía venezolana?; por Víctor Salmerón // #EventoProdavinci

Por Víctor Salmerón | 22 de abril, 2016
Fotografía de Roberto Mata.

Tamara Herrera, Leonardo Vera, Igor Hernández y Asdrúbal Oliveros analizaron los escenarios económicos de Venezuela, con la moderación de Ángel Alayón, durante el evento “La economía y la política: ¿cuáles son los escenarios?”. Fotografía de Roberto Mata.

En un entorno signado por una profunda recesión que parece no tener fin, el incesante incremento de los precios, anaqueles vacíos por la creciente escasez de productos básicos y el tránsito de millones de venezolanos hacia el túnel de la pobreza, Prodavinci reunió a cuatro expertos para analizar qué puede esperarse en el corto y mediano plazo en materia económica.

Tamara Herrera, directora de Síntesis Financiera; Leonardo Vera, profesor de la Universidad Central de Venezuela; Igor Hernández, académico del IESA; y Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, coinciden en que el país sufre un deterioro que no puede ser explicado como un simple ciclo negativo: se trata del colapso de un modelo que, para ser superado, entre otras cosas requiere cambios políticos.

El análisis a cuatro voces destaca la necesidad de financiamiento externo para cubrir el gigantesco déficit de divisas, la urgencia por obtener un alivio en el pago de la deuda externa, la confrontación en el Gobierno que impide una mejor implementación de las reformas cambiarias, la falta de un plan para contener la inflación y la convicción de que, si bien el reto es inmenso, con los cambios adecuados el país tiene un enorme potencial para crecer y dejar atrás el empobrecimiento.

La magnitud de la crisis

Para colocar en contexto el deterioro, Leonardo Vera resalta que las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), La Cepal y Latin Focus esperan que este año la economía venezolana registre un descenso de entre 6,9% y 8%. Desde su punto de vista, esto señala que:

“hay coincidencia en que este año habrá una contracción muy severa, una pérdida de riqueza superior a la de 2015. De hecho, las proyecciones del FMI indican que será la mayor del planeta, seguida por las que experimentarán Guinea Ecuatorial y Sudán. Al mismo tiempo Venezuela es el único país con inflación de tres dígitos”.

Leonardo Vera añade que:

“lo anterior se combina con una fuerte escasez de bienes que afecta al sector productivo y a la población. Po supuesto, un país en estas condiciones se empobrece. Las estadísticas oficiales indican que en 2013 la pobreza estaba en 30% y la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) señala que actualmente se ubica en torno a 60%. Un país donde en dos años y medio aumenta la pobreza en esta magnitud vive una catástrofe social”.

 Al evaluar lo que desnudan estos números, Vera explica:

“El escenario es de cambio, obligado o voluntario. La duda es si el cambio va a llegar rápido o lento. Mientras más lento llegue, mayor será el deterioro. Estas son cifras de un país que está pidiendo a gritos cambios significativos; no es un país que está estancado sino que se está cayendo. No hablemos de que Venezuela necesita una política de ajuste. Venezuela necesita un plan de reconstrucción nacional”.

Evento_Prodavinci-1197

Leonardo Vera, economista, fotografiado por Roberto Mata.

Tamara Herrera indica que la estanflación, es decir, la combinación de elevada inflación y recesión, es crónica, no debe ser vista como cíclica, y afirma que ya hay consenso en que es real el riesgo de hiperinflación. Herreraconsidera que la variable política es clave:

“No es posible pensar que puede haber correctivos sin un cambio político. Es un hecho que el cambio político no se ha producido y estamos en un proceso de transición. La pregunta es cuánta mejora puede haber durante esta transición. No tengo una respuesta clara al respecto, lo único que puedo decir es que la única novedad que ha ocurrido recientemente es la creación de esta tasa de cambio que se deprecia (DICOM). El Gobierno busca desesperadamente que haya ingreso de capital privado. Pero hay dos cosas: no hay credibilidad y la mayoría de las empresas que tienen fortaleza se están desconsolidando de sus casas matrices”.

EventoProdavinciPolitica-1302 640X60

 Asdrúbal Oliveros recurre a las cifras para pintar un cuadro muy preocupante:

“Entre 2013-2016 la caída acumulada del PIB será en torno a 20%, por eso es que hablo de depresión y no de recesión. La proyección para PIB en dólares es que en este mismo lapso habrá una caída de 47%. Tenemos una economía que es mucho más pequeña, que se ha achicado. Al mismo tiempo ha habido una aceleración brutal de la inflación sin indexación salarial y por eso hay un proceso de destrucción de poder adquisitivo”.

 En opinión de Oliveros, es necesario evaluar el reacomodo que experimenta el sector privado:

“El sector privado ya no es el mismo de hace cinco años atrás, se redujo el número de empresas. Por eso ha mermado la competencia y eso trae desafíos para el futuro. Es un sector que desarrolla actividades que no le son propias, empresas que por razones de sobrevivencia están haciendo hoteles o centros comerciales”.

 Por su parte, Igor Hernández centró su diagnóstico en el tema petrolero y destacó la inconsistencia de un país rico en reservas, pero con una producción exigua:

“Venezuela posee 20% de las reservas mundiales y tan solo 3% de la producción, eso nos dice que los riesgos no están en el subsuelo sino en la superficie. En la Faja del Orinoco solo se ha alcanzado 5% de lo que se tenía proyectado para esta fecha. El tema inflacionario, la falta de insumos, la insuficiencia de recursos para la inversión por las transferencias a otras áreas. El petróleo no está aislado de lo que ocurre en el resto de la economía”.

El financiamiento

Tras multiplicar por cuatro la deuda externa, no crear un fondo de ahorro y evaporar las reservas internacionales, Venezuela sufre un profundo déficit de divisas que Leonardo Vera calcula para este año en torno a 20-25 mil millones de dólares y Tamara Herrera en unos 30 mil millones.

Para Leonardo Vera es claro que el país necesita financiamiento:

“El Gobierno lo que hecho es recortar el suministro de dólares al sector privado. El Gobierno juega a la parálisis. La solución es que hay que buscar dinero, se requiere un alivio. No es posible que Venezuela esté utilizando 70% de su ingreso en divisas para pagar deuda externa. Hay que renegociar con los tenedores de deuda un nuevo perfil de pago. Eso puede hacerse en términos amigables y si se hace con el FMI, el Banco Mundial, con la comunidad internacional en la mesa, en ayuda del país, Venezuela puede lograr un buen acuerdo. De lo contrario, podríamos llegar al default desordenado donde dices no tengo un dólar más para pagar y pronuncias un discurso encendido contra, por ejemplo, los fondos buitres. Eso sería terrible”.

 Tamara Herrera indica que el tema del financiamiento es un punto central en este momento:

“Es el problema crítico, lo que puede ayudar a que la economía tome oxígeno. Se necesitan divisas. Estamos hablando de precios del petróleo, aunque es una variante muy difícil de pronosticar, que se van a mantener en los niveles actuales por un tiempo prolongado. El Gobierno trabaja en reperfilar la deuda de Pdvsa pero es tan grande el déficit que esto no representará, en caso de que se logre, un gran alivio. Al mismo tiempo mantiene las negociaciones con China a fin de obtener financiamiento. Me parece que no está planteado, bajo esta administración, que el país acceda a otras fuentes de financiamiento como el FMI”.

Herrera advierte que el problema de caja es grave: “es tan estrecho el nivel de iliquidez de las reservas internacionales que cualquier desacierto organizativo puede ponernos en una moratoria no planeada en el pago de intereses de la deuda”.

Evento_Prodavinci-1086

Tamara Herrera, directora de Síntesis Financiera, fotografiada por Roberto Mata.

Por su parte, Asdrúbal Oliveros destaca que el Gobierno implementa un recorte salvaje de las importaciones. Este año las compras al exterior de insumos, materias primas y productos terminados se ubicarían 40% menos del nivel alcanzado en 2015, a fin de asegurar el pago de la deuda externa. Oliveros explica:

“Se pensó que el Presidente Nicolás Maduro se equivocó cuando dijo que Pdvsa sólo había entregado 77 millones de dólares al Banco Central en enero, pero fuentes del BCV dicen que efectivamente eso fue lo que ocurrió. Y eso es porque Pdvsa está reteniendo divisas a fin de cancelar los vencimientos de deuda externa previstos para octubre-diciembre. El sector privado sufre una contracción brutal en la asignación de divisas, ninguno de mis clientes ha recibido dólares en lo que va de año. La pregunta es si la población está en capacidad de soportar el recorte de importaciones a la que está siendo sometida”.

La hiperinflación

Las cifras del Banco Central de Venezuela registran que en 2015 la inflación experimentó un salto de 180,9%, la mayor variación desde 1950, el año más antiguo en los registros oficiales. ¿Es inevitable el tránsito hacia una hiperinflación?

Leonardo Vera considera que el Gobierno carece de un plan para contener el centelleante incremento de los precios:

“No hay una política antiinflacionaria, en la narrativa, en el discurso oficial, no hay ninguna intención de tratar de mitigar este problema que es la causa fundamental del empobrecimiento. Hay que tener un programa, hacer un diagnóstico. Me gusta comparar la inflación con la hepatitis. Hay distintos grados de hepatitis y Venezuela debe identificar cuál es el grado de la enfermedad: normal, crónicó, aceleración e hiperinflación. Hay terapias para cada grado. Venezuela debe crear un programa para disminuir la demanda en aquellos sectores donde es necesario. Lidiar con el tema de las expectativas, muchos precios se marcan porque existe la expectativa de que la inflación va a seguir acelerándose y la gente que fija precios se guía por el mercado paralelo de divisas, eso hay que arreglarlo. La inflación también tiene un carácter inercial y de costos, para eso también existen terapias”.

El petróleo y PDVSA

Igor Hernández explicó que en este momento no existen razones para pensar en un salto de los precios del petróleo capaz de solventar el déficit de divisas:

“Se piensa que los precios de referencia podrían llegar a 50 dólares a fin de año, pero eso indica que la cesta petrolera venezolana registraría un promedio en torno a 35 dólares el barril. Tomemos en cuenta que el año pasado ya hubo serias dificultades con un promedio de 44 dólares el barril. Eso nos da una idea de la magnitud del problema de liquidez”.

Evento_Prodavinci-1126

Igor Hernández, académico del IESA, fotografiado por Roberto Mata.

 Al evaluar la situación de Pdvsa, Hernández indica:

“Desde 2005, la producción ha caído en 350 mil barriles. Pdvsa no ha podido hacerse cargo de los grandes retos de inversión. Hay problemas con proveedores de servicios en campos productivos como el Furrial. Gran parte de la producción se va al consumo interno que está altamente subsidiado”.

 La crisis del sistema eléctrico también tiene impactos en Pdvsa. HernándezAfirma que:

“Si no hay hidroelectricidad, hay que mantener el consumo a partir de diesel o gas natural. Si no tienes infraestructura para llevar el gas hacia estas instalaciones, tienes que hacerlo con diesel que no mandas a China y, por tanto, no obtienes divisas”.

El DICOM

El Gobierno implementó un esquema cambiario que consta de dos grandes brazos. Un tipo de cambio protegido (DIPRO) que actualmente es de 10 bolívares por dólar y se emplea, según lo anunciado, para las importaciones de bienes esenciales, como alimentos, medicinas y materias primas para su producción.

 Al mismo tiempo, la economía cuenta con un tipo de cambio complementario (DICOM) que rige “para todas las transacciones no incluidas bajo el tipo de cambio protegido y fluctúa según la dinámica económica del país”. Tras una continua depreciación, este tipo de cambio se cotizó la semana pasada en 339 bolívares por dólar.

No obstante, la gran mayoría de las empresas señala que no ha recibido divisas. ¿Qué ocurre? Asdrúbal Oliveros tiene la respuesta:

“Hay una lucha de poder entre Miguel Pérez Abad, vicepresidente de Economía y Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela.  Merentes ha permitido que el tipo de cambio se deprecie pero quiere mantener el control sobre la asignación  de las divisas, esa es la pelea a lo interno”.

Evento_Prodavinci-1237

Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, fotografiado por Roberto Mata.

Asdrúbal Oliveros considera que el Gobierno no tiene una estrategia adecuada para disminuir la cotización del dólar en el mercado paralelo:

“Hay una forma malandra de intervenir el mercado, que ya se hizo en el pasado, que es vender divisas en el paralelo y tumbar el precio. La otra forma es irse a Cúcuta y recoger bolívares. Lo otro es crear un verdadero mercado, quitar las trabas administrativas, ofertar diariamente una cantidad de divisas y permitir que haya una puja. A la vez, complementar esto con medidas de política monetaria y fiscal. Al ofertar una cantidad diaria de divisas se pueden tener objetivos con el tipo de cambio, implementar una estrategia para disminuir ese precio que no tiene asidero”.

El futuro

Al evaluar cuál puede ser la perspectiva a largo plazo, Tamara Herrera afirma que “si hacemos el cambio cultural, institucional y político necesario, el espacio que se abre es enorme, muy exigente pero con un gran potencial. Esta situación de ahora no puede ser ni debe ser para siempre”.

Leonardo Vera reitera la necesidad del cambio político:

“Cada día hay más consenso entre los economistas. Hay consenso de que hay que lidiar con el déficit de divisas, superar la dependencia del petróleo en el largo plazo, reactivar al sector productivo, acabar con el control de cambio, desmantelar el control de precios, que el problema inflacionario puede ser corregido. Hay soluciones para estos problemas, pero las soluciones tienen que estar en las manos nuestras. Después de haber visto lo que ha hecho esta administración en tres años y medio, hay muy pocas esperanzas en que podamos ver un sendero distinto mientras no haya un cambio político”.

Igor Hernández cree que hay que repensar el tema petrolero:

“Tenemos que resolver el tema de cómo los venezolanos se van a relacionar con el petróleo. Cuál es el rol que tendrá Pdvsa, si los mecanismos que se han  usado para distribuir la renta petrolera han sido los más apropiados. Es necesario separar el manejo de la industria petrolera del problema de la distribución de la renta”.

 Asdrúbal Oliveros observa una transición lenta:

“Este es un modelo que caducó, pero no creo que el cambio sea rápido, estamos en una transición que probablemente sea lenta y no va a estar libre de obstáculos. No necesariamente es un proceso que se va a dar con la rapidez que muchos esperan. En este contexto las empresas deben prepararse para sostenerse a flote en este período tan difícil: cuidar el flujo de caja, el capital humano, no descuidar las operaciones de cobertura, no dejar por fuera el tema de exportar y generar divisas, preservar la cuota de mercado”.

EventoProdavinciPolitica-1302 640X60

Víctor Salmerón 

Comentarios (3)

Pedro R Garcia
24 de abril, 2016

Venezuela tiene problemas estructurales desde mediados de los 70. Nunca fuimos capaces de hacer la transición del modelo de crecimiento basado en las sustituciones de importaciones y barreras arancelarias, a una economía abierta, capaz de competir en el nivel internacional. La mayoría de los que hoy tirados en el piso defienden “el esfuerzo propio”, la “iniciativa privada”, el “capitalismo”, amasaron enormes fortunas en un mercado con una demanda cautiva, y escasos competidores. Esa fue una de las resistencias más fuertes que enfrento cualquier intento por modernizar nuestra economía. (léase Pérez II). Desde finales del 70 la inversión privada es muy baja, lo que mantuvo la capacidad productiva más o menos fija, que ha estorbado el crecimiento. La fuga de capitales ha sido la característica esencial de la economía venezolana. La productividad de nuestra estructural nacional ha caído desde entonces, a razón del 1% anual durante un periodo cercano a los 30 años. Esos han sido nuestros problemas esenciales. Ahora además de anacronismos estructurales que mantuvo el aparato productivo muy frágil, la irrupción de una visión económica de un socialismo trasnochado se encargo de devastar cualquier rastro de economía productiva. Se expropiaron activos que con todas sus insolvencias cumplían un rol que había que apoyarlos y obligarlos a mejorar los niveles de eficiencia, pasaron a manos del Estado y hoy todos lucen desolados. La tragedia que muchos anuncian y otros muchos esperan ya está aquí, y para no hacer una larga lista de ítems negativos solo citaremos algunos, el déficit fiscal rebasando el 20%, la caída del barril a por debajo de 30 dólares, con el añadido de cara al evento electoral, del 6, D, para mantener el ritmo del gasto público y sufragar la (clientela) se vieron obligados imprimir entre 140% y 150% más de monedas y billetes. El país es cierto está plagado contradicciones, desventuras, callejones sin salida, fragilidades, desgracias institucionales y riesgos. La (MUD) convencieron y vencieron, ambicionaron elegirse y se impusieron, hoy estan obligados, desde (Asamblea Nacional) a transitar de la retórica al lenguaje cotidiano de los hechos, nadie puede revertir inercias históricas y como se sabe ninguno está obligado a lo imposible, excepto quien se compromete a ello, prometieron resultados, y en el pecado yevan la penitencia. El pueblo de nuevo esperanzado les prodigó el 6-D un inmenso apoyo electoral, como indistintamente lo habia hecho con el PSUV, en 18 elecciones, a quienes de los cuantiosos recursos económicos del mana petrolero, les transfirieron durante un lapso a través de las misiones, (repitiendo el clásico asistencialismo socialcristiano), atenciones que aliviaron penurias a los mas desvalidos, pero el grueso lo derrocharon, simplemente se lo robaron. En el contexto de la crisis el sistema político venezolano, se ha conformado un gigantesco vacío en el orden de la producción y el intercambio simbólico. EL conflicto ha llevado a la sociedad venezolana a vivir dentro de lo que psicosocialmente se denomina “síndrome de la desesperanza aprendida”. Es así como desde el punto de vista sociocultural y sociopolítico, nuestra sociedad aparece como desgastada, sin grupos sociales (que produzcan significados que encuentren resonancia en el colectivo. Los símbolos en lisa ya no hablan para el venezolano común, ya no lo expresan.

leonardo
25 de abril, 2016

¿Por qué a un debate tan interesante y esclarecedor no es invitado algún economista abierto a la discusión que defienda la visión que tiene el gobierno y las medidas que toma o espera tomar?

henrique meier
26 de abril, 2016

Excelente y esclarecedor el comentario de Pedro R. García, una síntesis de la causa de la crónica crisis política, social y económica del país. Y como señala con fundamento en la justicia histótica, el único Gobierno que hizo un esfuerzo para crear una economía de mercado, es decir, abierta y competitiva, fue el segundo de Carlos Andrés Pérez, defenestrado (en mala hora) del cargo como resultado de una auténtica “conjura de los clásicos idiotas latinoamericanos” en la que participaron miembros de su propio partido (AD), los llamados “notables”, el empresariado temeroso de la libre competencia y acostumbrado al proteccionismo estatal, el fiscal general de la republica de entonces (venganza personal), la CSJ y el Congreso, una conjura institucional. El juicio y condena a CAP fue la puntilla para el suicidio de la democracia, hizo exaltar en el imaginario colectivo la figura del golpista Chávez. Así lo escribí en un artículo: ¿Cuando se jodió Venezuela?. en soberania.org.

Envíenos su comentario

Política de comentarios

Usted es el único responsable del comentario que realice en esta página. No se permitirán comentarios que contengan ofensas, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o con contenido discriminatorio. Tampoco se permitirán comentarios que no estén relacionados con el tema del artículo. La intención de Prodavinci es promover el diálogo constructivo.