- 4
El nacimiento de la tarjeta postal fue un acontecimiento que significó un punto crucial en la proliferación del hecho fotográfico a finales del siglo XIX. Surgió como la posibilidad de compartir con algún otro no sólo un retrato de sí mismo, sino un panorama amplio, idílico y accesible del entorno, multiplicando gracias a este ejercicio la existencia compartida de una gran cantidad de paisajes visitados que se convirtieron en iconografías seriadas pero particularizadas a su vez por la palabra: representaciones que surgían como la transmisión vívida de un tránsito.
La postal se crea con la finalidad de instaurar un mecanismo de intercambio más económico que superara la complejidad de la carta, sin sobres ni operaciones especiales. Tuvo un éxito indetenible en toda Europa, lo que la convirtió en uno de los principales medios de comunicación. En Venezuela comenzó a popularizarse a finales del siglo XIX cuando en 1898 el gobierno se suscribe a las regulaciones de la Unión Postal Universal. De las reglas especiales proscritas por la normativa de correos, el siglo XX favoreció la particularización de estos preceptos, permitiendo a editores privados el desarrollo de nuevas técnicas como la cromolitografía o postal coloreada junto a prácticas diversas donde fotógrafos, ilustradores, diseñadores y artistas le dieron a la postal un tono privilegiado que la convirtió en objeto de colección.
Nuestra actualidad se comunica bajo una prolífica multiplicación de imágenes y mensajes en redes sociales como el Instagram, el Twitter o el Facebook, las cuales son construidas a través de secuencias inmediatas que recuerdan el pulso demandante que tuvo la imagen y la palabra en la tarjeta postal. Encontrarnos con esta selección perteneciente al Archivo Fotografía Urbana, nos remite a un cruce prodigioso, no solo por el poder que emana de su estructura especial y de las posibles variables que esa cartografía postal pueda subrayar en la contemporaneidad, sino más aún por la verificación de los cambios urbanos que han sufrido esos entornos y de quiénes somos frente a ellos: permanencia y fugacidad de una experiencia detenida y trascendente que hoy navega por entre la voluble rapidez de territorios tan apócrifos como reales.
♦
- 4
Artículos más recientes del autor
- Ramón Grandal: anverso y reverso; por Nelson González Leal
- Compraventas en CCS: De la bodega esquinera al mall; por Lorenzo González
- Acerca del fotolibro ‘Las piedras’; por José Antonio Parra
- [+Video] Acerca del fotolibro ‘Caracas desde el carro’, de Ricardo Jiménez; por Lorena González Inneco
- Ocio, recreación y turismo: Estructura, circunstancias y conexiones entre EEUU y Venezuela; por Jorge Villota
- Ver todos los artículos de Archivo Fotografía Urbana
1 de abril, 2016
Magnífico trabajo. Gracias por mostrarnos registros fotográficos de inicios del siglo XX de nuestra amada Caracas. Una nota: La Postal que ilustra este artículo es de la Plaza Bolívar de Caracas, con la Estatua Ecuestre del Libertador (un “Monumento al Libertador”) como lo establece en su texto la propia Postal (“Placa Bolívar, Caracas”) y no es del otro “Monumento a Bolívar en la Plaza de la Estación”, en otro lugar de Caracas (que desconozco si aún existe y su ubicación) que corresponde a una estatua en pie. Y para confirmalo allí está una vista parcial de la Iglesia Catedral de Caracas.
11 de abril, 2016
¿Date cuenta de lo que te perdiste, por haber nacido mucho después que yo? Saludos