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¿Tendrán los moderados mayor peso en la Asamblea?; por Álex Vásquez S.

Por Álex Vásquez S. | 11 de diciembre, 2015

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La holgada victoria de la oposición venezolana en las elecciones parlamentarias, cuya ventaja sobre el oficialismo fue de 2.108.397 votos –15 puntos porcentuales–, alegra y complica a la vez a la Mesa de la Unidad Democrática. Alegra, porque controlará la Asamblea Nacional con la mayoría calificada de las dos terceras partes; complica, porque le abre el abanico de posibilidades de acción a una alianza de 28 partidos con posiciones muy diferentes e incluso contradictorias entre sí, lo que podría generar un choque de fuerzas interno.

El politólogo Leandro Area opinó que el triunfo holgado de la MUD fue “abrumador y sorpresivo, incluso para la misma oposición”, lo que traerá importantes retos en 2016. “Hay ciertas fracturas que podrían romper la unidad y no sería lo mismo un Parlamento con la oposición dividida. No pueden estar por un lado los de Capriles, los de María Corina Machado, los de Leopoldo. Su reto será lograr una disciplina, que la unidad no sea una simple estética”, advirtió.

Luis Vicente León, director de Datanálisis, afirma que en la oposición existen macro y micro grupos. Los primeros, compuestos básicamente por moderados y radicales, y los segundos, integrados por las distintas versiones partidistas dentro de esas dos alas. León señaló:

“Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo son las fuerzas moderadas, cuyo objetivo fundamental será negociar para rescatar ciertos equilibrios democráticos. No buscan sacar a Nicolás Maduro, sino  restituir un balance de poder que les permita tomar decisiones”.

Ese grupo está representado principalmente por Henrique Capriles, gobernador de Miranda, cuya tesis, afirma León, se ha ido imponiendo: la acumulación de fuerzas en el ámbito electoral hasta que una victoria contundente sea capaz de impulsar los cambios que necesita el país. Esa acumulación de fuerzas se inició en 2006, se fortaleció en las presidenciales de 2013 y se consolidó en las parlamentarias.

Dados los hechos, los moderados apuestan por iniciar 2016 con las propuestas de leyes que se necesitan para mejorar la economía del país y para superar los problemas de inseguridad. No hay desesperación por cambiar al presidente.

PJ, AD y UNT controlarán la Asamblea Nacional y muy probablemente el nuevo presidente del Parlamento salga de sus filas: podría ser Henry Ramos Allup, secretario general de AD; Julio Borges, coordinador nacional de PJ o Enrique Márquez, de UNT. Según fuentes que no quisieron identificarse, la decisión podría tomarse el sábado 12 de diciembre en un cónclave en el que participarán todos los diputados electos de la oposición. Ese tipo de decisiones, explica León, son las que separarán a los micro grupos en la MUD. “Es normal, es una fuerza heterogénea”, agregó.

El peso en la toma de decisiones podría definirse por la cantidad de diputados que sacó cada partido. Cuando se cuentan los principales, de acuerdo con dirigentes de cada organización, el que más logró fue Primero Justicia, con 33; luego AD, con 25; y Un Nuevo Tiempo con 21. Voluntad Popular obtuvo 14 diputados principales, y Avanzada Progresista, de Henri Falcón, logró 3 principales. Entre esos partidos se reparten 96 de los 112 que ganó la MUD.

Ramos Allup asevera que en la “oposición se acabó el tiempo del dibujo libre”, y confía en que las decisiones que se tomarán en la nueva Asamblea pasarán “por un estricto consenso”. Aunque admite que el país no confía en los poderes públicos, y hay que cambiarlos, dijo que eso no será lo fundamental durante los primeros meses de 2016.

Lo primero que hará la oposición en el nuevo Parlamento, y así lo acordaron todos los  partidos políticos de la alianza, será presentar una ley de amnistía para la liberación de presos políticos; entre ellos, Leopoldo López y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma. Ya el proyecto, dijo Ramos Allup, “está siendo redactado por un grupo de prestigiosos constitucionalistas”.

El segundo paso, confirmó Allup, será impulsar leyes que atiendan el aparato productivo del país y permitan que la economía se recupere. En eso están de acuerdo todos los actores.

En la nueva directiva del Parlamento, que tiene un presidente y dos vicepresidentes, no habrá miembros del PSUV. ¿Por qué? Ramos Allup explicó:

“Si nosotros impulsamos una ley y el presidente la rechaza y la devuelve en tres oportunidades, puede ser finalmente aprobada con la firma de los tres miembros de la directiva. No nos podemos arriesgar”.

Julio Borges, coordinador nacional de PJ, afirmó que el éxito de su partido es que siempre ha creído que “lo que parece el camino más largo, es a veces el camino más corto” y que la mejor forma de propiciar cambio es construyendo un movimiento popular organizado en todo el país, que logre generar una nueva mayoría para derrotar al oficialismo en el ámbito popular. Borges expresó que:

“Si sustituimos un sectarismo por otro sectarismo, estamos leyendo mal las cosas. Pero si entendemos que lo primordial es persuadir al país de que hay que cambiar radicalmente el modelo económico y el ejercicio de los Derechos Humanos y la democracia, estoy seguro de que el cambio será más rápido”.

Pero León explica que aunque el tiempo del “dibujo libre” se haya acabado, como afirma Ramos Allup, la propuesta anticipada de mecanismos que intenten cambiar al gobierno podría afectar la unidad de la MUD en la Asamblea.

A la Asamblea irá Voluntad Popular, partido que impulsó La Salida en 2014, acompañó las protestas por un “cambio ya” del gobierno y luego apostó a una constituyente. Tras el debilitamiento de esas estrategias, se unió a la corriente por una victoria en las parlamentarias de 2015 y no salió mal parado: es el cuarto partido con más peso en la oposición, con 14 diputados.

En el discurso de sus dirigentes, sin embargo, se sigue destacando la necesidad de un cambio pronto en los poderes del Estado, incluido el Ejecutivo. Tendrán que negociar con los otros partidos, especialmente Primero Justicia, AD y UNT, para definir cuándo plantearlo al país. De momento, también apoyan la amnistía y las leyes que puedan reactivar la economía.

Freddy Guevara, coordinador nacional de VP, dijo que parte del cambio político que se debe impulsar en 2016 es el cambio de Presidente, pero aclara que también debe haber cambios en los otros poderes, como el Judicial y el Ciudadano. “No vamos con una razzia, a sacarlos a todos, pero aquí tiene que cambiar el sistema, y el oficialismo tiene que entender que se le acabó su tiempo”, afirmó.

Consultado por Prodavinci sobre los grupos de la oposición que creen que la Asamblea debe centrarse en legislar y la oposición debe seguir creciendo para ganar la mayor cantidad de gobernaciones posibles en las elecciones regionales de 2016, Guevara respondió: “Si existen, creo que están locos o no se atreven a decirlo. Hoy estamos muy claros en que el mandato del pueblo es el cambio político”.

León dijo que la tesis de Voluntad Popular podría cobrar fuerza si el gobierno insiste en desconocer las decisiones del Parlamento:

“Si se desconoce la Asamblea, se unificarán radicales y moderados, que podrían buscar mecanismos para sustituir al gobierno. El ala moderada tendrá más peso en la toma de decisiones si el gobierno está dispuesto a negociar, porque va a querer hacerlo para rescatar equilibrios, pero podrían cobrar más peso otras vías si el gobierno ataca”.

Lo cierto es que el debate sobre qué vía tomará la oposición con la ventaja política que hoy disfruta apenas comienza. La renovación de los Poderes es algo que quieren todos los partidos. Pero impulsar un referendo revocatorio al presidente Nicolás Maduro, algo que de acuerdo con la Constitución se podrá hacer en 2016 cuando cumple la mitad de su mandato, es algo que no se ha decidido. Muchos de los partidos no lo consideran oportuno por lo engorroso que resulta lograrlo y la amenaza ante la reedición de una “lista Tascón”.

Andrés Velásquez, de la Causa R, ha insistido que lo correcto sería plantear un referendo consultivo para adelantar la elección presidencial a 2016.

La discusión sobre qué hacer con el mandato político que dio el país ya inició. Tomás Guanipa, secretario general de PJ, defendió al grupo opositor que apostó a la salida electoral y que logró vencer al gobierno en 20 circuitos que ha dominado históricamente con 20 puntos porcentuales: “¡Nos llamaron colaboracionistas por apostar a la salida electoral! ¡Hoy demostramos que el pueblo unido pudo derrotar a este gobierno bandido!”.

Pero el politólogo Luis Salamanca advierte que la MUD debe saber interpretar el apoyo que recibió el 6-D.  Cree que la oposición debe acatar el mandato que le dio la gente –no cree que se trata de un simple voto castigo– y propiciar “la continuidad de la ruta del cambio político”. Salamanca explicó:

“La oposición debe propiciar el cambio político que empezó el 6-D. Ese fue el mandato que dio la gente. No fue un simple voto castigo. Desde la óptica política, sería tonto dejar que Maduro tome aire. Si se ponen con manejos que la gente no va a entender, puede perder lo logrado”.

Álex Vásquez S. 

Comentarios (4)

Odoardo Graterol
11 de diciembre, 2015

El problema con los “pensadores” es que crean “ideologías” que no se corresponden con el pragmatismo requerido en la política. Si bien es cierto que la votación significa un deseo de cambio, no creo que la población “apueste” a la guerra. La negociación es el primer paso de todo trajinar en política, y “mostrar” que se puede llegar a acuerdos puede originar un entorno “democrático” ejemplar. Si el gobierno no quiere “acordar”, pues, en tal caso, es el gobierno el que debe declarar la guerra, que, en dicho caso, puede implicar un quiebre institucional, dados los amplios poderes que la Constitución otorga a la figura presidencial. Hasta el presente nadie pareciera darse cuenta de que la “ciudadanía” no está debidamente institucionalizada educativamente. Véase, como ejemplo, el conjunto de opiniones en cualquier artículo de opinión, incluido este portal de Prodavinci.

Oswaldo Campos
11 de diciembre, 2015

El problema es que el oficialismo a pesar de la derrota sufrida el 6D, sigue empeñado en llevar adelante su modelo de gobierno, no quiere, ni permite el dialogo, y el pueblo venezolano lo que quiere es cambio, y esta es la única manera de poder resolver los problemas económicos que aquejan al pais, continuar con el modelo socialista por 3 años mas es un lujo que el pais no lo aguantaría, y si la nueva AN no impulsa el revocatorio o la salida de Maduro, lo va a hacer el pueblo por la fuerza, creo yo que el pueblo no aguanta ni 1 año mas con esta situacion. Si la nueva AN no entiende que el pueblo voto por la oposición porque no quiere mas desabastecimiento, no quiere mas colas, y no aguanta la hiperinflacion galopante de los precios, entonces preparense para lo que pueda pasar. El pueblo se va a llevar por delante al gobierno, incluida la nueva AN.

Adolfo Hernandez
11 de diciembre, 2015

Toda Vzla debe entender; que en este pais gano El HAMBRE y la HIPER INFLACION, que continua Un mundo silente que no apuesta, ni a los unos ni a los otros. Votaron por Salir de este gobierno fuera como fuera, ahora sin su dirigencia politica no lo entiende y corrigen entuertos como la Reforma de la ley del Seguro Social, para hacer automaticos las PENSIONES hallan o no cotizada ya que un derecho humano.Previsto en el Art 😯 Const. La ley Amnistia para estudiantes y presos politicos como leopoldo. Carlos Ortega. Mas no para presos por Corrupcion visto lo previsto en el 271 de la Const. Los Delitos contra la CORRUPCION y los DDHH. NO PRESCRIBEN. De lo contrario vamos a regresar a mas de lo mismo amparar la Corrupcion

@manuhel
12 de diciembre, 2015

Voluntad Popular debe adecuar sus necesidades a la nueva realidad.

Táctica y estartegia, las cuales se van renovenado de acuerdo a las circunstancias e imponderables que surgen y que en muchos casos resultan preponderante.

Se entiende la urgencia que tenía Leopoldo y su partido hace dos años.

Ahora todo es diferente.

La Asamblea está en manos opositoras y con un contundente mensaje de la ciudadanía apostando a resolver las cosas lo más democráticamente posible. Sin atajos.

Es el Gobierno quien luce desesperado y dando un paso al frente ante el abismo que se le avecina. Hay que forzarlos, presionarlos, hostigarlos, pero no empujarlos al vacío. Que sean ellos mismos quienes se desboquen.

El Revocatorio podría despertar alarmas en el ciudadano que votaba PSUV y que ahora votó MUD. Así que no hay que jugar con fuego solo porque tenemos la antorcha en la mano.

El revocatorio puede que incluso no llegue a hacer falta si se hacen las cosas bien. A Maduro hay que verlo como Chacúmbele.

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