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Al límite // ¿Cómo evitas la derrota?; por Luis García Mora

Por Luis García Mora | 27 de septiembre, 2015

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Es la pregunta que resuena y rebota contra todas las paredes de Miraflores y de esa estafeta legislativa que es hoy el otrora Parlamento: ¿Cómo evitamos perder?

En los momentos que corren, la situación está tan complicada económica y socialmente, que da la impresión de que hagas lo que hagas (Dakazo incluido), la derrota es irreversible.

Has puesto toda la carne en el asador y la has quemado.

Entonces: ¿Hasta dónde, se pregunta el país, estás dispuesto a bajar la palanca del sufrimiento que infliges, al utilizar al país (en toda su complejidad) como un valor de uso, como instrumento grupal o personal, como factor de campaña? ¿Pasas al país por la piedra? ¿Lo quiebras de manera total como hiciste con el bolívar?

Todas las medidas que tomas son de apariencia y un bluf. Como el desafío a Colombia, retórico, circunstancial, porque agotados los “efectos especiales” internos, como lo de la OLP que no es OLP, o el de este “bolívar fuerte”, que ya no es fuerte, ya nadie te toma en serio.

¿Qué tan perverso se puede ser entonces, hermano?

Sí, lo entiendo: estas completamente acorralado y te juegas el todo por el todo.

El papa Francisco denuncia la manipulación interesada de la ONU para disfrazar de legalidad las guerras y confundir sus normas con un simple instrumento para utilizar cuando resulta favorable y para eludir cuando no lo es, lo que constituye “un fraude” de consecuencias imprevisibles.

Uno no sabe, con todo el poder de que dispones, hasta dónde vas a colocar la supervivencia del país como una pieza más en este Hunger games enloquecido en que se han convertido las elecciones del 6D en que te juegas tu permanencia en el poder.

Y el trasfondo de la actual situación nos convoca más que a un vulgar juego de manos a una especie de ajedrez político fatal. Como sabemos, al igual que el ajedrez, el juego de la política es un arte por su contenido y una ciencia por su dificultad, y en él se sintetizan las tácticas y las estrategias de la vida misma.

Y como la literatura –y yo diría la poesía– o la música, debería de poseer la virtud de hacer feliz al ser humano. O, yendo más allá, como decía alguien, ¿qué político, auténtico estadista, como tu odiado Rómulo Betancourt por ejemplo, no ha disfrutado en su vida de un increíble sacrificio en una secuencia de brillantes jugadas?

El juego limpio, el fair play, hermano, que los estadistas conocen y respetan, porque, aunque quieras o no, el futuro gravita sobre todo, y sobre todos. Soplando, infundiendo, inspirando. Induciendo vientos de cambio. De un cambio que es inevitable, y que es imposible impedir.

Y está ahí frente a nuestras narices. Imagínese, hermano, que el pasado miércoles, celebrado como glorioso por los colombianos, se han reunido y apretado las manos para pronto firmar el acuerdo de paz, “Timochenko” el jefe máximo de la guerrilla de las FARC, y el presidente Santos (que, discúlpeme, pero por más que lo denigre sí gobierna), tras cincuenta años de matanza. En la misma Habana, Cuba, y bajo los auspicios de unos Castro que a usted con, y a veces sin modales, apartan. Y además, dejándole sitio a un enviado del mismo imperio estadounidense, Bernard Arolson,

Inimaginable. Que Timoléon Jiménez, alias “Timochenko” y las FARC hayan alcanzado, como se ve, este alto grado de maduración política, y acoplado su discurso, lenguaje y estética a los tiempos que corren. Y entrado “por el aro del establecimiento” pacífico y democrático.

Que Barak Obama y Raúl Castro hayan conversado por teléfono (cosa, hermano, que usted hasta ahora no se explica) a pocas horas de la llegada a La Habana del papa Francisco, ese mediador entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, para negociar el deshielo que ambos llevan aplicando desde hace nueve meses.

Y todavía más. Que Raúl Castro, el antaño enemigo, con la boca abierta en una amplia sonrisa, haya regresado el pasado jueves a las fauces del monstruo imperialista en otro intento de demostrar que en La Habana están listos para reanudar su presencia en la comunidad internacional.

Y que únicamente falte por resolver dentro de esta agenda hemisférica, y de cara a los nuevos tiempos, la solución del insólito secuestro político militar e ideológico gubernamental de Venezuela.

Y que la última válvula política (pacífica y democrática) que queda para desactivar un estallido de proporciones indeterminadas, sean las esperadas elecciones parlamentarias del 6-D.

¿Nada de esto le obliga a meter las vísceras en el frízer?

Piénselo.

Cierto, casi nadie que uno conozca cree en reacciones violentas de aquí al 6 de diciembre. Además, con 20-27 puntos de diferencia, parece irreversible una victoria opositora el 6-D. Que de producirse, abriría este conceptuado obturador de escape. Con lo que se podría entrar en un período de confrontación de Poderes (Ejecutivo-Legislativo y hasta Judicial) que, uno estima, podría estirarse en el tiempo entre acuerdos o desacuerdos legales y conflictos, desde enero hasta abril o mayo.

Dependiendo del grado de los acuerdos o del grado de la confrontación.

♦♦♦

CRÁTERES

Desde ahora, y sin que el liderazgo opositor lo ventile, se ha entrado en un período en el que si al día siguiente del 6-D, hay acuerdos lo suficientemente importantes, se daría un paso político considerable (en un orden u otro) hacia las elecciones de gobernadores o hacia el Referendo Revocatorio. Pues un triunfo opositor el 6-D abriría el país a nuevas expectativas y le quitaría oxígeno a cualquier estallido, colocando las expectativas en la nueva situación.

Del 5 de enero de 2016 hacia febrero, se producirían dos meses complicados si el grave conflicto de Poderes, junto a las explosivas posibilidades de la crisis, aumentan. Nos moveríamos entonces entre el acudir a las elecciones de gobernadores, la posibilidad del Referendo Revocatorio, o a la confirmación del famoso auto-golpe del que hace meses advirtió Pepe Mujica. Pues sin afanes catastróficos, si al potro salvaje de esta crisis se le añade que la oposición perdió, no habrá actividad en el Gobierno para resolver el problema sino para surfearlo política y propagandísticamente. Junto a otro detalle. Al gobierno se le replantearía la siguiente situación hacia lo interno: se le vence el “contrato” que tácitamente se le otorgó a su actual gabinete para la solución del problema económico.

¿Se atreverá entonces a instrumentar ese cambio económico? ¿A traerse a Ramírez? No tiene a más nadie. Esa cúpula es de un vacío intelectual que da vértigo. Usted en septiembre de 2014 evaluó la puesta en marcha de las medidas de Ramírez, en aquel momento súper vicepresidente de economía, por sus “elevados costos políticos y sociales”. Amén de las reservas ideológicas y el grupo liderado por esas lumbreras que son Jorge Arreaza y aquel presidente del CENCOEX, Alejandro Fleming, que contaba con el apoyo del canciller Elías Jaua y Merentes.

Se dice que ni los cubanos están de acuerdo con lo que han hecho ¿sus hombres? Casi todos militares. Tenían varias soluciones sin adoptar ninguna. Y hace un año cuando decidieron tirarse con esto, luego de eyectar a Ramírez, decían que esto debía funcionar, y que no funcionaba no por ser malo sino “por no aplicar bien los controles”. Y se habrían dado tiempo desde junio del año pasado hasta hoy. Y aquí estamos. Ahogándonos en esta réplica del famoso “periodo especial” cubano como resultado del colapso de la URSS en 1991.

Pregunta: ¿Tenían las FAN la logística preparada para el establecimiento de un estado de excepción? Ello supone un esfuerzo logístico tremendo de recursos, de campaña, transporte (terrestre, aéreo y marítimo, fluvial), alimentación. Con varios frentes abiertos simultáneamente: el de Guyana (más de 4 mil 500 efectivos ejecutaban el miércoles ejercicios militares en Guayana), y la movilización militar a la frontera con Colombia. Y están además los problemas internos, del país. Y el frente (antiimperialista) con EEUU. Con el presidente hablando de las inexistentes “cajas negras” de los Sukhoi-30, como comandante en jefe.

Y otro: Rosales, ¡ay Rosales! Si no viene me dicen que puede inclusive perder la diferencia que tiene en el Zulia donde hay quien asegura que hoy le ganaría a Arias. Y si viene, hay que ver si eso a UNT lo potencia nacionalmente o permanece igual. Dependería de él, y también de cómo se comporte.

Luis García Mora 

Comentarios (6)

Túpac Amaru
27 de septiembre, 2015

Por el título, creí que era un artículo de autocrítica.

Creí que ustedes por fin estaban enfrentando la realidad.

Pero me caí como en Condorito con la primera línea (¡PLOP!)

Sigan con sus conocidos delirios ante elecciones.

Freddy Siso
27 de septiembre, 2015

El 6-D los opositores tenemos tres tareas asignadas: VOTAR, DEFENDER EL VOTO Y ENFRENTAR EL FRAUDE. Venezuela no se merece tanta ignominia chavista.

José Angel Borrego
28 de septiembre, 2015

García Mora, como siempre, haciendo diana. La verdad es que todos nos preguntamos cómo hará el gobierno para esconder la basura debajo de la alfombra. Qué artimaña puede utilizar para ocultar el estrepitoso fracaso electoral del 6-d. Por más explicaciones que ofrecen los pesimistas de oposición no hay fórmula que en tan corto lapso pueda revertir la tendencia de las tendencias. La gente quiere votar (primera tendencia) y la razón se debe a que carga una vorágine interior que solo puede conjurar votando. ¿Contra quién? Esa es la pregunta correcta. Lo hará contra quienes han pisoteado al país hasta más allá de lo insoportable. Es decir, contra Maduro y su equipo. Y la otra tendencia es ¿a favor de quién? Antes esta respuesta era neutra. Contra el gobierno pero sin especificar el destino del voto. Ahora no. El elector quiere votar por la tarjeta de la MUD así en ocasiones deba llevarse un pañuelo a la nariz. Es tal ira que más del 90 % de los venezolanos está dispuesto a votar: tercera tendencia.

Robert Rodriguez Ibarra
28 de septiembre, 2015

Ciertamente es difícil esperar actitudes y acciones inteligentes que puedan favorecer una transición adecuada por parte de fanáticos ineptos y carentes de ética. Sin embargo debemos suponer que les es imposible desconocer el fracaso de su nefasto socialismo en 16 años de gestión. Por tanto, los ciudadanos esperamos que acepten y propongan acciones para una normalidad democrática en el país. Venezuela NO les pertenece !

Ricardo
29 de septiembre, 2015

No se pero aquí alguien puede estar sacando mal cuenta; ganan las elecciones parlamentarias los que saquen mas diputados, no quien saque mas votos….este sistema electoral permite que aun sacando menos votos puedan sacar mas diputados (ya ocurrió en 2012) y si no revisen lo que acaba de ocurrir en Cataluña, España, donde el grupo parlamentario que obtuvo la mayoría gano 73 diputados con el 48% de los votos y los perdedores con el 52% de los votos obtuvieron 63 diputados…..a trabajar para que al final las cuentas cuadren y no se estén contando los pollos antes de nacer

carlos ibarra
20 de diciembre, 2015

El problema de identificación del electorado con una opción contra el poder, es solo de percepción, y de una muy buena campaña del galáctico, de meter toda la oposición en un mismo saco de gatos, cuando viéndolo bien, de toda aquella pleyade de políticos de antaño, ¿cuantos quedan?, el mas representativo , Ramos Allup. los demás incluyendo a Capriles, son gente nueva, creciendo en la fragua de esta absurda revolución,soportando el mas grande desprecio del poder, y ya curtidos y listos para asumir las riendas del país.Ojala que este resultado no lleve al país a un choque de poderes, que saldría perdiendo como siempre, el venezolano de a pie.

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