Actualidad

¿Cuán difícil es poner gasolina en San Cristóbal?; por Lau Solórzano // #EspecialTáchira

Por Lau Solórzano y Rodrigo Picón | 13 de julio, 2015
GASOLINA-1-2

Fotografía de Rodrigo Picón

De Caracas a San Cristóbal

A las 9:00 am del 6 de julio de 2015, el Aeropuerto Nacional de Maiquetía está colapsado. La puerta número 8, por donde deben salir los vuelos hacia Mérida y Táchira, está llena de gente. Maletas, niños, cables que le dan energía a los celulares en un pequeño espacio entre las sillas. A esa hora debía salir un vuelo de Rutaca con destino al aeropuerto de Santo Domingo, en Táchira. A las 9:50 am todavía se lee en la pantalla “Mal tiempo. Demorado”.

Se espera que el vuelo salga a las 11:00 am, la misma hora a la que debe salir el vuelo de Laser hacia El Vigía. Los del primer vuelo, el de Rutaca, están en el aeropuerto desde antes de las 7:00 am. Los del segundo desde las 8:00 am.

Todavía ninguno sabe si saldrá ni a qué hora lo hará.

En Táchira, específicamente en San Cristóbal, no deja de llover desde la madrugada del lunes y ya se confirmó que la quebrada La Carbonera se desbordó y dejó incomunicadas a la Unidad Vecinal y la Av. Lucio Oquendo, así como a la Av. Carabobo.

Dos señoras mayores intentan calmarse mutuamente. No les gusta viajar. Sandra y María son hermanas y han venido a Caracas a buscar unas medicinas. No las consiguieron. Deben regresar a Santo Domingo y ya les dijeron que estaba lloviendo mucho, pero ellas viven en una de esas zonas donde “el agua sólo se monta en la acera”.

En Maiquetía tampoco hay buen tiempo, el cielo está nublado y un par de nubes amenazan con llover. En este aeropuerto, desde hace dos años, hay menos vuelos y más gente. La falta de repuestos hace que sea difícil reparar los aviones y la mayoría de las flotas fueron actualizadas por última vez en 2011.

Las tiendas del aeropuerto tienen, casi todas, la misma mercancía: las mismas carteras, los mismos libros, los mismos productos de higiene personal, las mismas chucherías. Aquel que fue un aeropuerto vanguardia se quedó anclado en el tiempo del dólar a diez bolívares.

A las 10:03 am, la voz del parlante anuncia el vuelo que ha llegado de El Vigía. Todo indica que Laser saldrá a tiempo. Cambian nuevamente las puertas de embarque y el aeropuerto ahora parece un hormiguero al cual le han tapado uno de sus agujeros.

Los otros vuelos salen retrasados. El mío sale a tiempo.

De El Vigía a San Cristóbal

Son las 12:25 pm cuando las maletas terminan de salir en el Aeropuerto Internacional Juan Pablo Pérez Alfonzo de El Vigía. Rodrigo Picón, el fotógrafo que irá conmigo a hacer las crónicas, está en su camioneta esperando. Ahora quedan tres horas y media de carretera hasta San Cristóbal. Apenas hay un poco más de la mitad del tanque lleno y eso será un problema.

La camioneta Luv D Max tiene capacidad de cargar 80 litros de gasolina.

Desde 2012, en Táchira los carros tienen un chip para poner gasolina. Se trata de un dispositivo que debe estar instalado en el vidrio del automóvil o una tarjeta que debe colgarse del retrovisor. Ambos indican un código barra que es leído por unos paneles colgados en los techos de las estaciones de servicio.

En la carretera entre El Vigía y San Cristóbal hay ocho estaciones de servicio. Las primeras cuatro no tienen gasolina y están cerradas. La quinta estación tiene combustible y una cola de más de treinta carros. La misma escena se repite hasta llegar a San Cristóbal. Y para poder poner gasolina debemos activar el chip de turista.

Hay un rumor de que las bombas de gasolina que están entre la frontera con Colombia y San Cristóbal ahora también cobran la gasolina a precio internacional: entre Bs. 50 y 80 por litro. Nadie lo confirma.

GASOLINA-3

Fotografía de Rodrigo Picón

La cola telefónica

Una vez dentro de la ciudad, el tráfico es parecido al de la caraqueña Av. Francisco de Miranda a las 6:00 pm a una altura como, digamos, la de El Rosal. Un hombre detiene a unos policías, en medio del semáforo, para informarle que dos cuadras más arriba hay un carterista. Los policías modifican su ruta y, aparentemente, se dirigen al lugar.

Un autobús de Trans San Cristóbal, con dimensiones parecidas a la de un metrobús, colapsa un poco más la vía, debido a la velocidad a la que puede ir y la poca capacidad de maniobra que tiene en estas calles angostas. La lluvia, las colas en las bombas de gasolina y las motos generan una sensación de encierro en la Av. Carabobo, una de las principales vías de la ciudad y que esta mañana estaba inundada.

Antes el chip de turista podía ser activado en una estación de servicio. Para sacarlo sólo se necesitaba llegar a San Cristóbal con papeles y seguro del vehículo. Ahora hay que llamar al 0-800-octanos y esperar a que una grabadora con acento argentino comunique con un operador que pedirá nombre completo, cédula de identidad, modelo de vehículo, tiempo de estadía, placa…

A las 5:27 pm comienza la llamada. Es una cola virtual que se hace para obtener la activación: “Para Zulia, marque 1; para Táchira, marque 2”. Una vez presionado el 2, la operadora informa que hay veintiséis personas por delante y, además, avisa constantemente cuánto tiempo se lleva en línea. No hay música. No hay pausas. Sólo una grabadora con acento porteño que da cuenta del paso del tiempo una y otra vez lo mismo.

Luego de una hora y cincuenta y siete minutos, la operadora avisa que quedan 12 números por delante. Son las 7:40 pm. Ya no prestan servicio. Habrá que resolver de otra manera.

Se confirma el rumor: en las estaciones de servicio de Rubio la gasolina está a precio internacional. Ése podría ser el motivo por el cual la capital de Táchira está tan colapsada: todo el mundo se fue a cargar gasolina en la misma ciudad.

Toca cuadrar la logística del martes e ir a descansar.

El día que la gasolina salió de una casa

El martes el trabajo comienza a las 7:00 am y el plan es subir en moto hasta las zonas incomunicadas de Macanillo y, luego, conseguir gasolina.

Ese día tampoco conseguimos.

El día trascurre con tranquilidad, pero la preocupación de la gasolina continúa, pues debíamos salir de San Cristóbal a más tardar a las 9:00 am para llegar a tiempo al próximo destino. Una llamada de teléfono indica que se puede hacer, pero será necesario esperar ​hasta la mañana siguiente.

El miércoles, a las 8:55 am​, con menos de un cuarto de tanque, en una casa hay una pimpina con gasolina que nos sirve para cargar lo necesario. Un aparato traído de otro país permite bombear la gasolina y cargar la camioneta. Nadie tendrá que chupar una manguera y tener gasolina en su boca. El escenario se repite en varios hogares. A media cuadra, están la cola para el CNE y el comienzo de las siete cuadras llenas de vehículos para intentar cargar algo de combustible.

​De vuelta en El Vigía, las estaciones de servicio tienen más colas que el lunes. Hay hasta 60 vehículos: carros, motos, camiones… todos sin gasolina. Cerca de la estación de llenado de gasolina de El Vigía hay —además— una planta eléctrica que funciona con gasoil.

Hay más de noventa carros en cola.​

Venezuela produce 2,727 millones de barriles de petróleo diario. En un estado fronterizo, cargar 80 litros de gasolina puede tardar más de 360 minutos. Y aun así no es garantía.

Los 916.445 km de Venezuela son demasiados con un cuarto de tanque de gasolina.

***

VEA TAMBIÉN:

Fotogalería: Las lluvias y sus consecuencias en Táchira, vistas por Rodrigo Picón // #EspecialTáchira

Casa destruida en La Vega, Macanillo, estado Táchira. Julio 2015. Fotografía de Rodrigo Picón.

Casa destruida en La Vega, Macanillo, estado Táchira. Julio 2015. Fotografía de Rodrigo Picón.

 

 

Lau Solórzano y Rodrigo Picón 

Comentarios (3)

Horacio Idarraga Gil
14 de julio, 2015

Salimos de Valencia a as cinco AM. Llegamos a La Fria a las doce. Ya la oficina del chip estaba cerrada. Nos dijeron abriria nuevamente a las tres. A esa hora nos dijeron que no abririan por que no habia sistema. Habiamos llenado el tanque en Ciudad Bolivia, de manera que teniamos suficiente para llegar a Cucuta y comprar gasolina aunque fuera mas cara. Llegamos a San Cristobal a las nueve de la noche. No pueden irse para Cucuta a esta hora, nos dijo una amiga de mi hija. Tuvimos que quedarnos en San Cristobal.

Lisla Pico
15 de julio, 2015

Los gobiernos comunistas crean problemas y aunque conozcan las soluciones no les interesan el bienestar general sino el particular. Imponer medidas que complican la existencia y el día a día de los ciudadanos es la máxima felicidad del gobierno. La vida en casa, fuera de casa con dinero o sin dinero es un suplicio ya no es de calidad. VENEZUELA LIBRE DE COMUNISMO.

Jose Pineda
3 de mayo, 2016

Es imposible comunicarse al 800 octano, tengo llamando todo el día de hoy para activar mi chip de turista por el edo. Merida y ha sido misión imposible.

Envíenos su comentario

Política de comentarios

Usted es el único responsable del comentario que realice en esta página. No se permitirán comentarios que contengan ofensas, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o con contenido discriminatorio. Tampoco se permitirán comentarios que no estén relacionados con el tema del artículo. La intención de Prodavinci es promover el diálogo constructivo.