Las Celestiales, en esta ocasión, no se refiere al Libro de las Horas de Isabel La Católica. El santoral que recoge presenta al humor como síntoma de inteligencia. Bajo el seudónimo de Iñaki de Errandonea, s.j., Miguel Otero Silva nos lleva por la vida de un conjunto de santos que han sido reflejados en las coplas populares de un falso poeta de San Sebastián de los Reyes. Su cómplice es otro falso sacerdote: Pedro León Zapata, bajo el seudónimo de Joseba Escucarreta, quien registra plásticamente el inconsciente colectivo de un país que sabía que no bastaba rezar, pero que tampoco tenía suficiente con reír. Este libro se editó con la intención de colaborar con la liberación de los presos políticos venezolanos de la década de los sesenta y fue impreso por Editorial Arte. Acá compartimos con los lectores de Prodavinci algunos de los dibjos de Pedro León Zapata, junto a la copla que ilustraban Las Celestiales.