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Bolívar Superstar: hablan sus intérpretes; por Laura Weffer

 

Por Laura Weffer Cifuentes | 24 de julio, 2014

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0. El año de Simón Bolívar en la pantalla. Habían pasado 34 años sin que se hiciera una película venezolana en el que el personaje principal fuera Simón Bolívar.  La última producción venezolana que giró en torno a la vida del Libertador fue Bolívar, sinfonía tropikal de Diego Rísquez, en el año 1979. La habían precedido la mexicana Simón Bolívar, protagonizada por Julián Soler en 1942 y La epopeya de Bolívar, donde el actor principal era el austríaco-suizo Maximilian Schell, realizada en 1969. El colombiano Jorge Alí Triana dirigió una teleserie en 1981 y la película Bolívar soy yo que fue estrenada en el 2002, entre otros filmes internacionales.

Pero 2013 es el año del desquite. Tres superproducciones fueron o serán estrenadas en la pantalla grande y en la televisión. Bolívar, el hombre de las dificultades con Roque Valero; Diario de Bucaramanga con Simón Pestana y Libertador con Edgar Ramírez.

Son variaciones del mismo personaje. Sin embargo, quienes participaron en estas producciones creen que aún falta por retratar la complejidad del personaje histórico y humano.  “Se pudieran hacer muchas más películas del Libertador. Si justamente una de las cosas que permite el cine es revisitar el imaginario social y cultural que tenemos”, comenta el presidente del Centro Nacional de Cinematografía (Cnac), Juan Carlos Lossada.

“Sin duda Bolívar es el más importante de los próceres. Podemos mirarlo como estratega militar, en su etapa juvenil o en la niñez. O quizás en sus  últimos días. Se pudieran hacer muchas más películas de las que se han hecho hasta el momento”. Considera que  las opciones  aún están por explorar.

Coincide con él el director de la Villa del Cine, José Antonio Varela. El cineasta estuvo involucrado en el documental que se realizó durante la exhumación de los restos del Libertador, en 2010. Recuerda que en el documental se hacía referencia a la iconografía de Bolívar y a la tomografía axial del cráneo que se logró obtener.

Luego de este proceso, los resultados fueron enviados a un artista español, experto en reconstrucción forense, que fue quien esbozó el rostro de Bolívar que fue revelado recientemente. Con la quijada más pronunciada y los ojos más hundidos y cerca del puente de la nariz. “Lo que ocurre es que Bolívar es ese y todos los demás. Bolívar es la imagen que tenga cada uno de nosotros. Y en el cine, al ser una interpretación hecha por seres humanos, al final son diferentes miradas de un personaje. Y eso es lo que lo hace hermoso. Más bien me sorprende que no hayamos hecho antes a Bolívar”.

Sin embargo, no deja de admitir la complejidad del personaje y lo cuesta arriba que puede resultar hacer superproducciones históricas, que involucran no solo más presupuesto, sino que requieren más  personal y mucho despliegue tecnológico.

Desde el momento en “que empezamos a llamarnos República Bolivariana de Venezuela, el Libertador ha estado presente en los discursos políticos, éticos y filosóficos”,  señala Varela, quien también introduce la conmemoración del Bicentenario como un elemento clave para la celebración audiovisual.  Lossada y Varela señalan la voluntad política como otro impulsor de este boom. Y explican que no es un fenómeno aislado. Recuerdan que en Argentina se hizo un filme llamado El cruce de los Andes sobre José de San Martín; en Cuba, José Martí: el ojo del canario, sobre el prócer de la isla y hasta el estadounidense Steven Spielberg llevó a la gran pantalla su Lincoln.

Como dato curioso, Varela señala que en total el filme de Spielberg tuvo 26 mil espectadores en el país. Mientras que El hombre de las dificultades lleva más de 100 mil en tres semanas de proyección.  Y se apresura a aclarar que no se obligó a ninguna sala comercial a presentar la película, a diferencia de lo que ha trascendido a los medios.

Ni los productores ni los actores consultados para este trabajo consideran que las tres películas idealizan al Libertador. Más bien, intentan ofrecer un retrato más humano y desacralizado de un personaje sobre el que cada venezolano tiene su propia versión.

1. La convención de Ocaña. La aproximación de Simón Pestana a su tocayo no es solo actoral, también hay una coincidencia ideológica. El seriado para televisión Diario de Bucaramanga y que fue estrenada en la red de medios públicos el 28 de julio, incluso antes que en el cine por exigencias de Conatel, presenta a un hombre que ya es “El Libertador”, pero acosado por los temores de saberse rodeado de un entorno de intrigas y con incipientes signos de la enfermedad que dos años después le quitaría la vida.

La película ambientada en el año 1828, se basó en el diario escrito por su asistente, Luis Perú de Lacroix, en el que ofrece detalles sobre la convención de Ocaña, evento en el que se definía la dirección de un continente. “Para un actor este insumo es espectacular porque allí tienes todo”. Especificaciones sobre la actitud de Bolívar, cómo se vestía; qué decía; con quién se reunía; con quién, no. Un mapa con todas las señas. Sin embargo, Pestana considera que a pesar de esto, se quedaron cortos. Para él,  el seriado de tres capítulos fácilmente pudo haber tenido 30, así de intensa fue la experiencia.  Además, asegura que el producto audiovisual no supera el libro. Que igual, es necesario leerlo.

“Me tocó un Bolívar que tenía dudas y temores; tenía miedo, porque sentía que el barco se va a hundir y no iba a poder hacer más de lo que había hecho para salvarlo. También sabía de la existencia de personajes hábiles que iban a hacer mella en la unidad nacional y en vista de esa realidad, se le hacía necesario marcar muy clara su visión: la unidad, la paz, el progreso. Y además, dejar íntegra su imagen. Su enemigo más inclemente fue la incomprensión”.

Pestana está convencido que las ideas que planteaba eran las de un hombre que se había adelantado 200 años a la historia, “con la visión integral de América unida, tomando las banderas de Francisco de Miranda”, quizás una perspectiva demasiado atrevida para un continente que apenas se deshacía de la impronta colonialista.  Pestana admite que lo más difícil “fue hacer la película”, una grabación de cuatro meses que recorrió desde Francia hasta Venezuela. Como actor, su principal reto, fue encarnar a un héroe convincente. “Yo quería hacerte creer que Bolívar pudo haber sido así”.

Diario de Bucaramanga

2. El prócer y sus dificultades. Para hacer de Simón Bolívar, Roque Valero tuvo que rebajar más de seis kilos, ponerse lentes de contacto negros, llevar barba por más de un año y modificar el tono de su voz. También tuvo que enfrentar la idea del suicidio. El guión de “Bolívar, el hombre de las dificultades”, así lo exigía. Ni siquiera podía echar mano a un recuerdo o a una referencia personal. Esa posibilidad nunca le había pasado por la cabeza. Para grabar la escena que considera más complicada del film, dirigido por Alberto Lamata, hicieron falta seis horas completas, una cámara y diferentes planos. Todo un reto para este cantautor que confiesa que del Libertador sabía lo que le enseñaron en el bachillerato; es decir, lo básico.

Actuar con Beatriz Valdés, que en este caso hacía de su hermana; pero que en Manuela Saénz, la libertadora del Libertador había sido el objeto del deseo del actor, Mariano Álvarez, representó un desafío. Quería convencerla de que él era Simón. En una entrevista que le hicieron a la actriz cubano-venezolana afirmó: “La mirada de Bolívar en Roque me hizo espantar el fantasma de Manuela y sentí que hasta Mariano bendijo ese reencuentro. No he visto la película pero estoy segura que el público saldrá tan estremecido como me sentí yo cuando me encontré con un artista del calibre de Roque Valero”. Esas declaraciones le sacaron lágrimas de emoción al joven.

La aproximación que hicieron los guionistas de esta película que estrenó el 16 de agosto, se restringió a un año en la vida del Libertador: de mayo de 1815 a mayo de 1816. Bolívar desterrado, pobre, derrotado, solo. Una imagen lejos del pedestal. Un hombre atormentado y lleno de dudas. Sin embargo, fue esa época en la que Valero considera que tuvo una epifanía. “Se dio cuenta de que sin el acercamiento al pueblo, él no podía ser de nuevo al Libertador. Entiende que sin el apoyo de los campesinos no podía llevar la Campaña Admirable”, señala Valero, quien pone la génesis de esta tesis en la relación de Bolívar con Alexandre Petión (ex presidente de Haití) quien le provee de recursos para regresar a Venezuela, con la condición de que luche para abolir la esclavitud.

Confiesa que intenta descansar de lo que significó esta responsabilidad, pero que no lo ha logrado pues se encuentra en período de promoción. Ha viajado por el país con la intención de desacralizar a Bolívar y se ha topado con la cara de sorpresa de adolescentes que se sienten identificados con una figura que antes lucía inalcanzable. De alguna manera lo bajaron de la estatua. “Bolívar no es un dios. Iba al baño, se reía, tenía que tener muy buen humor porque tuvo muchas mujeres y a las mujeres les encanta eso”, dice Valero. Después de la película confiesa que no podrá abandonarlo de nuevo. “Todavía lo llevo sobre mis hombros, pero más nunca dejaré de hablar de él”. Será una imagen imborrable en su carrera y en su vida. “Ahora soy un gran admirador de su obra”.

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3. “Un viaje de introspección”. Así es como define Alberto Arvelo su último trabajo cinematográfico, Libertador, la obra más ambiciosa que se ha hecho sobre el personaje hasta el momento. La cinta será estrenada en pantalla grande mañana, en el Festival Internacional de Cine de Toronto, en Canadá.

En una entrevista que ofreció el director en enero de este año, contaba que la historia partirá desde su juventud, de los amores con María Teresa del Toro, con quien se casó en 1802. La joven tenía 21 años, Bolívar solo 19. “No nos embelesamos con lo épico, sino que también presento al ser humano que sufre, sueña, ríe, madura, que renace como el ave fénix, que se levanta después de la caída de la República”, manifestó Arvelo.

No hay muchos detalles sobre la película. Tanto el cineasta como el protagonista, Edgar Ramírez, se han mantenido al margen de la prensa. Por razones de contrato ninguno de los involucrados en la producción puede hacer comentarios sobre Libertador hasta su estreno.

Según Variety, el filme contó con un presupuesto superior a los 50 millones de dólares. Un largometraje al mejor estilo de Hollywood, donde actúan Iwan Rheon (Game of Thrones), Danny Huston (Wolverine) y Gary Lewis (Gangs of New York). La música está a cargo de Gustavo Dudamel, quien contó con la asesoría del múltiple ganador del Oscar Sir John Williams.

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Una versión reducida de este trabajo se publicó en Últimas Noticias en septiembre de 2013. Esta versión completa del artículo es reproducida con autorización de la autora.

Laura Weffer Cifuentes 

Comentarios (5)

Román Romano
26 de julio, 2014

No voy a comentar la película, ni a su director y mucho menos a su actor principal. Pero si quiero hacer una pregunta. ¿Usted cree que verdaderamente ese fue el rostro de El Libertador, Simón Bolívar? No creo que se pueda pensar que todos los rostros del prócer que cuya iconografía cubre desde 1799 hasta 1830 pocos días antes de morir. Es imposible que sus facciones hayan cambiado de una nariz recta y una mandíbula fina, a unos rasgos de mulato. Pero le daré el beneficio de la duda, supongamos que 29 de los 30 retratos hechos a Bolívar son erróneos, que no se contaba con retratistas como contó Napoleón. Pero existe un retrato a cuerpo entero y del cual el mismo Bolívar escribió al reverso algo así como: “El mejor retrato hecho a mi semejanza”. Aún no ha llegado a nosotros la verdadera faz del Padre de la Patria pero estoy seguro que no es ese que nos venden a todas hora porque, simplemente, le gusto al “líder”.

eduardo zabaleta
26 de julio, 2014

y por que tiene que ser tan exacto en lo fisico….. es una PELICULA no una biografía calcada

henry e
17 de agosto, 2014

Lo que me alegra de esta película, es cuando a la gente se le habla de Simón Bolívar,en especial al pueblo Venezolano, acude masivamente en busca de información sobre el hombre que dirigió tal proyecto de libertad y unión de la América, los grandes sacrificios que hizo Bolívar y quienes siempre lo apoyaron, sus Generales, Sus Oficiales, Sus Soldados de a pie, no han recibido el reconocimiento, ni la honra por parte de los pueblo, en especial del Venezolano, y es por la falta de conocimiento y el hermetismo con que sea manejado toda nuestra historia desde que nuestros indígenas Caníbales, llamado Los Caribes combatieron y se comían por durante 65 años a los españoles y a todos las etnias Europeas que venían en ayuda a los españoles… lastima que por ambiciones personales el Libertador murió desterrado,con una camisa prestada y junto a él, el sueño de una nación grande y poderosa…. duele en el alma.

Edgard J. González.-
3 de septiembre, 2014

1. La película protagonizada por el austríaco-suizo Maximilian Schell, realizada en 1969, tiene la innegable cualidad de contar con dos temas musicales de nuestro gran Aldemaro Romero. 2. “Lo que ocurre es que Bolívar es ese y todos los demás. Bolívar es la imagen que tenga cada uno de nosotros”. Ni siquiera con Cristo se puede conceder esa licencia de que cada quien construya o acepte cualquier fisonomía. Hay elementos fenotípicos, genotípicos, históricos, y descripciones (en el caso de Bolívar, retratos al óleo, que él conoció y avaló), que nos lo presentan tal cual es (no tal como le dé la gana a un demagogo, para hacer coincidir la imagen del Libertador, con la zambumbia étnica con la que el charlatán carismático desea seguir magnetizando bajo engaño. 3. Desde el momento en “que empezamos a llamarnos República Bolivariana de Venezuela, el Libertador ha estado presente en los discursos políticos, éticos y filosóficos”, señala Varela, FALSO, el CULTO a Bolívar y la explotación de su obra con fines partidistas y demagógicos, son tan antiguos como la República surgida en 1830. Desde 1999 tan sólo le imprimieron más énfasis a la sobreexplotación cínica del prócer caraqueño, llegando al inaceptable exceso de mulatizarlo para contento de la muchedumbre, que así lo identifica como otro producto del mestizaje, factor muy adulterado y manipulado en el discurso populista.

Román Romano
3 de septiembre, 2014

Atención eduardo zabaleta, si usted se da cuenta, está aclarado con antelación, hice la salvedad que no estaba hablando de su director y mucho menos de su actor principal, ya que los descartaba a ambos y, era de entender que del rostro de quién hago alusión no es otro que de aquel que nos quiso vender el por siempre comandante, que quieren ahora a la fuerza inmortalizarlo al estilo de un Kim Il-sung.

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