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Carmen Balcells y ‘El Chacal’, su último enemigo, fundan la agencia literaria más grande del mundo

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El martes 27 de mayo los agentes literarios Carmen Balcells y Andrew Wylie, apodado “The Jackal” (El Chacal), firmaron un acuerdo para crear la agencia literaria más grande del mundo: Balcells & Wylie.

Carmen Balcells comenzó en la década de los cincuenta trabajando medio tiempo en la agencia literaria ACER, propiedad del escritor rumano Vintilă Horia. Apenas al año, Balcells fundó su propia agencia literaria que con el tiempo representaría a escritores como Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti y Jaime Gil de Biedma, entre muchos otros no menos exitosos. Una de sus conquistas fue eliminar los contratos vitalicios e imponer la cláusula de cesión por tiempo limitado los derechos de autor de los libros.

Balcells se retiró en mayo del año 2000 tras cuarenta años de trabajo. Sin embargo, decidió volver a dirigir la agencia cuando su rival, el mismísimo Andrew Wylie, le quitó el manejo de las obras de Roberto Bolaño y de Guillermo Cabrera Infante.

Por su parte, el norteamericano Andrew Wylie fundó su agencia en 1980. Su sobrenombre, “The Jackal”, proviene de su fama adquirida por sus feroces tácticas para conseguir y arrebatarle clientes a otras agencias. Actualmente entre sus clientes se encuentran autores como Milan Kundera, Rodrigo Rey Rosa, Philip Roth y Salman Rushidie, pero también maneja las obras de Saul Bellow, John Updike, Roberto Bolaño, Vladimir Nabokov, Norman Mailer y Jorge Luis Borges.

Según ellos, la unión tiene como fin “dar mayor fuerza y alcance a la representación de los clientes”. Según ABC.es, el movimiento es doblemente beneficioso, pues blinda el retiro de Balcells y le da entrada a Wylie al mercado en español.

Desde ya se dice que las agencias literarias han llegado a la era de monopolios en que ya vivía la industria editorial. El propio Wylie manifestó su interés en tener una mayor presencia en el mercado hispánico cuando en 2012, en una entrevista a ABC Cultural, mencionó que tenía “un plan a doscientos años” para convertirse en una fuerza en la literatura escrita en español.