¿Cómo entra dentro de las dinámicas políticas nacionales el encuentro sostenido ayer entre el Ejecutivo Nacional y los alcaldes? ¿Qué suma? ¿Qué resta?
El encuentro de Miraflores es positivo y hay que saludarlo, aunque pienso que importante no sobredimensionarlo. El Ejecutivo Nacional ha ofrecido reiteradas muestras de lo que quiere hacer en Venezuela; sería una total ingenuidad concluir que con lo visto en esta tímida apertura es suficiente para decir que ha llegado la era del diálogo interinstitucional en el país. El chavismo es una corriente de la izquierda radical, con una interpretación tremendamente dogmática y manualesca de la política: como tal, considera todo acuerdo político una traición.
Eso no quiere decir que los alcaldes de la Unidad no debieran acudir al encuentro de una política propuesta, que desde Miraflores, se ha urdido con fines específicos. Si el gobierno persigue un objetivo con este llamado a diálogo, nadie debe dejar de observar que la oposición buscará otro. Nadie entendería que, luego de invocar la importancia de dialogar, teniendo todos claro que la aplastante mayoría del país quiere salir de la conflictividad existente, la oposición termine por no asistir. La oposición debe asistir, protestar, proponer, hacer seguimiento de lo discutido y seguir haciendo oposición.
Pienso que la apertura de Maduro es una jugada inteligente. El gobierno puede tomar aliento momentáneamente promoviendo un hábitat para un acuerdo absolutamente normal en cualquier parte, pero que acá vemos, sin embargo, como un logro sensacional. Con eso Maduro va creando un ambiente de opinión más amable: el entorno económico nacional está severamente lastimado, se aproximan decisiones económicas muy costosas y ésta es una forma de controlar daños.
Tengo una enorme reserva en torno a la posibilidad de la continuidad de un ambiente de diálogo en el país. Tendrían que ocurrir muchas más cosas para pensar que el gobierno está sinceramente interesado en rectificar y recomponer los mandatos de la muy burguesa Constitución Bolivariana de 1999.
¿Cuál debería ser el próximo paso dentro de estos acercamientos entre las instancias nacionales y las autoridades municipales recién electas?
Que la oposición concurra a dialogar no quiere decir que tenga que dar por buenos algunos de los horizontes de gestión del chavismo. El Estado Comunal es una ficción que contraviene por completo el espíritu de la Constitución Nacional y ese debate hay que darlo. El llamado Plan de la Patria no es más que un programa de gobierno. La oposición necesita esta apertura para fortalecer el trabajo de las instancias de gobierno y hacer respetar el fuero de los alcaldes. El modelo de confrontación institucional ha ido creando problemas muy graves que han lastimado la calidad de vida de todos los ciudadanos. No descarto que, puertas adentro, el chavismo haya discutido esta realidad y se haya decidido a hacer cesiones parciales para atender problemas elementales, como la recolección de basura. Maduro, por lo pronto, obtiene una audiencia ante el país nacional que sigue necesitando. Ante una iniciativa que demanda jugar con mucha astucia, se hace más necesaria que nunca la reingeniería de la MUD. Que los jefes políticos de los partidos que la integran asuman un compromiso de carácter superior y se pueda obtener provecho de giros inesperados como este que estamos analizando.
***
LEA TAMBIÉN: Luis Vicente León sobre la reunión entre el Ejecutivo Nacional y los alcaldes
LEA TAMBIÉN: Margarita López Maya sobre la reunión entre el Ejecutivo Nacional y los alcaldes
LEA TAMBIÉN: Edgard Gutiérrez sobre la reunión entre el Ejecutivo Nacional y los alcaldes