- Prodavinci - https://historico.prodavinci.com -

Luis Vicente León sobre la reunión entre el Ejecutivo Nacional y los alcaldes

ARTICULO_luis_vicente_leon_la_reunion_entre_el_ejecutivo_nacional_y_los_alcades_640

¿Cómo entra dentro de las dinámicas políticas nacionales el encuentro sostenido ayer entre el Ejecutivo Nacional y los alcaldes? ¿Qué suma? ¿Qué resta?

Lo primero que quisiera resaltar es que, más allá de las formas o intenciones que puedan tener las partes, siempre es positivo un encuentro entre actores que representan visiones distintas del país. Sentarse a dialogar es siempre una oportunidad para lograr algunos puntos de encuentro, incluso cuando el resultado final no es el esperado.

En el caso particular de la reunión de Nicolás Maduro con los alcaldes, se abre una nueva oportunidad de encuentros, una vez pasado el calor de una campaña en la que el gobierno había radicalizado su posición política y económica, bajo la tesis cierta de que la polarizacion le favorece electoralmente. Pero el futuro pinta complejo, en medio de una crisis económica severa que se puede maquillar con populismo a corto plazo, pero que seguirá ahí, vivita y coleando, cuando pase el impacto inicial de El Dakazo. Para el gobierno se hace indispensable buscar algunos acuerdos para enfrentar la crisis con políticas más serias y buscar la integración luce como una necesidad inminente. Pero también el hecho de partir el momento en un antes y un después de ese encuentro puede convertirse en una opción para justificar decisiones diferentes, unas que se puedan explicar como resultantes de ese encuentro, como producto del sacrificio que ponen en la mesa para lograr un diálogo con todo el país.

Quien más gana con esa reunión es Nicolás Maduro. Es él quien la convoca y, pese a que su invitación fue ruda, radical y chantajista, el desarrollo del encuentro, en cambio, fue moderado, amplio y bien manejado, con lo que se “humanizó” frente a la oposición y el país. Su trato cordial y respetuoso con el adversario contrastó con su discurso previo, pero siendo tan distinto cubre mucho el pasado y genera expectativas positivas a futuro. Los discursos de la oposición le dieron oportunidad y tiempo para lucir una nueva posición conciliadora y atenta que, si bien no necesariamente se convertirá en acción, le dio sentido a la reunión. Maduro se legitima legitimando a sus adversarios electos, algo que combinado con su triunfo electoral es sin duda muy potente para él, interna y externamente.

No fue una jugada fácil para la oposición estar ahí, pues es obvio que Maduro ganaba más que ella. Pero no estar era peor. Estando se le permitió visibilidad nacional a muchos de sus planteamientos centrales, como el del rechazo a los gobiernos paralelos, el tema de los recursos, el trato inadecuado y radical al adversario por parte del gobierno, el abuso de poder, el entubamiento del “Plan de la Patria” frente a una parte de la población que no lo comparte y el llamado a liberar a los presos políticos. Todos fueron tomados por Nicolás Maduro y analizados abiertamente, los que veía lógicos y los que no. No está claro si era sólo un show mediático o sinceramente intentará dar soluciones a ellos, pero el país completo los vio y los oyó. Sólo eso justificaba estar.

¿Cuál debería ser el próximo paso dentro de estos acercamientos entre las instancias nacionales y las autoridades municipales recién electas?

¿Qué pasa ahora? Pues que la oposición debe hacerle seguimiento a la oferta de diálogo y vigilar que se convierta en acciones positivas. Debe atender que sus posiciones, un tanto desarticuladas en la reunión, homogenizándose y demostrando permanentemente que la falta de acuerdos no es una responsabilidad de la oposición. Vendrá también, lo quieran o no, una etapa de reflexión interna en la oposición, de retos a su liderazgo, del trabajo más partidista que grupal y de fortalecer sus instituciones para demostrar capacidad de gobierno y representación de las diferentes fuerzas que la componen. Así como también vendrán los contrastes en las tendencias de pensamiento radical versus la moderada, que divide tanto a los chavistas como a los opositores. En el caso de Maduro, le toca validar una acción de gobierno que se mueva un poco más a la moderacián que al extremo radical que le piden sus extremistas (y que les funciona electoralmente). La gran pregunta es si esto será sólo la típica estrategia, empleada por el propio Chávez, de calentar, enfriar y volver a calentar para distraer a la opinión pública; o si lo que vimos era una oferta sincera para negociar y para validar lo que sin duda serán medidas muy difíciles para atender la crisis económica que, una vez pasada la borrachera política, sigue ahí quitándole el sueño a Maduro… y a todos los venezolanos. Amanecerá y veremos.

***

LEA TAMBIÉN: Margarita López Maya sobre la reunión entre el Ejecutivo Nacional y los alcades

LEA TAMBIÉN: Edgard Gutiérrez sobre la reunión entre el Ejecutivo Nacional y los alcaldes

LEA TAMBIÉN: Alonso Moleiro sobre la reunión entre el Ejecutivo Nacional y los alcaldes