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¿Deben legalizarse la producción y el consumo de la marihuana en Venezuela? #Debate

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El asunto en Uruguay. El proyecto de ley que el presidente uruguayo José Mujica propuso, como parte de un paquete de medidas para frenar la violencia, sólo le resta pasar la votación de la sala plena del congreso de Uruguay en la segunda semana de diciembre. La propuesta consiste en dejar en manos del Estado la producción, distribución y venta de la marihuana que en la actualidad es ilegal. La fabricación estaría bajo control estatal y existiría la posibilidad de expedir concesiones a privados que, debido a “estrictos controles”, sólo podrían vender su producción al Instituto Nacional del Cannabis, entidad que sería creada por el Estado al ser aprobado el proyecto de ley.

El gobierno uruguayo pretende controlar el mercado de la marihuana en las calles. Para hacerlo, propone tasar el precio del cannabis a un dólar por gramo y restringir el máximo de compra a 40 gramos al mes por persona. Como parte de las medidas de control, cada usuario inscrito –en una base de datos no pública– estaría en posesión de una tarjeta magnética para medir su compra y consumo.

En agosto de 2013, la Comisión de Drogas y Adicciones de la Cámara de Diputados dio el primer visto bueno al proyecto de ley con una votación de 50 votos a favor y 46 en contra. Posteriormente, la Comisión de Salud Pública del senado uruguayo aprobó el proyecto de ley a finales de noviembre, permitiendo que pasara a un último debate. El polémico proyecto uruguayo de legalizar la marihuana y toda su cadena de producción, se ha estado debatiendo desde mediados de este año y puede ser convertido en ley cuando la sala plena del Congreso se reúna el próximo 10 de diciembre.

Argumentos a favor. La medida debatida hoy en día en Uruguay se enmarca en un informe publicado por la Comisión de Alto Nivel, compuesta por mandatarios, ex presidentes y figuras de renombre internacional, quienes consideran que la guerra contra las drogas ha fracasado y evalúan un replanteamiento total de la estrategia antinarcóticos del planeta. En dicho reporte, titulado Comisión Global de Políticas de Drogas, se solicita el fin de la criminalización de la marihuana y se pide recurrir a la regulación del uso de sustancias que actualmente son consideradas ilícitas.

En la comisión figuran personalidades como el ex secretario General de la ONU Kofi Annan, el ex jefe de la Reserva Federal de EE. UU. Paul Volcker, el ex primer ministro de Grecia George Papandreou y los ex presidentes Enresto Zedillo (de México), Fernando Cardoso (de Brasil), César Gaviria (de Colombia), quienes consideran que la lucha contra las drogas ha fracasado y con consecuencias devastadoras para individuos y sociedades alrededor del mundo.

Los defensores de la propuesta esperan que la legalización de toda la cadena productiva de la marihuana acabe con la violencia que gira en torno a la comercialización y consumo del cannabis. Al mismo tiempo, el gobierno pretende captar el mercado de 40 millones de dólares anuales que produce la marihuana en Uruguay, para que este capital opere en favor del Estado y no de los narcotraficantes. El diputado socialista, Nicolás Núñez, quien es uno de los redactores e impulsores de la propuesta, afirma que los consumidores recurren a drogas fuertes mucho más perjudiciales cuando no consiguen marihuana y sostiene que “la legalización de la marihuana puede amortiguar el impacto que tienen las drogas duras sobre la población uruguaya”.

Richard Posner agrega que la guerra contra las drogas ha resultado demasiado desgastante para la cartera de los países y que las consecuencias sociales han demostrado ser devastadoras: “La cantidad de muertes ha sido inmensa: un estimado de más de 30.000 personas han muerto en años recientes como resultado de violencia por drogas, mucho más que las muertes combinadas de norteamericanos y aliados en Afganistán e Irak […] Uno podría desear que entonces se hiciera una reflexión profunda sobre la guerra norteamericana contra las drogas y se generara algún movimiento político real a favor de la descriminalización y legalización de varios tipos de drogas”.

Argumentos en contra. Mientras tanto, los detractores de la propuesta sostienen que el gobierno no podrá controlar la cantidad de sustancia que compren los usuarios registrados porque será posible burlar al sistema. Ivan Reale, psicólogo social que trabaja en el centro de rehabilitación de personas con problemas de adicción a las drogas que maneja la Fundación Manantiales, considera preocupante que se ponga a disposición de la población el consumo de drogas a partir de la opinión de personas que no conocen de primera mano los efectos reales de la sustancia, en vez de consultar a quienes trabajan a diario con los “despojos y destrozos” que deja el consumo de drogas.

Un estudio del SMU (Sindicato Médico del Uruguay) sugiere que una iniciación precoz del consumo de marihuana “aumenta el riesgo de consumo problemático, y puede dar alteraciones tanto en la esfera cognitiva como en lo psicológico y lo social”. Adicionalmente, este considera que “no existe evidencia científica de que con una mayor accesibilidad a la marihuana se reduzca el consumo de pasta base o de otras drogas”. También aseveran que la población no está preparada para gerenciar la libertad de consumo de una sustancia que según un estudio de Leslie Iversen, publicado en el año 2000 por Oxford University Press, “causa placer a través de la liberación de dopamina y a su vez distorsiona el modo en el que se percibe el entorno, reduciendo la velocidad de reacción y las capacidades motoras”.

La marihuana es la droga ilegal que más se consume en Uruguay. Sin embargo, de ser aprobada esta ley, sería la cuarta sustancia más consumida después del alcohol, el tabaco y los fármacos. El gobierno estima que existen 200 mil consumidores anuales y 25 mil consumidores diarios, así que una vez implementado el proyecto de ley sería posible calcular un considerable aumento del número de consumidores.

Otra preocupación estatal es acabar con los procesos judiciales relacionados con la marihuana, que en 2012 llevaron a 882 personas a la cárcel por tráfico de drogas e incautaron más de 2 toneladas y media de droga, de la cual el 74% era marihuana.

El presidente de la Cámara de Representantes, Germán Cardoso, fuerte opositor de la propuesta, considera que Uruguay “podría convertirse en un destino turístico para el consumo libre, como Holanda en Europa”.

¿Debería aplicarse una medida similar en Venezuela? Muchos países de la región observan con curiosidad y atención el “experimento” planteado por el presidente uruguayo José Mujica sobre regulación del mercado de la marihuana. La Organización de Naciones Unidas calcula que hay entre 180 y 250 millones de consumidores de cannabis en el mundo, sin tomar en cuenta los usos en procesos industriales y en la medicina.

¿Será la legalización un camino posible para resolver el problema de la droga en Venezuela?