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¿Deben legalizarse la producción y el consumo de la marihuana en Venezuela? #Debate

Por #Debate | 4 de diciembre, 2013

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El asunto en Uruguay. El proyecto de ley que el presidente uruguayo José Mujica propuso, como parte de un paquete de medidas para frenar la violencia, sólo le resta pasar la votación de la sala plena del congreso de Uruguay en la segunda semana de diciembre. La propuesta consiste en dejar en manos del Estado la producción, distribución y venta de la marihuana que en la actualidad es ilegal. La fabricación estaría bajo control estatal y existiría la posibilidad de expedir concesiones a privados que, debido a “estrictos controles”, sólo podrían vender su producción al Instituto Nacional del Cannabis, entidad que sería creada por el Estado al ser aprobado el proyecto de ley.

El gobierno uruguayo pretende controlar el mercado de la marihuana en las calles. Para hacerlo, propone tasar el precio del cannabis a un dólar por gramo y restringir el máximo de compra a 40 gramos al mes por persona. Como parte de las medidas de control, cada usuario inscrito –en una base de datos no pública– estaría en posesión de una tarjeta magnética para medir su compra y consumo.

En agosto de 2013, la Comisión de Drogas y Adicciones de la Cámara de Diputados dio el primer visto bueno al proyecto de ley con una votación de 50 votos a favor y 46 en contra. Posteriormente, la Comisión de Salud Pública del senado uruguayo aprobó el proyecto de ley a finales de noviembre, permitiendo que pasara a un último debate. El polémico proyecto uruguayo de legalizar la marihuana y toda su cadena de producción, se ha estado debatiendo desde mediados de este año y puede ser convertido en ley cuando la sala plena del Congreso se reúna el próximo 10 de diciembre.

Argumentos a favor. La medida debatida hoy en día en Uruguay se enmarca en un informe publicado por la Comisión de Alto Nivel, compuesta por mandatarios, ex presidentes y figuras de renombre internacional, quienes consideran que la guerra contra las drogas ha fracasado y evalúan un replanteamiento total de la estrategia antinarcóticos del planeta. En dicho reporte, titulado Comisión Global de Políticas de Drogas, se solicita el fin de la criminalización de la marihuana y se pide recurrir a la regulación del uso de sustancias que actualmente son consideradas ilícitas.

En la comisión figuran personalidades como el ex secretario General de la ONU Kofi Annan, el ex jefe de la Reserva Federal de EE. UU. Paul Volcker, el ex primer ministro de Grecia George Papandreou y los ex presidentes Enresto Zedillo (de México), Fernando Cardoso (de Brasil), César Gaviria (de Colombia), quienes consideran que la lucha contra las drogas ha fracasado y con consecuencias devastadoras para individuos y sociedades alrededor del mundo.

Los defensores de la propuesta esperan que la legalización de toda la cadena productiva de la marihuana acabe con la violencia que gira en torno a la comercialización y consumo del cannabis. Al mismo tiempo, el gobierno pretende captar el mercado de 40 millones de dólares anuales que produce la marihuana en Uruguay, para que este capital opere en favor del Estado y no de los narcotraficantes. El diputado socialista, Nicolás Núñez, quien es uno de los redactores e impulsores de la propuesta, afirma que los consumidores recurren a drogas fuertes mucho más perjudiciales cuando no consiguen marihuana y sostiene que “la legalización de la marihuana puede amortiguar el impacto que tienen las drogas duras sobre la población uruguaya”.

Richard Posner agrega que la guerra contra las drogas ha resultado demasiado desgastante para la cartera de los países y que las consecuencias sociales han demostrado ser devastadoras: “La cantidad de muertes ha sido inmensa: un estimado de más de 30.000 personas han muerto en años recientes como resultado de violencia por drogas, mucho más que las muertes combinadas de norteamericanos y aliados en Afganistán e Irak […] Uno podría desear que entonces se hiciera una reflexión profunda sobre la guerra norteamericana contra las drogas y se generara algún movimiento político real a favor de la descriminalización y legalización de varios tipos de drogas”.

Argumentos en contra. Mientras tanto, los detractores de la propuesta sostienen que el gobierno no podrá controlar la cantidad de sustancia que compren los usuarios registrados porque será posible burlar al sistema. Ivan Reale, psicólogo social que trabaja en el centro de rehabilitación de personas con problemas de adicción a las drogas que maneja la Fundación Manantiales, considera preocupante que se ponga a disposición de la población el consumo de drogas a partir de la opinión de personas que no conocen de primera mano los efectos reales de la sustancia, en vez de consultar a quienes trabajan a diario con los “despojos y destrozos” que deja el consumo de drogas.

Un estudio del SMU (Sindicato Médico del Uruguay) sugiere que una iniciación precoz del consumo de marihuana “aumenta el riesgo de consumo problemático, y puede dar alteraciones tanto en la esfera cognitiva como en lo psicológico y lo social”. Adicionalmente, este considera que “no existe evidencia científica de que con una mayor accesibilidad a la marihuana se reduzca el consumo de pasta base o de otras drogas”. También aseveran que la población no está preparada para gerenciar la libertad de consumo de una sustancia que según un estudio de Leslie Iversen, publicado en el año 2000 por Oxford University Press, “causa placer a través de la liberación de dopamina y a su vez distorsiona el modo en el que se percibe el entorno, reduciendo la velocidad de reacción y las capacidades motoras”.

La marihuana es la droga ilegal que más se consume en Uruguay. Sin embargo, de ser aprobada esta ley, sería la cuarta sustancia más consumida después del alcohol, el tabaco y los fármacos. El gobierno estima que existen 200 mil consumidores anuales y 25 mil consumidores diarios, así que una vez implementado el proyecto de ley sería posible calcular un considerable aumento del número de consumidores.

Otra preocupación estatal es acabar con los procesos judiciales relacionados con la marihuana, que en 2012 llevaron a 882 personas a la cárcel por tráfico de drogas e incautaron más de 2 toneladas y media de droga, de la cual el 74% era marihuana.

El presidente de la Cámara de Representantes, Germán Cardoso, fuerte opositor de la propuesta, considera que Uruguay “podría convertirse en un destino turístico para el consumo libre, como Holanda en Europa”.

¿Debería aplicarse una medida similar en Venezuela? Muchos países de la región observan con curiosidad y atención el “experimento” planteado por el presidente uruguayo José Mujica sobre regulación del mercado de la marihuana. La Organización de Naciones Unidas calcula que hay entre 180 y 250 millones de consumidores de cannabis en el mundo, sin tomar en cuenta los usos en procesos industriales y en la medicina.

¿Será la legalización un camino posible para resolver el problema de la droga en Venezuela?

#Debate 

Comentarios (15)

Manuel Valera
4 de diciembre, 2013

Sí totalmente la regularización de una de las principales actividades humanas desde siempre (el consumo de drogas) debe dejarse de dobles morales y fijarse en los grandes problemas generados por su prohibición, bastante reciente además y atípica en la historia… Hoy día la balanza económica favorece la tendencia, el catalizador principal de los cambios sociales ya llegó. Es cuestión de tiempo.

En facebook existe un pequeño grupo de advocados al tema que siempre seguimos y discutimos estos tópicos, “PsicoActivos, libre información sobre drogas” se llama.

Fernando Frei
4 de diciembre, 2013

De acuerdo con la legalización. Ojalá nuestros parlamentarios nos evitaran las malas consecuencias de la guerra contra las drogas, que lo que hace es beneficiar a las mafias.

Colette Capriles
4 de diciembre, 2013

El problema parece tener dos partes: la “legalización” y la forma y alcance de esta “legalización”. Es decir, una cosa es sacar de la clandestinidad el consumo y otra es convertirlo en una actividad pública, pero hiperregulada (como en el caso uruguayo). En mi opinión, el único modelo viable para enfrentar el costo social asociado a ilegalidad, es el del tabaco/alcohol: liberalizar su uso y aplicarle un esquema impositivo que cubra los costos en salud que van a generarse por el abuso y adicción. No hay solución perfecta: la ilegalidad de las drogas genera violencia y narcotráfico, su legalidad genera costos sanitarios. Por otra parte, lo cierto es que el actual esquema ha creado una serie de “ganadores”, verdaderas fortunas corruptas y esquemas delincuenciales que van hasta lo más “capilar” y que atraviesan toda la sociedad, mientras alimenta la industria bélica, lo que genera una enorme resistencia económica hacia la liberalización. En Venezuela las consecuencias de ésta serían mucho más significativas y difíciles que en Uruguay, por ejemplo. Pero en general, parece que cualquier cosa que elimine mercados negros es buena. Claro que el malestar social y la droga ilegal no se acabarán por ello: siempre aparecerá un nuevo habitante de los ilegalismos.

Eduardo De Abreu
5 de diciembre, 2013

Si dicho proyecto suele rebundar de manera positiva en Uruguay, es muy difícil calcar para lo que a una sociedad pequeña (De 3.200.000 millones de habitantes) fue beneficioso, en comparación a Venezuela (32.000.000 millones de habitantes). Existen ciertas variables que se deben manejar antes de dicho impacto, como concientizacion, educación y un enfoque cultural de la misma. Se debe tener cierta responsabilidad y madurez ante el consumo de marihuana. Creo que como sociedad, no estamos preparados para esto.

Felix Aumaitte
5 de diciembre, 2013

Este tipo de acciones del estado tienen como objeto atacar los problemas de base. Esto solo puede ocurrir en un estado que tenga la voluntad firme de hacer algo bueno por su país. Desgraciadamente no es la situación ni del gobierno actual ni de la sociedad, Venezuela es uno de los países más atrasados del mundo. Con ese escenario es totalmente improbable. No siquiera se debatiría tal cuestion. Preocupa mas buscar que comer, si es que se consigue comida

Nelson Rodriguez
5 de diciembre, 2013

Si, ya debemos comenzar a discutir el tema. Tarde o temprano se regularizará para su consumo legal en muchas partes del planeta. El aspecto salud relacionado al uso de esta sustancia debe revisarse con más profundidad y transparencia. Cuidado con el radicalismo y el doble estándar, lo que si es seguro es que la prohibición del consumo no logrado los objetivos perseguidos y ha generado más desperdicio y problemas que soluciones.

Daniel Sánchez
5 de diciembre, 2013

Bajo una mirada ideal, la legalización de la marihuana podría ser el mecanismo para poder acabar con la delincuencia que está presente en la actividad. El problema es que resulta ridículo si quiera pensar que una legalización funcionaría en este país en el que la gente no respeta ni el semáforo.

El otro eje que habría que tomar en cuenta, de aprobarse una legalización, es : ¿qué sucedería con los que hasta ayer fueron narcotraficantes, delincuentes, asesinos? esta gente jugaría todas sus cartas para mantener un mercado negro y seguiría habiendo un enfrentamiento.

Puede que disminuya el problema, sí, pero no hay soluciones sencillas. Todos los caminos son empinados.

Juan Felipe Guerrero Contreras
7 de diciembre, 2013

Y bueno, yo creo que la legalización de la producción y el consumo de marihuana son medidas para países que tienen un grado de conciencia social y de equidad muy fuertes como Alemania, Finlandia, Holanda, entre otros.

Un marco cultural tan descompuesto como creo sucede en la mayoría de América Latina no es propicio para una medida como esta. El experimento que está haciendo Uruguay no puede tomarse como válido por diferentes aspectos, entre los que prevalecen las dimensiones geográficas del país, la densidad de población y el contexto interno social actual. Una cosa es probar en un país como Uruguay. Otra muy diferente lanzarse a promover algo así en Colombia o Venezuela.

Gabriel armas
7 de diciembre, 2013

Hay que legalizar la marihuana ya! Todo el mundo a fumar

Victor Drax
8 de diciembre, 2013

“Un estudio del SMU (Sindicato Médico del Uruguay) sugiere que una iniciación precoz del consumo de marihuana “aumenta el riesgo de consumo problemático, y puede dar alteraciones tanto en la esfera cognitiva como en lo psicológico y lo social””.

Sí, ¿Sabes con qué otra cosa pasa eso? Con el alcohol y el tabaco, que son drogas perfectamente legales. Existe un mito, particularmente entre las personas que ignoran absolutamente todo referente a las drogas, de que si fumas marihuana, eres un drogadicto loco bueno para nada. Esto se debe a que cuando la prohibición se implantó, por la comisión precursora a la DEA en EEUU, el consumo de la hierba se asociaba a dos estereotipos: el morfinómano y el mexicano contrabandista. Las investigaciones han demostrado que, de hecho, el cannabis tiene un impacto ínfimo en comparación con el alcohol y el tabaco, tanto en efectos como en adicción (en cuyo campo, el tabaco lo supera por mucho).

No tiene ningún sentido que el tabaco y el alcohol sean legales, y la marihuana no. Oponerse a la legalización sólo podría venir de una pobre investigación.

WINDER
11 de diciembre, 2013

si la legalizan en Venezuela tengan la seguridad que sera por negocios y lo manejaran los enchufados, otra forma mas de explotación y enriquecimiento ilícito de parte de esas mafias enquistadas en el poder y con el apoyo de militares etc. pero en fin.. debería legalizarse y dejar ya la doble moral.

marihuanero maduro
12 de diciembre, 2013

es super importante que para bajar los indicies de violencia en el pais y asestar un golpe contra el narcotrafico, salvar muchas vidas que se pierden, tambien para la proteccion a los jovenes y consumidores, que son expuestos a situacions incomodas con la policia, tambien para la industria textil, papepelera ( el canabbis madura en 3 meses el arbol en varios años) y para la usos medicinales, esto va mas alla de poder fumar donde yo quiera.

Jorge Mata
23 de marzo, 2015

más allá de despenalizar su consumo lo más importante es lo siguiente: 1) La producción no deberá ser controlada por el Estado, lo que se debe incentivar es el autocultivo (indoor)y lo que debe ser ilegal es su “Venta” ya que si el Estado mete sus narices en la producción de cannabis los problemas por narcotráfico y corrupción aumentarán enormemente, el cannabis deberá ser gratuito para todos, mientras haya dinero de por medio siempre existirán los gobiernos, los empresarios y los mafiosos que deseen controlarlo. 2)Si se despenaliza no bajarán los índices de violencia, ya que las drogas fuertes (cocaína, heroína, crack, LCD, etc) son los verdaderos problemas para la sociedad. 3) Una vez despenalizado el Cannabis se deben aplicar sanciones e impuestos muchísimo más escritos al tabaco. El costo de salud pública que representa el tabaco en Venezuela y el mundo es incalculable, es un producto dañino, 100 veces mas adictivo que la cocaína y que debe ser penalizado. 4) se debe crear un instituto que estudie y desarrolle el potencial del Cannabis para la producción textil, la industria papelera y la industria medicinal. considerando que el cannabis debe ser gratuito para todo el mundo los productos procesados en base a esta deberían ser regulados en su precio.

Esto es solo una idea del potencial que tiene esta planta que fue penalizada por los Estados Unidos justo al igual que el alcohol en los años 20.

Armando
20 de febrero, 2016

Hay que activar la ganja en Venezuela lo antes posible, a falta de muchas medicinas la marijuana puede ayudar a muchos que no consiguen la medicina nesecaria para tratar ciertos padecimientos.

jose desiderio
12 de enero, 2017

pues si debe permitirse su consumo con fines recreativos y medicinal

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