Actualidad

La construcción ilegal más indignante en Beijing, China

Por Prodavinci | 14 de agosto, 2013
Cortesía: REUTERS - Jason Lee

Cortesía: REUTERS – Jason Lee

En lo más alto de un edificio residencial en la capital de China hay una construcción que ha despertado la indignación de muchos. Se trata de la casa de Zhang Lin, un magnate que dirige una empresa de medicina tradicional china y fue miembro de Haidian, el organismo de asesoría política del distrito de Beijing.

La obra de la discordia, que será derribada gracias a la presión ejercida por la opinión pública, está construida sobre 1.000 metros cuadrados. El capricho arquitectónico llevó a estar durante seis meses subiendo árboles, arbustos, rocas y escombros al techo del edificio de 26 pisos. “Mi sueño era que se asemejara a una montaña”, le declaró Lin al Beijing Times, en una entrevista en la que además se refirió a su exceso como “apenas un lugar para recrearse”.

La montaña artificial es, evidentemente, ilegal. Pero para muchos ciudadanos es el símbolo de las tendencias de los ciudadanos más ricos de Beijing, quienes aparentemente tienden a ignorar las leyes. Sin embargo, los propietarios que viven actualmente en los apartamentos que quedan debajo de su creación tienen quejas más más específicas: ha puesto en riesgo la vida de todos, posibilitando un colapso estructural, se han roto tuberías, los pisos más altos se han visto afectados por filtraciones, inundaciones y grietas en los techos, sin contar los ruidos relacionados con la construcción.

Funcionarios del distrito Haidan dicen que, si Lin no puede demostrar que su vivienda soñada fue construida legalmente, derribarán la estructura en las siguientes dos semanas. Pero llama la atención que durante todo el tiempo que Lin levantó su obra ninguna autoridad intervino, sino hasta que las imágenes fueron propagadas por las redes sociales y, luego, en los medios de comunicación.

mountain-1

Cortesía: REUTERS – Jason Lee

Con información de The Atlantic Cities

Prodavinci 

Comentarios (2)

KBULLA
18 de agosto, 2013

“…ninguna autoridad intervino, sino hasta que las imágenes fueron propagadas por las redes sociales y, luego, en los medios de comunicación.”

No importa el tipo de régimen (gobierno) que rija los destinos de un país, cuando los ciudadanos se organizan, su voz individual (su protesta) se multiplica y la misma llega a afectar la imagen y estabilidad de los gobiernos.

Resulta paradójico que en un país como China, en donde un YAHOO y hasta un GOOGLE han creado versiones especiales que satisfagan el cerco de censura de un singular gobierno del siglo XXI (en donde impera el del capitalismo salvaje del XIX) hayan sido las redes sociales el disparador que ha hecho que hasta los medios de comunicación se envalentonen en denunciar los caprichos estéticos de un nuevo rico que había sido funcionario gubernamental.

Creo que la influencia de las redes sociales se va multiplicar exponencialmente, cuando a partir del próximo año empecemos a ver el poder de denuncia que va a tener la subida de videos “infraganti” captados con la herramienta de GOOGLE GLASSES.

Luciano Guzman
13 de enero, 2014

Y ese señor no sabe que existe el anime (no la comiquita) Poliestireno expandido,

Envíenos su comentario

Política de comentarios

Usted es el único responsable del comentario que realice en esta página. No se permitirán comentarios que contengan ofensas, insultos, ataques a terceros, lenguaje inapropiado o con contenido discriminatorio. Tampoco se permitirán comentarios que no estén relacionados con el tema del artículo. La intención de Prodavinci es promover el diálogo constructivo.