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Meritocracia, movilidad social, movilidad intergeneracional; por Richard Posner

Por Richard Posner | 7 de enero, 2013

movilidad

Los tres términos del título están estrechamente relacionados. El primero se refiere a una sociedad en la que el éxito de las personas es resultado de sus capacidades individuales en lugar de su riqueza o la posición de sus padres u otros miembros de la familia. El segundo, estrechamente relacionado, se refiere a la permeabilidad de distintas clases sociales a personas con talento de otras clases. El tercero, uno más técnico y específico de la ciencia social, se refiere a la falta de correlación entre el ingreso y la posición social de los padres frente a los de sus hijos; entre menos estén positivamente correlacionados los ingresos o estatus social de los padres con el nivel social o de ingresos de sus hijos, mayor será la movilidad intergeneracional de una sociedad.

Si el coeficiente intelectual (CI) fuese puramente genético y por ende obtenido sólo por herencia, y si el ingreso fuese una función lineal del CI, el ingreso de los niños sería muy similar al de sus padres y la movilidad intergeneracional sería poca, con la importante salvedad, sin embargo, de que la posición social no es una función solamente de los ingresos. Hay científicos, respetados compositores clásicos, poetas distinguidos, líderes políticos y otros funcionarios, héroes militares, sacerdotes, que poseen un alto status social pero obtienen ingresos mediocres. Y noten que la correlación entre la posición social y de ingresos del padre y el hijo sería válida para evaluar cualquier rasgo puramente genético que fuese valorado, sea potencial deportivo o musical, no sólo el coeficiente intelectual.

Estos ejemplos subrayan el punto de Becker de que un bajo nivel de movilidad intergeneracional es consistente con la meritocracia, incluso cuando, como en los ejemplos dados, el mérito sea una función de la suerte: sea que tus padres hayan tenido un alto coeficiente intelectual, o que el CI sea un factor muy valorado en la sociedad en la que naciste.

El coeficiente intelectual no es enteramente genético (se cree que es en general mitad genética y mitad del resultado de otras condiciones innatas, por ejemplo, las condiciones durante el embarazo y el parto; condiciones de entorno tempranas, y de salud física y mental), pero tiene un componente genético importante ya señalado. Y con el creciente papel de la tecnología en la economía y la expansión de las profesiones en relación con otras ocupaciones, los retornos de estado social y de ingresos al coeficiente intelectual han aumentado. El aumento del apareamiento selectivo (entre aquellos con factores en común), atribuible en parte a la disminución de la discriminación y a la mayor búsqueda de cónyuges habilitada a través de Internet, es probable que en el futuro cercano aumente la varianza en el coeficiente intelectual y  así aumenten los retornos a los estratos más altos del CI.

Dicho esto, Estados Unidos es, en el mejor de los casos, una meritocracia muy imperfecta. La razón es el patrón de inversión, tanto privada como pública, en la carrera y prospecto de vida de los niños. Padres adinerados invierten mucho en la educación de sus hijos mediante la contratación de tutores, el pago de la altísima matrícula cobrada por escuelas y colegios privados y elitistas (tanto públicos como privados), haciendo generosas donaciones a estas instituciones, y financiando las actividades extracurriculares que impresionen a los oficiales de admisión de las universidades. Las universidades compiten por los niños ricos, viéndolos como futuros egresados generosos. Los padres utilizan sus contactos personales para conseguir un buen trabajo para sus hijos; a veces los contratan en el negocio familiar, y, por supuesto, les dan, prestan y transfieren dinero. Debido a que las escuelas públicas son financiadas principalmente por los impuestos locales a la propiedad, las mejores escuelas públicas tienden a estar en áreas de altos ingresos, y por ende los niños ricos que van a escuelas públicas en lugar de escuelas privadas tienden a ir a las mejores escuelas públicas. En efecto, si no hay buenas escuelas públicas en el vecindario de una familia acomodada, la familia envía a sus hijos a una escuela privada.

Como resultado de estos factores, entre los países ricos el nivel de movilidad intergeneracional es menor en los Estados Unidos que en los cuatro países escandinavos (que tienen el más alto nivel de movilidad intergeneracional) y en Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Alemania, Japón, Francia y España, y un poco más alto en Estados Unidos que en Italia y el Reino Unido. Estas clasificaciones están correlacionadas, como era de esperar, con la desigualdad de ingresos (Estados Unidos es el segundo país con mayor desigualdad de ingresos, después del Reino Unido, en los países que acabo de mencionar). Las familias ricas que generosamente apoyan a sus hijos crean familias más adineradas de la próxima generación.

Idealmente, con el fin de maximizar la productividad, sería positivo que el gobierno  identificase a los niños de alto coeficiente intelectual en familias pobres o de clase media baja y les proporcionase educación y servicios relacionados equivalentes a lo que las familias ricas suelen otorgar a sus niños de alto coeficiente intelectual. La necesidad es aguda en los Estados Unidos debido a nuestro nivel relativamente bajo de movilidad intergeneracional. No se está haciendo mucho esfuerzo para satisfacer esta necesidad. Las razón probablemente sea que los niños no votan (se puede argumentar que un padre debe tener derecho a un voto extra por cada uno de sus hijos que vivan con él), y que los padres pobres y de clase media baja tienen poco peso político en comparación con las personas mayores, las personas ricas, jubilados de la administración pública y otros grupos políticamente influyentes.

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Lea también: Meritocracias y movilidad intergeneracional, por Gary Becker

Texto en inglés en aquí

Richard Posner  es Profesor de economía y derecho en la Universidad de Chicago y Juez del Séptimo Circuito de la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos.

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