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Lo contrario de la muerte, por Héctor Abad Faciolince

Por Héctor Abad Faciolince | 27 de septiembre, 2012

Fue un gran avance social y humanitario que la Corte Constitucional despenalizara el aborto en tres casos específicos, pero esta despenalización debería ser mucho más amplia, hasta llegar a la plena autonomía de las mujeres para decidir en esta materia: si quedan embarazadas y quieren interrumpir el embarazo, deberían poder hacerlo siempre que lo deseen. Como el embarazo es algo que ocurre dentro de su cuerpo, la decisión tiene que ser de ella. Si tiene a alguien con quien lo quiere consultar, bueno, pero la decisión final debe ser siempre de la mujer, y sin interferencias, ni siquiera del padre en potencia.

Por supuesto el aborto es el procedimiento menos bueno y quizá el más traumático de todos los métodos que evitan o interrumpen un embarazo. Nadie está “a favor del aborto” como si este fuera un sueño deseable, como una maravilla a la que uno aspira. A uno no le gusta el aborto como le gusta el agua, la vida, la música o la felicidad. A veces el aborto es una decisión trágica, dolorosa, pero en muchas ocasiones es también la opción menos mala, porque seguir con el embarazo sería una desgracia mayor que interrumpirlo. Muchas veces se tienen sentimientos ambivalentes sobre la posibilidad de tener un hijo o no en ese momento. Pero hay que dejar que la mujer decida si quiere que ese embrión, cigoto, feto, ser humano, persona (como lo quieran llamar) pueda estar conectado o no a su cuerpo durante nueve meses. El hecho es que hasta los seis meses de desarrollo —poco más o menos— el feto no puede vivir autónomamente por fuera del vientre de la mujer. Y nadie (tampoco el feto) tiene derecho a exigir que lo dejen conectado a otro ser humano para poder sobrevivir, a costa de la sangre y las funciones fisiológicas de otro.

Establecer dónde empieza y dónde termina la vida es difícil. La vida no empieza y termina en un instante mágico. Hay vida en cada célula de nuestro cuerpo y, como se ha demostrado en otros mamíferos, a partir de muchas de nuestras células —puesto que ahí está toda la información genética de lo que somos— se podría desarrollar un nuevo ser humano. En cada célula (no solo en el óvulo fecundado) hay un nuevo ser humano en potencia. Pero así como un huevo no es un pollito, tampoco las células ni los óvulos fecundados son personas. Pueden llegar a serlo. Es más, un óvulo fecundado puede llegar a ser dos, tres, cuatro personas, por caminos naturales o artificiales. El ser humano completo no surge, como por arte de magia, en el momento de la fecundación. Esta es una idea mágica y religiosa, de quienes creen que el alma se insufla en determinado momento. ¿Qué es el alma y quién ha dicho cuándo llega al cuerpo?

La aproximación científica a la vida humana está ligada a la conciencia, es decir, a la capacidad de sentir, gozar, sufrir, pensar, etc. Es eso lo que nos hace humanos. Y esta capacidad está directamente ligada a la actividad cerebral. Como dice Steven Pinker: “Así como el final de la vida se define hoy en día por la cesación de la actividad cerebral y no porque el corazón deje de latir, el principio de la vida se liga a las primeras manifestaciones de conciencia. Lo que actualmente se considera como la base neural de la conciencia depende del comienzo de la actividad neural entre el tálamo y el córtex cerebral, lo cual ocurre alrededor de las 26 semanas de gestación”. Esto coincide con el momento en que un feto podría sobrevivir sin estar conectado al cuerpo de la mujer. Antes, sin conciencia, no podemos decir que hay una plena vida humana, como no la tiene un paciente sin actividad cerebral, que es cuando se permite extraerle los órganos para trasplantes.

Estigmatizar a las mujeres que abortan como si fueran asesinas de niños es una infamia. Obligarla a tener un hijo que no quiere sería una imposición tan brutal y arbitraria como obligarla a abortar.

Héctor Abad Faciolince 

Comentarios (3)

@manuhel
28 de septiembre, 2012

Kant dijo algo como esto: “vive como si quisieras que tu forma de vida fuera Ley Universal”.

El aborto no comulga con ese precepto.

Por lo tanto, para mi, que tengo ese precepto como religion, el aborto deberia ser penalizado salvo las ya aprobadas excepciones.

@GamezArcaya
2 de octubre, 2012

Decía Reagan: Es curioso que los grandes defensores del aborto estén todos vivos…

richard sabogal
2 de octubre, 2012

Me molesta sobremanera siempre ver cómo apoyan elegir asesinar o no bebes, o fetos como se le llama. La vida de un bebe comienza a las tres semanas de embarazo. esa semana el feto le comienza el latido, no se, pero todo lo que tenga pulso tiene vida… puedo considerar aborto cuando ha sido producto de violacion, cuando pone en riesgo la vida de la madre, pero si la mujer sale preñada pues asuma su barranco. existen metodos. muchos deseamos bebes y no podemos mientras otros los asesinan, no es infamia es asesinato y deberia ser penalizado si la mujer lo hace simplemente porque sus vidas no quieren tener entropías como un bebe, son asesinas simplemente.

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