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Carlos Machado Allison: “Las políticas agrícolas deben orientarse hacia la eficiencia”

Por Angie Contreras | 21 de mayo, 2012

En los últimos tres años, la agricultura venezolana se ha sumido en una recesión de la cual no logra salir. Rubros en los que Venezuela era autosuficiente, e incluso tenía excedentes para exportar, como es el caso del arroz y el café hoy se importa casi la mitad de lo que se requiere para el consumo de la población. Carlos Machado Allison, profesor del IESA y especialista en materia agroalimentaria, atribuye el descalabro del aparato productivo interno a los controles de precios y la falta de políticas acertadas para el agro. Prevé que 2012 será un año de recuperación de la producción nacional.

– ¿Cuál es la situación de la agricultura en Venezuela en estos momentos?

– Critica. La producción ha caído por el control de precios al productor y al consumidor, inseguridad en la tenencia de tierra, ausencia esporádica de insumos requeridos para la producción agrícola luego de la expropiación de Agroisleña que también afectó la asesoría técnica a los pequeños y medianos productores. Rubros que el país producía en cantidad razonable han disminuido mucho en los últimos años, como resultado de las políticas del Gobierno. Ese el caso del arroz, maíz, caña de azúcar, café y ganadería bovina fundamentalmente, que son los que más contribuyen al tonelaje total de la producción nacional. Hay que trabajar en la recuperación de lo que se ha perdido en los últimos años.

– ¿Es posible la recuperación de esos rubros en el corto plazo?

– Este año habrá una recuperación importante de muchos de esos rubros, porque el gobierno después de varios años de no conversar ni negociar este año lo ha hecho antes del período de siembra. Si bien todos los productores de los distintos rubros no están totalmente satisfechos con los precios (regulados), son mejores que los de años anteriores. Habrá recuperación en arroz y maíz, y un poquito en caña de azúcar. La caña ha caído de 9 millones de toneladas a 6 millones de toneladas, con un costo muy alto porque hubo que importar más azúcar en un momento de altos precios.

– ¿Cuáles son esas políticas que se deben aplicar para que haya esa recuperación de la agricultura este año?

– Hay que desmontar de manera gradual y bien pensada una cantidad de obstáculos que el Gobierno ha venido generando para que los productores puedan trabajar con eficiencia. Hay 32 documentos que tienen que tramitar un productor para poder obtener el certificado de finca productiva, después el trámite de guías de movilización para el transporte, el acoso de la Guardia Nacional durante todo el trayecto, cada vez que pasan por las alcabalas tienen que dejar productos para que puedan circular. Eso está causando un daño terrible y es fácil de desmontar. El pequeño productor tiene que hacer todo eso solo, y  pasa más tiempo en trámites que en el campo. Restituir los derechos y garantías económicas que están en la constitución. El Gobierno debe garantizar el derecho a la propiedad y tomar en serio la necesidad de hacer un catastro para el proceso de regularización de títulos, generando confianza en el productor. La política no puede ser crear zozobra porque eso afecta los rubros de largo plazo.  Esa política terminó con la caída de 50% de la producción bovina del país, con toda la consecuencia que eso tiene.

– ¿Cuáles son esas áreas que tienen potencial de crecimiento?

– En muchas cosas, pero las políticas públicas en Venezuela han tenido por obsesión siempre la sustitución de importaciones principalmente en maíz, leche y oleaginosas, porque son los tres productos que más importamos. Pero resulta que ninguno de esos productos tiene material genético adaptado al trópico, por lo tanto, no se pueden producir aquí. Ha habido estudios pero en países subtropicales. Mientras en estados Unidos se producen 12 mil kilos por hectárea de maíz aquí producimos 3 mil 500 kilogramos. Pero en musáceas como banana y plátanos; frutas tropicales como piña, patilla, melón, parchita, guanábana nunca hemos tenido políticas públicas ni investigación. En raíces y tubérculos tampoco hemos tenido un soporte de investigación y soporte tecnológicos adecuados al país.

–  ¿Qué requiere el país en materia de investigación y tecnología agrícola?

– Nuestra investigación debe estar dirigida a  ver como tropicalizamos, por ejemplo, las variedades de papas del norte que son las que más se consumen en el país. El gobierno debe dejar de preocuparse por producir caraotas y quinchoncho, donde invierte tanto esfuerzo, y ocuparse de mejorar la eficiencia, de mejorar la manufactura. Un factor que debe abordar el próximo Gobierno es la calidad sanitaria. La política siempre ha sido enfocarse en el tema del precio pero no en la pérdida post cosecha en Venezuela. Debe haber técnicas de manipulación de los productos, y se pueden aplicar desde el punto de venta final hacia atrás en la cadena. No pueden vender porquería. Tiene que haber clasificación de productos de primera, de segunda y de tercera. No se debe vender rubros con tierra, ni se puede vender quesos sin permisos sanitarios.

– ¿Hacia dónde debe enfocarse entonces la política de sustitución de importaciones?

–   Se puede estimular la producción de maíz blanco porque muy pocos países lo producen. Se puede evaluar un subsidio para premiar la eficiencia, no relacionado con los precios. Hay un mecanismo en el mercado internacional que se llama la caja verde donde van los países que tienen rubros no competitivos a pedir subsidios para aumentar su competitividad, y esos son premios a quienes hacen bien las cosas. Eso genera incentivo en los productores. Aquí se hizo ese trabajo de clasificación de carne, de leche que está archivado. Este Gobierno ha sido  poco estimulante. Cosas que no producimos y que ni conocemos Venezuela podría producirla. Es el caso de la canela, la pimienta, jengibre. Hay un mercado internacional para la producción de especies, frutas donde no participamos.

–  Pero se necesita toda una infraestructura para poder pensar en mercados de exportación

– Sí, se necesitan sistemas de frío, puertos y aeropuertos preparados para eso y hasta un funcionariado consciente de su responsabilidad para que los productos salgan a tiempo. Hay estándares que también se necesitan y que nosotros no cumplimos: tamaño, calidad, grado de madurez y cantidad. Eso se puede lograr. Lo hace Honduras, Nicaragua y costa Rica que tienen poco espacio físico y recurso humano.

– ¿Tiene oportunidad Venezuela de entrar al mercado de commodities? Porque además tiene que haber un entorno que favorezca las exportaciones.

– Con la paridad cambiaria es difícil entrar, pero se puede intentar entrar con bombones, eso lo hizo Ecuador. De las pocas cosas que seguimos exportando es ron. Podemos exportar plátanos, piña, bananos, melón, pero eso requiere normas y soportes.

– ¿Qué se puede esperar a futuro de la agricultura Venezolana?

– Que cubra una proporción elevada de la demanda interna. Que se racionalicen las importaciones de materia prima para darle valor agregado. Podemos ampliar los productos con sello venezolano para la exportación. La clave para crecer es premiar la eficiencia. El precio y la libertad comercial es importante así como la calidad de los productos. Hay que ampliar la infraestructura agrícola e implementar mecanismos para bajar los costos.

Angie Contreras 

Comentarios (3)

Silvio Orta Cabrera
21 de mayo, 2012

Bien alguinos, mal que bien, muchos, y más peor muchos más, comemos todos los días y en la mesa predominan alimentos procedentes de la agricultura, pero poco sabemos de lo que pasa en el campo de la economía agraria…. porque leemos poco a gentes como Eduardo Machado Allyson, uno de los 300 ténicos que en diversas materias se reunieron durante dos o tres años para conformar los programas de la MUD. Me parece muy generoso Machado Allyson al transmitirnos –en ese artículo por ejemplo– su sólida experiencia y conocimientos en materia agraria. Me luce brillantemente resumida su respuesta a lo que debemos esperar en el futuro de la agricultura venezolana. Qienes nacios en los valles de Aragua sabemos de la triste suerte que ha corrido nuestra producción agraria. Pero el país está sembrando tiempos mejores. Silvio Orta C.

José R Pirela
21 de mayo, 2012

“El aparato productivo agrícola” son todas las condiciones necesarias para producir, transformar, comercializar y consumir la materia prima agrícola con eficiencia. Eso se construye a largo plazo, con esfuerzo de muchos y adaptación cultural de toda la sociedad. El mantenimiento y el avance tecnológico es lento, y sostenerlo con cada cosecha requiere del apoyo de políticas de un Estado comprometido con el desarrollo y crecimiento hacia la modernidad. Pero un Estado Primitivo, empeñado en regresarnos a la cultura rural y al conuco, está destruyendo lo poco que habíamos avanzado. La mitad de la población que aun no ha asimilado la modernidad, le han hecho creer que íbamos en el camino equivocado y que el retroceso es lo revolucionario. A esa parte de la población hay que explicarles que los ingresos petroleros necesarios para elevarlos a la modernidad, este gobierno los está utilizando para oxigenar el Gobierno cubano. Deben entender que los controles de precios y la LOTT son la patraña para engañarlos, pero la realidad es que les está matando la esperanza de progreso.

Ruben
24 de mayo, 2012

Opino que es mejor devolver extensas y enormes cantidades de hectáreas improductivas, ociosas y llenas de cercas, montes, capataces y cuatro empleados sin dientes ni educación a sus respectivos dueños para progresar y estar como ANTES.

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