Economía y negocios

La nueva política monetaria de China, por Martin Feldstein

Por Prodavinci | 25 de agosto, 2011

El Gobierno de China puede estar a punto de dejar que el tipo de cambio renminbi-dólar aumente más rápidamente en los próximos meses que durante el año pasado. En realidad, el tipo de cambio quedó congelado durante la crisis financiera, pero se ha permitido que aumente desde el verano de 2010. En los doce últimos meses, el renminbi se revalorizó un seis por ciento frente al dólar, su divisa de referencia.

Un aumento más rápido del tipo de cambio renminbi-dólar reduciría las exportaciones de China y aumentaría sus importaciones. También permitiría a otros países asiáticos dejar que subieran sus divisas o aumentasen sus exportaciones a expensas de los productores chinos, cosa que podría gustar a los vecinos de China, pero no a los productores chinos. Entonces, ¿por qué podrían las autoridades chinas permitir deliberadamente que el renminbi se revalorizara más rápidamente?

Hay dos razones fundamentales por las que el Gobierno chino podría optar por esa política: reducir el riesgo de su cartera y contener la inflación interna.

Examinemos, primero, la preocupacíón de las autoridades por los riesgos que entraña su cartera de valores extranjeros. La cartera actual de China, que asciende a unos tres billones de dólares en bonos en dólares y otros valores extranjeros, la expone a dos riesgos claros: la inflación en los Estados Unidos y Europa y una rápida devaluación del dólar frente al euro y otras divisas.

La inflación en los EE.UU. o Europa reduciría el valor adquisitivo de los bonos en dólares o los bonos en euros. Los chinos seguirían teniendo tantos dólares o euros, pero con ellos se podrían comprar menos bienes en el mercado mundial.

Aun cuando no hubiera aumento de las tasas de inflación, una bajada pronunciada del valor del dólar frente al euro y otras divisas extranjeras reduciría su valor adquisitivo al comprar productos europeos y de otros orígenes. Es lógico que los chinos se preocupen al respecto, después de ver la pérdida de un diez por ciento del valor del dólar frente al euro en el año pasado y mucho más frente a otras divisas.

La única forma como China puede reducir dichos riesgos es la de disminuir la cantidad de valores en divisas extranjeras que posee, pero, mientras cuente con un gran superávit por cuenta corriente, no podrá hacerlo. Durante los doce últimos meses, tuvo un superávit por cuenta corriente de casi 300.000 millones de dólares, que se deben sumar a los títulos de valores que posee actualmente denominados en dólares, euros y otras divisas extranjeras.

La segunda razón por la que los dirigentes políticos de China podrían ser partidarios de un renminbi más fuerte es la de reducir la propia tasa de inflación interna de China. Un renminbi más fuerte reduce el costo para los consumidores y las empresas chinos de los productos importados expresado en renminbi. Un barril de petróleo podría seguir costando 90 dólares, pero un aumento del diez por ciento del tipo de cambio renminbi-dólar reduce en un diez por ciento el precio en renminbi.

Reducir el costo de las importaciones es importante, porque China importa una gran diversidad de productos de consumo, equipo y materias primas. De hecho, el total de las importaciones anuales de China asciende a 1,4 billones de dólares, aproximadamente, es decir, casi el 40 por ciento de su PIB. Un renminbi más fuerte reduciría también la presión de la demanda más amplia y eficazmente que la política actual de subida de los tipos de interés, cosa que será aún más importante en el futuro, a medida que China aplique su plan de aumento del gasto interno, en particular el gasto de las familias chinas. Un objetivo principal del 12º Plan Quinquenal, recientemente presentado, es el de aumentar los ingresos de las familias y el gasto de los consumidores a un ritmo mayor que el del crecimiento del PIB.

La combinación de un aumento más rápido del gasto de las familias con el nivel actual de exportaciones causaría atascos en la producción y forzaría hasta el límite la capacidad, lo que provocaría aumentos más rápidos de los precios de los bienes de producción nacional. Para dejar margen para un aumento del gasto de los consumidores, hay que reducir el nivel de exportaciones permitiendo la apreciación de la divisa.

Volviendo la vista al año pasado, el aumento del seis por ciento en el tipo de cambio renminbi-dólar podría no reflejar la subida del costo relativo de los bienes chinos para los compradores americanos, gracias a las diferencias entre las tasas de inflación internas. Los precios chinos al consumo aumentaron un 6,5 por ciento, aproximadamente, el año pasado, mientras que los de los EE.UU. lo hicieron sólo un 3,5 por ciento, aproximadamente. La diferencia de tres puntos porcentuales significa que el tipo de cambio “real” renminbi-dólar, ajustado con la inflación, aumentó un nueve por ciento en el año pasado (es decir, una apreciación nominal del seis por ciento, más el tres por ciento de diferencia en la inflación.)

Aunque así es como los gobiernos calculan los tipos de cambio reales, seguramente con ello se exagera el cambio relativo de los precios de los bienes procedentes de China que compran los americanos, porque gran parte de la inflación de China se debió al aumento de los precios de las viviendas, las verduras locales y otros bienes no comercializables. Los precios en renminbi de los productos manufacturados chinos exportados a los EE.UU. pueden no haber aumentado nada.

Naturalmente, el tipo de cambio renminbi-dólar es sólo uno de los factores que impulsan la competitividad comercial de China. Mientras que el renminbi ha subido respecto del dólar, éste ha bajado frente a otras divisas importantes. La bajada de un diez por ciento del dólar frente al euro en los diez últimos meses equivale, en realidad, a una bajada del renminbi de un cuatro por ciento, aproximadamente, frente al euro. El franco suizo ha subido más de un 40 por ciento frente al dólar y, por tanto, más de un 30 por ciento frente al renminbi. Si examinamos todos los diversos países con los que China comercia, vemos que el valor general del renminbi probablemente bajó en los diez últimos meses.

Es probable que el dólar siga bajando respecto del euro y otras divisas en los próximos años. A consecuencia de ello, los chinos podrán permitir que el renminbi suba en gran medida frente al dólar, si quieren aumentar su valor general para reducir el riesgo de la cartera de China y frenar la presión inflacionista.

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Martin Feldstein es profesor de Economía en Harvard.

Copyright: Project Syndicate, 2011.
www.project-syndicate.org
Traducido del inglés por Carlos Manzano.

 

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