Economía y negocios

¿Son productivas las empresas estatales socialistas en Venezuela?, por Albinson Linares

El libro Gestión en rojo (Ediciones IESA), de Richard Obuchi, Bárbara Lira y Anabella Abadí se evalúan 16 casos del modelo productivo socialista implantado por el actual gobierno

Por Albinson Linares | 22 de junio, 2011

En los tres años que van de 2007 a 2010 más de 23.000 millones de dólares fueron los recursos invertidos por el Estado venezolano para la expropiación, adquisición, puesta en marcha y creación de empresas que se ajusten al paradigma socialista de desarrollo. Esta cifra es igual al monto anual que según la FAO se necesita para erradicar el hambre del planeta, al estimado que necesita el Fondo Global contra el sida, la malaria y tuberculosis o a la indemnización que desembolsó la British Petroleum por contaminar el Golfo de México.

Si se toma en cuenta que con estas acciones no se crean nuevos empleos (puesto que en el grueso de los casos se trata de compañías ya instaladas o se transfieren los mismos puestos de trabajo del sector privado al público) ni se logra un aumento significativo en la capacidad de producción (sólo ocurre un cambio de propietario) se concluye que el costo del desplazamiento del sector privado por parte del sector estatal es alto tanto para las finanzas de la nación como para el bienestar de la población.

Si además se analiza que una empresa como Rialca seguía paralizada en diciembre de 2009 luego de 18 meses de haber sido expropiada, o en los casos de Inveval e Invepal producían sólo el 15 y 20% de su capacidad instalada por esas fechas o Venirauto sólo adjudicó 2017 unidades automotrices hasta mayo de 2009, vale preguntarse sobre la efectividad del ambicioso plan de incremento de la participación estatal de la producción acometido por el actual gobierno.

Esto sin contar con la adquisición forzosa de la planta procesadora de arroz Cristal de Cargill aduciendo que el 70% de su producción no correspondía al arroz tipo paddy (regulado por ley). La peculiaridad de este caso resalta el descontrol presente en muchas de estas acciones puesto que este complejo industrial sólo estaba equipado para procesar arroz parboiled y luego del proceso expropiatorio el 100% de la producción sigue siendo del grano parboiled no regulado.

Despejar estas dudas, ahondar en el entorno societal y tratar de explicar la compleja trama de relaciones económicas propulsada por la revolución bolivariana son algunos de los propósitos de Gestión en rojo libro que se convierte en un hito para los estudiosos del ámbito empresarial.

Publicado en la colección “Políticas Públicas” del Instituto de Estudios Superiores en Administración (IESA), el estudio desarrollado por Anabella Abadi y Bárbara Lira bajo la coordinación de Richard Obuchi intenta responder a la gran interrogante de si ¿Pueden las actuales políticas públicas evitar los problemas clásicos de las empresas socialistas y promover el bienestar de la población?

Entre los múltiples resultados recabados resaltan dos rasgos compartidos por las empresas estatales estudiadas:

-Producen por debajo de sus metas.

-Sus beneficios laborales quedan supeditados a la disponibilidad de recursos del Ejecutivo nacional.

En el estudio, además, se detallan las consecuencias productivas de la aplicación de un nuevo modelo de gestión que privilegia el establecimiento de relaciones con las comunidades, integración de las empresas con programas gubernamentales como las misiones y estrategias de comercialización centradas en la manufactura de productos de bajo costo, antes, que en la sostenibilidad de los proyectos.

De la propiedad social y otras yerbas

Gestión en rojo aborda los derroteros de estos planes económicos sin deslindarse de las problemáticas políticas y económicas que los generan. Las estrategias reactivas de la revolución bolivariana que ante cada coyuntura muta sus planes son estudiadas con detalle en sus capítulos.

Es así como se rememora que el Primer Plan Socialista de la Nación (PPS) centrado en el difuso concepto de “desarrollo endógeno” es una respuesta a la crítica situación post-paro petrolero y la escasez de alimentos 2006-2008 explica el énfasis en la estrategia de soberanía y seguridad alimentaria.

Un aparte especial reflexiona sobre la “propiedad social”, concepto que se enfrenta radicalmente al derecho a la propiedad privada consagrado en la Constitución Nacional de 1999. Una década después este constructo fue discutido en la Asamblea Nacional durante las deliberaciones acerca del proyecto de Ley de Participación y Poder Popular siendo definido en el artículo 66 como: “El derecho del Estado de conservar medios y factores de producción o entidades destinadas a la satisfacción de las necesidades humanas esenciales para el desarrollo de una vida plena y la producción de obras, bienes o servicios, que por derecho y naturaleza propia le corresponde”.

Para ilustrar mejor los cambios propuestos se cita en el estudio la propuesta de Reforma Constitucional de 2007 donde se explicaban los “tipos de propiedad que existirán en el socialismo del siglo XXI”. A saber “la propiedad social directa que será aquella asignada en distintas formas por el Estado a una o varias comunidades o ciudades, convirtiéndose así en propiedad comunal o ciudadana. Por su parte la propiedad social indirecta es aquella que pertenece a las comunidades, pero es manejada por el Estado”. Además se contempla la propiedad mixta conformada a cuatro manos por sectores públicos, sociales, colectivos y el privado en distintas combinaciones.

Este ensayo se detiene en las consideraciones anteriores para mostrar el entramado legal que le ha permitido al gobierno revolucionario acometer una intensa campaña de estrategias políticas y económicas destinadas a incrementar el control directo de la producción por parte del Ejecutivo. En contrapartida “se reducen las garantías concedidas al sector productivo en todas sus escalas para emprender iniciativas en condiciones de crecimiento, sustentabilidad, eficacia o eficiencia”.

¿Ha sido efectiva la política de intervenir directamente en la producción?

Obuchi, Abadi y Lira hacen hincapié en la nueva organización de la producción y la participación directa del Estado. Por ello es dable preguntarse si, luego de la inversión de miles de millones de dólares, los procesos expropiatorios, los contratos de compra-venta y la creación de nuevas empresas, estas estrategias son eficientes y productivas.

Para hallar respuestas Gestión en rojo muestra 16 casos que van desde empresas expropiadas a las creadas donde recopilan datos de múltiples fuentes tanto primarias como secundarias. Uno de los rasgos citados recurrentemente en el libro es que, en general, estas empresas producen por debajo de las metas que se plantean. Tal situación se debe a múltiples factores como “dificultades de acceso a la materia prima, la falta de recursos financieros para las operaciones y las complicaciones burocráticas”.

Al reunir todas esas desventajas la sostenibilidad de estos emprendimientos es discutible para los investigadores. Algunos ejemplos son:

-Industria Venezolana Endógena de Papel (Invepal)

En 2002 las deudas acumuladas por Venepal C.A llegaban a los 173 millones de dólares por lo que a inicios de 2003 comenzó a vender sus activos para liquidar a 900 trabajadores. En 2005 fue expropiada luego de ser declarada en quiebra a fines del año anterior.

Entonces nace Invepal bajo un modelo de cogestión Estado-trabajadores representados por la Cooperativa Venezolana de Industria de Pulpa y Papel (Covinpa) y con un capital inicial de 13,2 millones de Bsf. Cuatro años después Ramón Lagardera, presidente de la cooperativa, informó que la producción seguía siendo muy baja pese a que la materia prima provenía de Chile pero no en los volúmenes adecuados.

Por ello el gobierno nacional le otorgó a esta empresa un crédito adicional por 24.156.662,00 con lo que el Estado asumió el control mayoritario de la empresa (82,7%). Cuatro meses después vuelve a presentar dificultades en el acceso a la materia prima por lo que dejó de operar por 120 días.

Lagardera advirtió que Invepal estaba produciendo el 20% de la meta mensual necesaria para alcanzar las 30 mil toneladas previstas ese año. También alertó que la empresa arrastraba pérdidas por el orden de los 72 millones de Bsf. a causa de irregularidades cometidas por la directiva.

-Centro de Producción de Rines de Aluminio (Rialca)

Ruedas de Aluminio C.A (Rualca), empresa productora de rines de aluminio para vehículos destinados al mercado internacional, ubicada en Valencia (Carabobo) se paralizó en junio de 2007 y fue expropiada un año después. En noviembre de 2009 se encontraba completamente inactiva.

Pese a las buenas intenciones del gobierno que previó una inversión de 50 millones de Bsf. para la reactivación progresiva de la empresa y diversos créditos adicionales, las trabas burocráticas enlentecen cualquier proceso al punto de que para enero de 2009 los trabajadores no habían cobrado sus prestaciones sociales ni los salarios pendientes desde junio de 2007. Sólo habían recibido adelantos a cuenta de las deudas, poca ayuda alimentaria y algunos juguetes. Según algunos reportes regionales las deudas acumuladas por la recién nacida Rialca totalizaban para agosto de 2009 el monto de 13.187 millones por prestaciones y salarios caídos. Se calcula que pasaron 26 meses en el laberinto burocrático para que se aprobaran los pagos por lo que los trabajadores decidieron conformarse con el pago mínimo debido a sus necesidades.

En noviembre de 2009 la empresa seguía inactiva y en abril de 2010 fue traspasada a la CVG Industria Venezolana de Aluminio.

-Planta Procesadora de Arroz Cristal, Cargill de Venezuela, S.R.L.

Esta planta ubicada en el estado Portuguesa tiene la particularidad de haber sido diseñada para manufacturar cereal parboiled o vaporizado. El 2 de marzo de 2009 diversos entes gubernamentales establecieron regulaciones mínimas a cumplir por la agroindustria, en el caso del arroz se fijó que el 70% de la producción debía ser arroz blanco paddy y el restante de las demás variedades.

Dos días después Richard Canán, a la sazón viceministro de Agricultura, inspeccionó la planta informando que no cumplía con las cuotas de producción en arroz blanco sujeto a la regulación de precios.

Alegando que esto había provocado escasez de arroz en el estado Portuguesa se procedió a expropiarla el 31 de marzo de 2009. Obviamente para febrero de 2010 esta procesadora continuaba produciendo el 100% de arroz vaporizado como fue diseñada.

Además los trabajadores manifestaban molestias por retrasos en el pago y una merma en la producción. De manera extraoficial comentaron a los investigadores que en vista de lo exigente que era el mantenimiento de las máquinas y la ausencia de expertos en el área temían la próxima paralización de sus actividades.

-Fama de América

Esta empresa con más de un siglo en el país fue expropiada en sus activos pero con la variante de incluir a la marca con lo que los estudiosos remarcan que se abre un nuevo capítulo en la historia de las expropiaciones en Venezuela. Luego del fracaso de diversas iniciativas estatales como el Plan Café se ocupó temporalmente las empresas Café Madrid y Fama de América. Según Félix Osorio, ministro del Poder Popular para la Alimentación, esta medida respondía a que ambas industrias controlaban el 80% del mercado y sus directivos habían proclamado una paralización por ausencia de materia prima.

Luego de los 90 días de ocupación temporal se decretó la adquisición forzosa de todos los activos tangibles e intangibles incluyendo la marca comercial Fama de América. A fines de abril de 2010, representantes del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura indicaban que el Ejecutivo nacional sólo pagaría el 10% del costo de esta fábrica, lo que se haría efectivo en mayo de 2010.

Pese a los diversos planes de incentivo y estrategias productivas que el Estado ha implementado en el último lustro los resultados en el rubro de la caficultura son especialmente desalentadores. Sólo en el primer trimestre de 2011 se importaron 36,7 millones de dólares en quintales de café superando con amplitud los 5.879, 23 $ que, en cifras del Instituto Nacional de Estadística, se registraron el año pasado en el mismo periodo.

El crecimiento en la importación de este producto agrícola es de 624.945,8% hecho explicado, en parte, por el declive sufrido por la producción del pasado año que sólo llegó a totalizar la cifra de 1,1 millones de quintales de café, unos 800.000 menos de lo que se necesita para satisfacer la demanda anual.

-Venirauto Industrias C.A.

Planta ensambladora de vehículos de tecnología iraní que nace de un convenio de cooperación y transferencia tecnológica entre Irán (51% de acciones) y Venezuela (49%). La inversión inicial fue de 118 millones de bolívares fuertes en capital nacional y 123 millones de capital iraní. En sus objetivos a cinco años se planteó generar 200 empleos directos y 100 indirectos, utilizar 92% de partes nacionales y diseñar un modelo 100% nacional.

La meta era producir 8000 vehículos en 2007 y comenzar a ensamblar vehículos de carga ligera a fines del mismo año. Para 2008 la cota era más alta aún: 26 mil vehículos.

Según declaraciones de Alcibíades Molina, vicepresidente de la empresa, al cierre de 2006 se habían ensamblado 804 unidades. En 2007 el ministro del Poder Popular para las Industrias Básicas y Mineras, José Khan, expresó que se ensamblarían 4000 vehículos.

Se hicieron dos grandes entregas ese año: una de 227 vehículos en Fuerte Tiuna y otra en noviembre de 2007 de 200 unidades. Ya para 2008 Molina declaraba que esperaban fijar la cuota anual en 10 mil automóviles: 16 mil menos que lo proyectado en 2006. En junio del mismo año Ramón Carrizales, vicepresidente de la República anunciaba que la proyección era de 8 mil unidades, y acotó que sólo después de cinco años se podrían manufacturar los productos en un 100% sustituyendo por piezas nacionales las importadas desde Irán.

Evitar los errores históricos del socialismo

Al revisar los resultados los investigadores concluyen que la implementación de estas políticas públicas no ha permitido lograr los objetivos propuestos teniendo al desarrollo endógeno como el fin último de estas estrategias. Además aseveran: “La evidencia histórica y la investigación académica muestran que el control estatal de la producción y la planificación central suelen tropezar con algunas dificultades que conducen a problemas típicos de ineficiencia y escasez, como los que caracterizan a la economía venezolana actual”.

Basándose en la experiencia histórica recomiendan:

-Preservar e incentivar la existencia de la propiedad privada y la libre iniciativa.

-Permitir el funcionamiento del sistema de precios como mecanismo de asignación de recursos.

-Reformar el sistema de controles de precios con el fin de evitar los problemas de escasez.

-Limitar el financiamiento de las empresas públicas con recursos del fisco nacional.

Los estudiosos cierran su investigación ahondando en que el debilitamiento de los derechos de propiedad, la ampliación del ámbito de actuación de las empresas públicas y la incertidumbre respecto a nuevas regulaciones afectan la aparición de nuevas inversiones. La rigidez de los controles de precios genera escasez en nuestro entorno inflacionario y todo esto debilita la estructura económica atentando contra el “objetivo último” del proceso revolucionario que, en palabras y documentos, suele definirse como el logro del mayor bienestar en la vida del venezolano.

 

Albinson Linares 

Comentarios (33)

Victor Medina
22 de junio, 2011

Interesante. Es claro que la producción de las empresas estatizadas han disminuido y que la seguridad laboral en esas empresas es menor luego de estatizadas. Creo que no es parte del estudio pero no menos grave es la situación en las industrias de Guayana.

Alfredo Ascanio
22 de junio, 2011

En una palabra que la relación Beneficio / Costos es pésima.Pero simembargo el gobierno sigue expropiando por razones políticas.

ricnergy
22 de junio, 2011

Bureaucrats are still in business!

ricnergy
22 de junio, 2011

Bureaucrats are still in business! “Bureaucrats in Business: The Economics and Politics of Government Ownership” Un “antiguo” libro del Banco Mundial de 1995 donde ya se analizaban los efectos del regimen de propiedad del estado de las empresas publicas. Alli se llega a conclusiones similares a las de los autores de “Gestion en Rojo”, obra que me gustaria leer.

César
22 de junio, 2011

Por lo asomado, una lectura obligatoria…Una clara demostración de que los argumentos académicos, basados en la investigación científica, son infinítamente más poderosos que cualquier consigna política barata, cuyas bondades se limitan a tinta sobre el papel.

Dr. Jorge Garber
23 de junio, 2011

Es lamentable volver a analizar el tema del estatismo desde visiones ortodoxas liberales. El estatismo no tiene su origen en el socialismo de estado sino en el feudalismo,mas precisamente en La Francia de los Luises.Con al excelente producción de los talleres de Nantes y Sèvres. En procesos como los latinoamericanos se necesita de áreas de producción no exclusivamente de propiedad privada de los medios de producción. Lograr definir un área estatal,privada, social(cooperativas, auto gestionadas, co gestionadas) y mixtas permite avanzar en la socialización de los medios de producción.

Ruben
23 de junio, 2011

No miréis tanto la ganancia mirad más bien lo social del asunto de incluir al excluido por ejemplo, no todo es numeritos. Esquema a lo Milton Friedman que decía que existía “una tasa natural de desempleo” y por ley natural se entiende los del más bajo peldaño en la escala social con visión de mercado. A lo charles Darwin pues. Es preferible a que esas empresas se relacionen con las comunidades a pesar de “pérdidas” a que un pobre hombre sin trabajo salga a buscar comida con un cuchillo o una nueve milímetros en la mano, algo que con respeto dudo que sepa el IESA. Creo que saben más allí de los afanes de banqueros y financieros (con todo respeto). El párrafo inicial habla de hambre asi que para finalizar contribuiré con un párrafo que generó la UNICEF en un informe sobre el tema que además, le queda al dedo a este artículo: “Las carencias de vitaminas y minerales en la alimentación cuestan a algunos paises el equivalente de más de un 5 por ciento de su producto nacional bruto en vidas perdidas, discapacidad y menor productividad” !mas frialdad es imposible!

Vanessa Díaz
24 de junio, 2011

Ruben, ¿Dónde está lo social en las expropiaciones? ¿En transferir miles de millones de dólares sin crear un solo empleo, solo para luego destruirlos?¿Dónde está lo social en disminuir la producción en empresas que eran productivas?¿Dónde está lo social en atemorizar las inversiones?¿Cónoces algún país que haya sacado de forma sostenible a millones de personas de la pobreza sin la inversión del sector privado?

Ruben
24 de junio, 2011

Vane, amiga: Aunque nos pongamos vendas y no aceptemos esas expropiaciones, esas empresas socializadas etc. están basadas en la exclusión que se originó por parte de esas políticas que defiende precisamente el instituto que formuló este estudio. Esas mismas vendas que han generado y alimentado el desencuentro que vivimos los venezolanos, el odio que ya se palpa hasta en un bar de panas etc. No se puede seguir mirando a la gente como números, estadísticas y balances precios, costos etc. Eso lo entendió muy bien quien hoy nos gobierna o trata de gobernar y por eso lo aprovecha. Donde está una propuesta que permita darle piernas propias al pobre para que pueda también caminar, donde están las propuestas para inundar de comida a ese monton de hambrientos que son los mismos que nos roban, nos asesinan etc. sI AQUÍ NO SE DEJA DE HABLAR PAJA Y DAMOS AIRE VERDADERO A LOS QUE RESPIRAN MIERDA en Catia, Petare, La Vega, Pinto Salinas, Cementerio, y cada pueblo recóndito donde la prensa llega a las tres de la tarde tendremos una bomba activa Dios nos ampare de que estalle pues será el doble de trágica de aquella de febrero 89 cuando políticos vinculados al IESA precisamente (Naím, Rodríguez y compañía) aplicaron las brillantes “políticas macroeconómicas” y mira donde estamos Vanessita. Eso es lo que quiero decir sin justificar la manera atrasada como se hacen las coas con este gobierno ves. Nos usan para que votemos, toman el poder y adios vivan mis amigotes y mi familia eso no puede ser. Estos expertos deberían explicarnos que la economía latinoamericana es una economía esclavista que se hace la posmoderna: paga salarios africanos, cobra precios europeos, y la injusticia y la violencia son las mercancías que produce, eso si, con la mayor de la eficiencia. ¿Como podrían explicar eso? Gracias Vanesssa y Prodavinci por generar el debate, por Venezuela, justa e inclusiva y desarrollada y no arrollada como dicen por allí.

Carlos Manuel
24 de junio, 2011

De acuerdo con Ruben. Agregaria que, para Milton Friedman, los desempleados estan desempleados, porque… ELLOS QUIEREN! es su propia decision!

Vanessa Díaz
24 de junio, 2011

Ruben, hablas de vendas, pero no respondiste ninguna de mis preguntas.Solo una acusación al pasado, ad hominem y as “institutioe”. Hablas, con toda naturalidad de la economía esclavista en América Latina: ¿Y el progreso innegable que ha habido en Brasil, Chile, incluso Perú y Colombia?¿Y por qué Venezuela tiene la más alta inflación del mundo y uno de los más altos índices de violencia? Sigamos en las ideas querido Ruben, las que te planteé originalmente, siguen sin respuesta, al menos de tu parte.

Paul Vaz
24 de junio, 2011

Es tipico de los afectos al gobierno el no responder los cuestionamientos que se hacen a los errores de la administración “chavista”. Generalmente, emplean términos como “Vanessita”, para disminuir la valía del comentarista, o cambiarles el nombre como un toque de menosprecio a la persona, tal es el caso de María Corina Machado, pero no se preocupe Señorita Diaz, El pueblo pensante, y cada día más los votantes que son imparciales, pero que sienten en carne propia la ineficacia del actual regimen, se están percatando de la improvisación del regimen

veronica farés
25 de junio, 2011

En el socialismo no importa la productividad ni la rentabilidad. La empresa es sólo una especie de agencia de empleo amparada por el poder del Estado. Mientras el petróleo pueda insuflar billete marchan mas o menos. Por eso lo importante en el socialismo es el control estatal del poder político qué debe ser hegemónico y total. La política priva sobre lo económico. Que importa si la empresa no es rentable si ejercemos el control del aparato administrativo

Mirna
25 de junio, 2011

Excelente artículo. Saludos Prof. Linares

Diego
26 de junio, 2011

Recuerdo cuando en una oportunidad Vanessa Davies discutia que “no todos los individuos pueden ser productivos” y bajo esa premisa engloba el todo, es decir las empresas, los colectivos, etc. Esa es la vision socializante de este gobierno y de algunos de sus acolitos, el pensar que la rentabilidad no es lo es todo (y no lo es en algunos casos) pero no en los extremos que nos estan llevando. Lo unico que veo para despues del 2012 es desarrollar un modelo que nos permita crecer con inclusion y no me hablen de Peru o de Chile

Jean-Paul Leidenz Font
27 de junio, 2011

Una empresa estatizada al maximizar beneficios políticos por definición pierde la posibilidad de satisfacer a los consumidores.

Todo mecanismo de elección política es inferior al mercado como método para asignar recursos en la producción de bienes privados. La razón de esto es la imposibilidad de agregar gustos y preferencias. No importa cuán democrático sea el método de decisión, jamás podrá satisfcer a cada consumidor involucrado, como sí lo hace el mercado.

Pero bueno, es mucho pedir que la plaga socialista que destruye venezuela entienda esto. Ellos todavía persisten en su onanismo mental llamado teoría del valor trabajo.

Carlos Manuel
27 de junio, 2011

Font: tu hermoso mercado en accion: http://prodavinci.com/2011/06/26/actualidad/el-gran-bazar-de-organos-por-susanne-lundin/ Tu vision del mercado, por cierto, me parece mas idealista que centrada en la realidad. Aparte de eso, me da la impresion de que no entiendes que carrizo es la “Teoria del valor trabajo”. Por lo menos Emeterio Gomez dice que no la entiende, jeje.

Jean-Paul Leidenz Font
27 de junio, 2011

Carlos, aparte de tu parroquial comentario ¿Tienes algo que decir contra el argumento de la imposibilidad lógica de la eficiencia económica para empresas estatales?

La teoría del valor trabajo afirma que en equilibrio el precio de los bienes está determinado por la cantidad promedio de trabajo socialmente requerido. Las limitaciones de una explicación semejante saltan a la vista. En particular, es un análisis que reduce la posibilidad de shocks exclusivamente a causas tecnológicas.

El análisis neoclásico es de lejos más amplio y permite explicar la realidad económica mucho mejor,

Jean-Paul Leidenz Font
27 de junio, 2011

Espero algo más que un sermon moralizante, esa clase de discursos que unen por igual a progres de poca higiene y sacerdotes de escasa profundidad,

Juan
29 de junio, 2011

Todavía se podría justificar la actitud autista de alguien como Rubén si los obreros y empleados de alguna, cualquiera, industria o empresa expropiada estuvieran felices, asistidos, alimentados y seguros. Sería una clara y simple muestra de que el Estado lo sacrifica todo, hasta el futuro del país, en función de la gente (o de cierta gente: pobres, excluidos…), pero al menos se podría comprender que por motivos de humanidad alguna gente lo justificara.

Sin embargo, ocurre que esta política no es siquiera una política de suma cero, no: las empresas e industrias expropiadas no quedan siquiera en las condiciones previas a su expropiación (lo cual ya sería reprobable, pues el supuesto es que, al expropiarlas, el Estado ha considerado deficientes esas condiciones) sino que quedan en ruinas, y sus empleados en un limbo, pues el Estado no los despide, para no hacer explícito y flagrante su fracaso; ni les cancela sus acreencias y derechos laborales, ni los liquida, ni les paga sus sueldos nominales, ni se los aumenta, ni discute sus contratos colectivos. Esto, para mencionar únicamente los problemas sociales CAUSADOS por el hecho de que la propiedad pase a ser del Estado (¿qué será, por ejemplo, de la vida del cemento y la cabilla, monopolios estatales?)

Para no decribir con obscenidades lo que objetivamente es una práctica obscena, digamos que las condiciones sociales de los trabajadores afectados por estas medidas hacen ver a los anteriores patronos privados como príncipes espléndidos y generosos, y al Estado como un ente que odia y desprecia a aquellos que dice defender; estafador mentiroso, malvado y miserable.

Carlos Manuel
29 de junio, 2011

Font: No sé a qué llamas parroquial. Tengo poco que decir sobre el tema de las empresas estatales. Antes que nada, es un experimento. Dicho experimento lleva muy poco tiempo como para pedir resultados extraordinarios. Se piensa que el gobierno lleva 12 años en el poder. Es cierto, son 12 años en el poder. Pero entre golpes, guarimbas, paros petroleros, etc. la gestión real serán unos 5 años más o menos. Las empresas estatales menos tiempo todavía. Aparte de eso, el gobierno no se ha tomado la molestia en explicar CUAL es la lógica detrás de dichas empresas, sus objetivos o metas. Error de ellos. Por ejemplo, sería interesante una respuesta oficial a este libro del IESA… y no creo que suceda. En cuanto a la Teoría del Valor trabajo, pana, si fuera falsa, a todos nos subirían el sueldo y se acabó. Viviríamos con unos sueldazos. Pero que va. Le sale muy caro al patrono pagar sueldazos. Y creo que no la entiendes.

Ramón
29 de junio, 2011

¿Un experimento Carlos Manuel? Un experimento de 23.000 mil millones de dólares. Por cierto, los resultados extraordinarios si existen y es el desastre productivo en las empresas estatizadas. Revisa por favor las cifras del propio Banco Central en aquellos sectores donde el estado se ha convertido en Monopolio.

Por cierto, estoy de acuerdo que el gobierno debería responder a el análisis planteado en el libro, pero igual que tu, no creo que suceda.

Jean-Paul Leidenz Font
29 de junio, 2011

Carlos:

¿Un experimento? ¿Qué hipótesis pretende probarse? ¿La efectividad de la planificación central? ¿En serio? ¿ESO?

¿Reproducir el experimento soviético, cubano, chino, norcoreano, vietnamita?

Por cierto ¿Esa es tu respuesta a la crítica de la TVT? ¿EN SERIO?

Esperaba, al menos, argumentos de tu parte. Algo más que retórica

ricnergy
29 de junio, 2011

El PCV: …El Comité Central expresa en el documento que el Estado sigue siendo “altamente ineficiente, con graves niveles de desorden e improvisación, sin planificación eficaz”. Además, aseguran que se ha retrocedido en la prestación de algunos servicios públicos básicos como el eléctrico. Sin embargo alaba avances en la Administración Tributaria, servicios médicos preventivos y en la masificación de la educación.” El Universal, Mayo 4 (http://goo.gl/47KVQ).

Carlos Manuel
29 de junio, 2011

Precisamente, en Venezuela NO HAY PLANIFICACION, ni central, ni no central, ni nada. No se puede planificar lo que no se controla. El último gobierno que “planifico” algo en este país fue la corona española, si acaso. Font: enternece tu ignorancia pensando que ESTO es un modelo soviético. No lo es, me da risa que no puedas dormir en las noches pensando en eso. Ves demasiado the History Channel. Esto No es un modelo soviético. No sigue las doctrinas neoliberales. No es el modelo chino. Entonces, ¿qué es? buena pregunta, vaya y pregúntesela a Giordani. La explicación que di sobre la TVT basta por sí sola, no es mi culpa si no entiendes.

Jean-Paul Leidenz Font
30 de junio, 2011

Carlos: No explicaste nada sobre la TVT, prefiero asumir que era una ironía antes de aceptar que tu comprensión del mecanismo de mercado es tan miserable como para creer que sin TVT el salario podría ser fijado a voluntad, sin límite.

El sistema que Marx plantea requiere, entre otras cosas, asumir la dotación de trabajo como dada. De lo contrario las preferencias terminarán determinando los precios relativos incluso con rendimientos constantes a escala. Esto es así porque la oferta de trabajo será fijada como maximización de utilidad por parte de los trabajadores.

No sólo es limitado el análisis de marx al ser incapaz de explicar shocks no-tecnológicos, sino aún resulta menos realista en sus premisas que el análisis neoclásico. Ese análisis que tantos seudo economistas marxistas critican precisamente por “irreal”.

El modelo venezolano busca la planificación centralizada de la producción y utiliza el mismo argumento que el modelo soviético, vietnamita o cubano. Te guste o no, la hipótesis que pretende probar tu mal llamado “experimento” es la misma.

De resto, espero que elabores tu argumento sobre la TVT, de lo contrario deberé asumir que eres un charlatán más de esa izquierda retrograda enquistada en los fosos de la mediocridad académica latinoamericana.

Carlos Manuel
30 de junio, 2011

Miserable? shocks no tecnologicos? seudo economistas? modelo sovietico? “izquierda retrograda enquistada en los fosos de la mediocridad académica latinoamericana”? Jajajajajajajajajaja

Jean-Paul Leidenz Font
30 de junio, 2011

¿Argumentos? Se agradece.

Carlos Manuel
30 de junio, 2011

No se responde a insultos y a fanaticos.

Jean-Paul Leidenz Font
1 de julio, 2011

Brillante respuesta, querido fanático.

Rodrigo
18 de octubre, 2012

Este es un artículo interesante y con argumentos: Tras la frase “estamos construyendo lo que es el socialismo” se esconde, muchas veces, el más completo desconocimiento de lo que se trata todo este proceso de transformación. Es cierto, aun debemos ajustar elementos filosóficos y prácticos sobre el socialismo del siglo 21, pero debemos tener completa claridad en lo esencial del socialismo: una vez el estado en manos del pueblo soberano este interviene directamente en la economía y en la sociedad para evitar la explotación de la mayoría por una minoría. Cualquier concepción de socialismo parte, al menos ideológicamente, de esa base totalmente contraria a la doctrina liberal, la cual plantea que el estado no debe intervenir en la economía ni en la sociedad para que a través de la libre competencia y la “mano invisible del mercado” se llegue al bienestar común. El socialismo sabe que “la mano invisible del mercado” es en realidad el pie invisible del monopolio, sea este privado o estatal, hecho ya comprobando y que imposibilitaría a la “Escuela de Chicago” explicar paradojas como la caída de la receta en Argentina, donde llegaron a privatizar el mismísimo Zoológico de Buenos Aires ó el que Los Estados Unidos de América, el gobierno mas liberal del mundo, sea desde 2009 el mayor dueño de bancos del globo, embarcado en un rescate de su economía que en las reglas de futbol, equivaldría a agarrar la pelota con las manos. Hoy en día tenemos en Venezuela empresas socializadas, y dentro de estas muchos trabajadores le preguntan a sus jefes: “¿qué es una empresa socialista?”. Obviamente este debería ser el momento estelar para enseñar, pero presa del desconocimiento, el interrogado generará una de las siguientes especulaciones, dependiendo del actor: en el gerente escuálido, “coleado en el proceso”, se le hace fácil decir: “no se, esos tipos no saben ni de que están hablando”, pero para otros, comprometidos con el proceso, fieles seguidores rojos rojitos, los mismos a los que Lenin les dirigió aquella frase de: “no hay praxis revolucionaria sin teoría revolucionaria”, porque esos han existido toda la vida, se las verán en las chiquiticas cuando el mensajero les diga “¿mire licenciada qué significa eso de una empresa socialista?” entonces saldrán con aquello de que se esta “construyendo el socialismo”, y es verdad, ¡pero hay una parte construida e irreversible!: la orientación a la propiedad social y a cubrir las necesidades sociales. Esto debe enseñarse, porque sino nuestro vocero no actuará contundentemente en beneficio del proceso, como lo haría un “cuadro formado”, sino que, en el mejor de los casos, hará el papel de un creyente “comeflor” capaz de afirmar cosas como que el socialismo es “hacer a los pobres sufrir menos” o que “la gente debe tener casas y empleo”, ¿Quién podría decir que eso no es socialismo?, sí lo es, pero solo una parte pequeña del formidable concepto. En primer lugar, una empresa socialista es una organización de propiedad social, no simplemente estatal, sino en el nivel más alto, aquel que garantiza el bienestar de la sociedad, una propiedad que va a rendir frutos sociales, pudiendo ser incluso entregada por el estado a la comunidad para su administración.

Una organización de propiedad social que a través de la participación protagónica de sus trabajadores produce bienes y servicios necesarios a la sociedad. No es una empresa soviética que se contenta con ser de propiedad estatal, implica la participación y no en un grado cualquiera sino en la toma de las decisiones directas, eso significa protagónico. El protagonista no es un extra ni una actriz de reparto, es el que da sentido a la historia contada por la novela. Detengámonos en el último elemento: “producir bienes necesarios a la sociedad”. Una empresa socialista no estimula el consumo innecesario, no acumula capital, produce bienes que favorecen la sociedad y sus excedentes los invierte tanto en la comunidad como en el bienestar de sus trabajadores. En suma, lo característico de una empresa socialista es su carácter de propiedad social, versus la propiedad privada de los medios de producción de una empresa capitalista. Que dignifica y hace participante al trabajador, versus la explotación de este por un patrono privado. Que produce para la sociedad en lugar de estimular el consumismo. Y finalmente, que incrementa el bienestar en lugar de acumular capital. Lewobitz ya lo ha señalado aquí mismo en Caracas, aquello característico de una empresa socialista no es su carácter de propiedad estatal (eso seria soviético) ni el control autogestionario de los trabajadores, ya eso ocurrió en Yugoslavia, con mucho éxito, y sin embargo la organización de trabajadores al mando, redujo personal y automatizó para acrecentar sus ganancias, operando de espaldas a la sociedad. Lo verdaderamente decisivo, dice Lebowitz, en la empresa socialista, es la orientación social de su producción. De otra manera veremos repetidos los vicios soviéticos de una burocracia poderosa apropiada de hecho de los medios de producción. Ejemplo de ello lo podremos conseguir aquí mismo, en aquella aberración de una CVG Cuarta, dominada por el “Zar de Guayana” Sucre Figarella, o la PDVSA de la cuarta, manejada por clanes como el de Praseli o el de Alcock, para poner ejemplos de los cuales este pueblo olvidadizo no ha de recordar fácilmente y que ni siquiera hoy en día nuestros seguidores comprenderían cuando les expliquemos la anécdota del coronel retardado, quien recién ascendido a general y enviado a cumplir una misión relevante en la estatal petrolera cayó en los brazos de las mafias del Emirato PDVSA Cuarta, al punto de llegar a conspirar contra su benefactor, en un acto que hasta en el comportamiento perruno se denigra por aquello de morder la mano que te alimenta. El socialismo revolucionario parte de que es el pueblo mismo quien conduce el proceso, no se lo regalan desde arriba, como pretendió el socialismo utópico, o los semisocialismos del siglo 20 con sus fórmulas de la socialdemocracia o la tercera vía, donde se plantea conciliar con la burguesía y aceptar su sistema como forma de llegar al poder y entonces “hacer el socialismo”. Nuestras fuentes están en el socialismo científico marxista, en el socialismo revolucionario cristiano, en nuestro árbol de las tres raíces: Bolívar, Robinson, Zamora; en nuestra herencia indoamericana. Por esa razón una empresa socialista no puede ser concebida ni como un monasterio utópico socialista donde todos somos “solidarios” entre nosotros mismos y aislados de la sociedad, ni como un espacio de conciliación con los intereses burgueses reaccionarios. La empresa capitalista tradicional y la del siglo 21 saben muy bien que las relaciones de producción operantes en el mundo actual no permiten una cosa tan odiosa como el trabajo repetitivo, la gerencia despótica o las relaciones verticales, entre muchas otras que eran comunes hasta hace apenas tres décadas. La crisis de la competencia global mostró la necesidad de superar viejos esquemas capitalistas del trabajador repetidor para adoptar toda esa argamasa socialista con carteles y talleres de “estos son nuestros valores”, “somos una familia”, “consultemos directamente al operario, al obrero, al cliente final”, o como decía Jan Carlson “el encuentro entre quien representa la empresa y el cliente es el momento de la verdad”. Muchos quisieran escuchar que la literatura de comportamiento organizacional de Robbins es la que se usa en una empresa “capitalista de rostro humano” entre tanto una socialista trataría de aplicar el Manual de Economía Política de Nikitin. Lamento decepcionarlos, no funciona así, las empresas capitalistas simplemente saben, y por el “saber” que da el ejercicio de ganar millones de dólares y destruir a los adversarios, algo evidente hasta en la película El Padrino: “yo tengo mis negocios afuera, lo importante en mi casa es mi familia, mi iglesia y mi honor”. La empresa capitalista tiene sus “negocios”: ganar, destruir, competir a muerte, pero por dentro aparenta ser enérgicamente socialista, lo demuestra desfachatadamente con gestos, detalles y remilgos. La redacción de los valores, misiones y visiones no escatiman en requiebros y poesías como por ejemplo “somos una empresa orientada a la gente”, y cuando no le renuevan el contrato a una mujer embarazada o despiden a un obrero reincorporado después de un reposo por accidente laboral, parecieran decir simplemente: “perdóname, no es personal, solo negocios”. Su uso de eufemismos como el de “desvinculación” para aludir al despido, o “reorganización” para la desvinculación masiva, nos recuerdan la figura del oxímoron, error del discurso, (Como el pleonasmo Ej. Autosuicidio), donde se combinan dos cosas incompatibles, ejemplo: los conceptos americanos de “una fuerza militar de paz” o “actúe en forma natural” que de tanto repetirlos nos hacen olvidar su absurda composición contradictoria y falsa. Debería haber sin duda una indemnización para quien, creyéndose ser verdadero miembro de una “familia” como estas, sea despedido al ser victima del downsizing (botar gente) o los outsourcings (contratar tercerizados) que distinguen la empresa capitalista más moderna con respecto a aquella tradicional, la cual si tenia empleados con antigüedad y hasta jubilaba. No, ahora las empresas capitalistas son como Mac Donald, una empresa ganando millones de dólares diarios sin freír una hamburguesa, la maquila, la economía de guerra con sobreproducción armamentista, el bendito problema de la droga, de la cual ha llegado a decir Milton Friedman que la guerra contra esta es ineficiente porque quien la combate es una “empresa socialista”, es decir, un esfuerzo emprendido por el estado ineficiente, ¡absurdo!, la guerra no ha servido porque el negocio de la droga sí es una empresa capitalista moderna, cuyos tentáculos están de uno y otro lado, sin reconocer sino sus propios intereses, que no cree en nacionalidades, deberes ni concepción de la humanidad alguna distinta a aquello que se llama el capital.

Las empresas socialistas tienen la ventaja de tener un discurso interno genuino y en demostración constante, que no utilizan la política del palo – burro – zanahoria, no necesitan engañar a nadie, tienen la ventaja de que el bien común, la cooperación, la solidaridad y la igualdad están en su esencia, son su razón de ser. ¡Trabajadores del mundo unámonos! (*) Ph.D en Economía y Gerencia miguelvillegasfebres@hotmail.com Articulo leido aproximadamente 14319 veces

Alfredo Ascanio
19 de octubre, 2012

Es que esas expropiaciones no es para lograr productividad y eficiencia, sino para tener bastantes trabajadores que al pertenecer al Estado y que al votar pongan su voto por el comandante presidente y además el Estado asegura que algunos de sus familiares también voten por el actual presidente. Es una estrategia política para asegurar votos y por eso el votante va con un acompañado, o de alguna manera tiene que demostrar que votó por el Jefe del Estado. Eso lo implantó también Pérez Jimenez al hacer el referendo si debería seguir como gobernante o no, los funcionarios públicos tenían dos opciones o votaban por la papeleta azul para ratificar al dictador o por la papeleta roja para no ratificarlo, pero era obligatorio llevar la papeleta roja al ministerio para demostrar que se había colocado la azul. Todo régimen autoritario que desea permanecer en el poder trata de tener mucha burocracia para esos fines del voto, y Venezuela tiene más de 2 millones de empleados públicos que se puede traducir en 2 0 4 millones de votos. O sea que esos votos tienen un valor de mercado político igual a los 23.000 millones de dólares que señala el estudio.

Ely Roa
11 de agosto, 2014

Para seguir destruyendo el aparato productivo siguen con la misma cantaleta: Caracas, 9 ago (EFE).- El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó hoy que en aquellas empresas que se sumen a lo que él ha denominado como una “guerra económica” contra el Gobierno deben ser tomadas “con la ley en la mano” por los trabajadores. “Aquel que se sume a la guerra económica de una u otra manera, los trabajadores con la ley en la mano deben tomar esa unidad productiva (…) y ponerla a funcionar”, dijo Maduro durante la instalación el I Congreso de Trabajadores Socialistas.

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