Artes

El espíritu del 23

Crónica visual

Por Guillermo T. Aveledo | 24 de marzo, 2010

Tras la huida de Pérez Jiménez, se consuma el objeto inmediato de la rebelión. El repudio al orden vicioso de aquél gobierno convoca a las más diversas voluntades sociales. Pero hacía falta más que instalar un nuevo gobierno de gente decente: era preciso crear un orden nuevo, y ese orden nuevo debe responder al espíritu de la jornada. ¿Cómo era ese espíritu? El espíritu del 23 de enero era la jubilosa actitud de conciliación, coordinación y entendimiento unitario que se fue gestando entre todos los sectores sociales comprometidos con la caída del gobierno militar; fue esa unidad la mostrada en los gestos de hastío y enojo frente al gobierno caído y sus vicios.

La Junta de gobierno, presidida por el contralmirante Larrazábal y luego por el doctor Sanabria, es la primera expresión de ese espíritu. Pero es como toda primera voz es apenas un canto experimental. Este grupo de venezolanos se dedica con urgencia y aplomo a dirigir la transición: normalizan la vida pública, apaciguando los disturbios anti-perezjimenistas de los primeros días; promueven gestos que fortalecen la confianza de la sociedad en ella, legalizando la organización política y social; desarrollan el Plan de Emergencia, atendiendo las necesidades sociales y económicas de la población; le dan continuidad al trabajo administrativo del Estado; enfrentan con éxito las conjuras del fuero militar, debilitando la influencia del coronel Trejo y derrotando al coronel Castro León, así como a Mendoza y Moncada Vidal. Salen al paso, además, de crisis puntuales –como la ocurrida por la visita del vicepresidente estadounidense Richard M. Nixon- frenando su desarrollo en problemas mayores; y culminan con su mayor mérito: la organización limpia e imparcial del proceso electoral de finales de 1958.

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El 23 de enero, crónica visual

Tras la caída del último gobierno dictatorial del siglo XX, comandado por el  General Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958 da inicio a la etapa democrática venezolana y se  establece como el momento de referencia en el acontecer político nacional. Este acontecimiento histórico significa el final de un régimen fundamentado en el predominio del poder castrense y personalista que, paradójicamente,  se presenta a su vez, como un importante paréntesis de transición de la historia venezolana, entre la primera mitad del siglo XX, y el tiempo de la modernidad y la contemporaneidad.

El conjunto de estas imágenes corresponden a una estricta selección de los archivos fotográficos de la Fundación para la Cultura Urbana, los cuales atesoran, como un capítulo imprescindible, el correspondiente al tiempo de la modernidad (1945-1958). En esta ocasión, la importancia del tema de carácter político, social, e histórico, da cuerpo a un universo múltiple del cual el referido al 23 de enero, esboza y da inicio a las infinitas lecturas que ofrece la colección.

Con esta secuencia la Fundación para la Cultura Urbana hace un reconocimiento a los fundadores de la fotografía moderna y el fotoperiodismo e inicia una serie de lecturas curatoriales e históricas, planteadas visualmente desde la perspectiva política, antropológica y cultural.

A lo largo de esta compilación se pueden apreciar imágenes de los fotógrafos como Leo Matiz, quien desde su visión abre caminos a la fotografía moderna. A este registro se suma el impactante fotoreportaje realizado por Jorge Humberto Cárdenas, quien junto a Edmundo “gordo” Pérez, marcó los orígenes del fotoperiodismo en la historia venezolana del siglo XX.

Fundación para la Cultura Urbana

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Guillermo T. Aveledo 

Comentarios (2)

Rafael Díaz Casanova
25 de marzo, 2010

Conservar la memoria visual es muy importante pues son muchos más quienes ven fotos que quienes leer.

Helena Riera
14 de abril, 2017

Nooo. Desapareció la galería. Que vuelva.

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