Artes

Ana Teresa Torres y Mario Mendoza: Colombia – Venezuela, un conflicto artificial

Por Prodavinci | 21 de agosto, 2009

Por Venezuela… Ana Teresa Torres

Ana Teresa TorresProduce cansancio, fatiga, irritación, la vieja fórmula de buscar enemigos externos cuando se necesita aglutinar voluntades internas. Produce hastío, aburrimiento, malestar, escuchar una vez más las viejas letanías acerca de la soberanía para exaltar orgullos innecesarios y heroísmos de opereta. Pero no nos queda más remedio, los venezolanos y los colombianos tendremos que aguantarnos estas necedades para que los que gobiernan se sientan intrusos de la historia. En fin, no es la primera, y probablemente tampoco la última vez en la que alguien quiera declararnos enemigos cuando todos sabemos algo tan sencillo como es que somos amigos.

Por Colombia… Mario Mendoza


MarioMendoza2.bnQue quieran separar a dos pueblos hermanos sólo se le puede ocurrir a aquéllos que ven en la hermandad y la solidaridad una amenaza. Dividir es el principio del poder, pero es una misión mezquina.

A principios del siglo XX mi abuelo llegó desde Beirut hasta Barranquilla con un hatajo de trapos entre una maleta. En mi casa se comía kibbe crudo en las horas del desayuno, falafel al almuerzo y tabule en la comida. Más tarde llegaría a España y me di cuenta de que ser libanés era también ser español. En ese mismo año, 1988, las autoridades encargadas de la seguridad de la aerolínea El-Al me detuvieron en el aeropuerto de Barajas por mis rasgos físicos (el escritor Santiago Gamboa estaba ese día conmigo). Entonces supe que ser libanés era ser palestino, egipcio, jordano. Después el escritor judío Moshé Bendar y su familia me adoptaron oficialmente en el kibbutz Mefalsim, al sur de Israel, y entonces ser libanés era también ser semita, y el Corán, la Biblia y la Torá se me fueron fundiendo en una amalgama indivisible. Entonces ser colombiano era también ser afgano e israelita, paquistaní y ruso, mexicano y yugoeslavo, turco y venezolano. Y me di cuenta de que todas las tribus del planeta tenían que ver conmigo, que todos los seres de los cinco continentes me interesaban, me atraían, me intrigaban. Todos tenían mi rostro, todos soñaban lo que yo soñaba, todos tenían los mismos temores. Redes secretas y misteriosas nos llevan de Guinea Ecuatorial a Bolivia, de Shangai a Lima, de las pirámides de El Cairo a Teotihuacán. América Latina comienza en San Francisco, pasa por Kampala y termina en Hiroshima y Kyoto. Porque ser cosmopolita no significa viajar mucho, sino considerarse, como los filósofos que acuñaron el término en la época de Alejandro Magno, ciudadano del mundo, es decir, que todo lo que suceda en el mundo nos pertenezca y nos afecte, que todo lo que suceda nos entristezca y nos alegre.

Y aquéllos que intentan separarnos son los mismos que masacraron judíos en los campos de concentración porque no eran como ellos, los que llevaron a la hoguera a miles de personas porque no creían en lo que ellos creían, los que masacraron en los Balcanes a los que practicaban otra religión o hablaban otra lengua, los que arman las guerras con cualquier pretexto. Los que ven en la hermandad y la solidaridad una amenaza.

Foto de Mario Mendoza: Vasco Szinetar

Foto de Ana Teresa Torres: Oswer Díaz Mireles

Otras entradas de la serie:

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Piedad Bonnet y Francisco Suniaga: Colombia – Venezuela, un conflicto artificial

Colombia – Venezuela: un conflicto artificial

Prodavinci 

Comentarios (6)

Alberto Borges
21 de agosto, 2009

Al final, ni siquiera es que somos dos razas, sino una, con bases históricas comunes. Lo han dicho muy bien: es simplemente un intento de separarnos, pero no por ser un intento debemos descuidarnos.

Odart Graterol
21 de agosto, 2009

Excelentes escritos los de Ana Teresa y Mario!

En mi opinión ni siquiera intentan separarnos persé (caso Colombia-Venezuela concretamente), esto es tan solo un “argumento” que los ayuda a recrear situaciones para perpetuarse en el poder, alimentar su ego, y cuentas bancarias…entre otros fines terrenos… Si nos separamos o no es una especie de “colateral” para ellos, no miden o calculan las consecuencias que originan el utilizar sus posiciones de la peor manera posible, llevándose por delante a todos y hacen lo que sea necesario para conseguir un mezquino fin último (El principe de Maquiavelo). Nos llevan a un terreno de discusión absurdo, crean problemas en donde no los hay y hasta pierden un valioso tiempo y recursos polemizando sobre estos. Soberanía?, Socialismo?, Capitalismo? Democracia? “Grandes Conceptos” superados en el tiempo como tales, agotados en definiciones de diccionarios…sirven para acabar con la desigualdad y pobreza? con los serios problemas ambientales?, con la inseguridad y la violencia?…Es verdaderamente un desperdicio no utilizar toda esa capacidad de influencia que poseen como líderes para unir, crear, prosperar, promover el consenso, la co-habitación armoniosa, al fin y al cabo no es la mayor suma de felicidad lo que todos buscamos?

mario briceño L
21 de agosto, 2009

Indudablemente ambos, María Teresa y Mario, han escrito puntos de vista de una letanía de sinsabores. No podemos quedarnos quietos y creer que la situación ha sido llevada a estos extremos por dos personas diametralmente opuestas en criterios políticos y sociales. Esta situación tiene muchos años gestándose y tras bambalinas se hacen cosas que nosotros, los caminantes solitarios, no entendemos. Los colombianos han padecido una guerra de 50 años, más o menos, costándoles vidas, ciudades, desplazados en miles. Ellos saben, con mucha precisión, el dolor que significa esta lucha que está profundamente en sus almas, en sus espíritus, en su historia. Ellos saben porque luchan ambos bandos. Ellos están concientes de la necesidad de una pazduradera, para siempre. Ya no es una paz de días. Entonces hay que preguntarse: ¿Cómo se puede lograr tan anhelada PAZ? Pues bien. Estoy seguro que los colombianos tienen la solución en sus manos, aunque sea bizarra. Nosotros, sus hermanos venezolanos, no podemos ir a decirles como deben solucionar sus problemas sin haber sido invitados por las máximas autoridades constitucionalmente constituidas: El Gobierno. Aunque seamos universalmente los mismos. Nos confundamos con cualquier nacionalidad, cada ciudadano debe poner su contribución a la Paz de personal, ciudadanoa, del país, a la paz continental, a la paz universal. Empecemos por nosotros mismos: uno a uno. Si logramos hacer masa crítica se logrará la Paz en Colombia, Venezuela y de allí al resto del mundo. Un gran saludo

Sydney Perdomo
21 de agosto, 2009

¡Geniales comentarios por parte de ambos!

Pienso que el hecho de haber recorrido tantos mundos hace que nos volvamos aún más fraternales, no solo con la propia cultura ó habla hispana, se aprende a amar de la misma intensidad a la tierra ajena solidificándose en cada uno algo que con el tiempo llegamos a considerar como propios,(particularmente no he viajado,aún llevando raices extranjeras…Pero archivo las experiencias por algunos familiares y amigos, escucho sus historias y lo hermoso que hablan de mi país sintiéndolo casi como suyo; así mismo mis familiares con los otros países); es verdad el intentar separar a tierras tan unidas solo hace reconsiderar aún más el afianzar la PAZ que ya es nuestra y que se empeñan en quitarnos…Nadie con planes etéreos, porque eso es lo que es esta absurda constante de separación, podrá lograr el desligar esta hermosa hermandad que ha tenido desde tiempos inmemorables Venezuela y Colombia.

¡Saludos y mis respetos sinceros!

jesùs gonzàlez briceño
25 de agosto, 2009

Por supuesto que se trata de un conflicto artificial,pero el transfondo del mismo es que perjudica notablemente los propòsitos del presidente Chavez de cooperar y apoyar las FARC y el narcotàfico con la presencia de EE UU en Colombia,lo constiyuye un serio obstàculo para la expansion del chavismo en toda la Amèrica,con la penetraciòn en Perù, Bolivia,Nicaragua,Honduras, El Salvador,Paraguay,como cabazas de puente para la extension de su proyecto comunista que Castro no logrò realizar, por eso le importa un bledo los problemas de su paìs.

Olfa Reyes
30 de agosto, 2009

Los dos articulos me encantan, estan bien enfocados a la realidad. Felicito a los autores, pues si el personaje Diogenes, el de siglos atras, los hubiese conseguido con su lampara, hubiese quedado sorprendido,porque hubiese encontrado hombres, es decir seres verdaderamente racionalistas. Gracias.

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