Artes

Alberto Barrera Tyszka y Oscar Collazos: Colombia – Venezuela, un conflicto artificial

Por Prodavinci | 20 de agosto, 2009

Por Colombia… Oscar Collazos

Oscar Collazo 1 copyHay algo superior a los gobernantes: sus pueblos. Hay algo más allá de la línea de fronteras que “separa” a esos pueblos: la fraternidad que los ha unido desde siempre. Eso es lo que sucede entre Venezuela y Colombia. La obstinación autoritaria o los delirios mesiánicos de sus gobernantes no comprometen más que el triste sello individual que tomaron sus gobiernos. Es obligación de los pueblos introducir la sensatez donde aparece la demencia y la fraternidad allí donde asoman los rencores.

Por Venezuela… Alberto Barrera Tyszka

barrerapEl tema me desagrada. Tanto que me cuesta, incluso, escribirlo. La simple hipótesis de una confrontación armada entre colombianos y venezolanos me resulta espantosa. Eso, ya en sí, es una forma de violencia inaceptable, una violencia instalada en las palabras, en el territorio de las posibilidades. El poder tiene otro apetito, otros intereses. Pretende contagiarnos sus deseos. Y es capaz, todavía, de creer que la muerte es una buena estrategia para conquistar sus propósitos particulares. Creo que la mayoría de los colombianos y de los venezolanos, por suerte, estamos mucho más cerca de la vida. Esa guerra no es nuestra. No existe en nuestra lengua.

Foto de Oscar Collazos: Vasco Szinetar

Otras entradas de la serie:

Piedad Bonnet y Francisco Suniaga: Colombia – Venezuela, un conflicto artificial

Colombia – Venezuela: un conflicto artificial

Prodavinci 

Comentarios (8)

Sonia Duque
20 de agosto, 2009

“Hay algo superior a sus gobernantes: sus pueblos”. Esa frase de Collazos debe enseñarse en las escuelas, cuando se hable de democracia. Gracias.

Ray Fuentes
20 de agosto, 2009

Si, excelente frase.La pregunta es como la excelencia de los pueblos puede imponerse sobre sus gobernantes. Creo que es un dilema tanto en Colombia como en Venezuela.

MIranda
20 de agosto, 2009

Si, vivo en Bogotá y puedo dar fe de algo: en las calles, en las escuelas, en los restaurantes, no suenan trompetas de guerra, y según me cuentan familiares en Caracas y Maracaibo, allá tampoco. Afortunadamente, no hay mucha disposición a derramar sangre innecesaria.

Peacefully
21 de agosto, 2009

Bravo, la paz de los pueblos no debe ser perturbada por objetivos políticos de corto plazo.

Sydney Perdomo
21 de agosto, 2009

¡Interesante Comentarios por parte de nuestros maravillosos escritores!..Es imperdonable, que la tranquilidad pacifica de nuestros pueblos sean alteradas por materias de índole política (peor aun por intereses propios de quienes le gobiernen, siendo esto mucho más embarazoso). La hermandad cuando nace profundamente desde las raíces, es indestructible, no se fractura, ni sufre lesiones, al contrario aprende a lidiar con los problemas y se resuelven de buena manera… estoy segura que muchos en ambos países están de acuerdo con lo que digo…y es que el tema de la paz es tan importante para nosotros que afecta y torna vulnerable a las naciones haciendo esto difícil el reaccionar sobre todo cuando se es tan cercanos el uno del otro.

¡…Como Venezolana, sé que suena idealista, en medio de todo lo que sucede; pero debemos LUCHAR POR LA PAZ, antes no era de soñadores; era real tangible y nos pertenecía….!

Ante todo mis respetos sinceros, y saludos! 🙂

Manuel J.
22 de agosto, 2009

¿No se han dado cuenta? Desde que Chavez llegó al poder hemos vivido en un solo conflicto con diferentes gobiernos y a medida que va revelando sus intenciones de continuador de la obra de Fidel Castro, con respecto a la imposición de un sistema de gobierno único en Latinoamérica, con él como lider internacional, los conflictos seguirán porque los demás no se dejan. A Chavez le estorba Colombia para sus intenciones, porque allá no hay tanto tonto útil como aquí, esa rebaño de adulantes que están contribuyendo al afianzamiento de su propio opresor con aquello de la presidencia vitalicia. NO ES QUE ALGUNOS ESTÉN MUY ALTO, SINO QUE OTROS ESTÁN DE RODILLAS…

mario briceño L
23 de agosto, 2009

Excelente lo que escribe Alberto Barrera. Su posición es la de la mayoría, estoy seguro. No podemos ni pensar que Venezuela y Colombia se enfrentaran para aniquilarse unos contra otros por los apetitos mesquinos de una individuo y sus secuaces; además de los del barbudo caribeño en sus deseos de tener nuestra patria como su fuente de riquezas más segura. Unamos esfuerzos en desterrar estas posibilidades de nuestros pensamientos. Un apoyo a tu posición

Glenda
22 de julio, 2010

Hace daño esa postura de “falso” equilibrio colocar al mismo nivel las reacciones de Uribe y Chavez. Se nota el “antiuribismo” de los colombianos… pero guerra es guerra. Lamentablemente Me pregunto ¿Como hubieran enfrentado estas buenas personas al terror de la guerrilla en Colombia? ¿Con dialogo? ¿Acuerdos?

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