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Ciudad Guayana en perspectiva

En la entrevista que Prodavinci le realizó al arquitecto Manuel Delgado, Mic planteó el siguiente comentario: “Manuel, ¿Podrías adelantarnos algunas ideas sobre el tema de la historia de Ciudad Guayana?”. A raíz de ese comentario, Manuel envía gentilmente el siguiente artículo para la publicación en Prodavinci:

Ciudad Guayana en perspectiva

Por Manuel Delgado

Con esta frase se titula el capítulo central del libro Urban Planning in Developing Countries, publicado en 1965 por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano del Gobierno de los Estados Unidos. Su autor, el profesor Lloyd Rodwin, fue el director y co-fundador del Joint Center for Urban Studies del MIT y Harvard University. Este instituto, junto con un grupo de profesionales venezolanos, fueron los responsable del plan de desarrollo urbano de una de las pocas ciudades totalmente planificadas en el mundo durante la segunda mitad del siglo 20. Con sus errores y sus aciertos, Ciudad Guayana se ha convertido en el proyecto urbano de los sesenta, ejemplo constante en el estudio de la evolución urbana de los países en desarrollo.

La ciudad de hoy es muy diferente al plan original y, a pesar de los esfuerzos realizados, todavía dista mucho de cumplir a cabalidad las exigencias de una vida urbana satisfactoria. Una evaluación rigurosa y crítica de su proceso de diseño y construcción tiene que seguirse realizando con miras al futuro, reconociendo que la mayoría de sus problemas comenzaron en el momento de su planificación. Como muy claramente lo expresa la profesora Lisa Peattie (antropóloga que participó activamente en el plan original) en su libro Planning: Rethinking Ciudad Guayana, University of Michigan Press, 1987. Sin embargo, sería injusto desconocer los aportes, y sobre todo el potencial urbano que ofrece Ciudad Guayana para sus habitantes de hoy.

Guayana es hoy en día el reflejo vivo de una región que esta luchando por definir su destino. Una ciudad es también la cara, la fachada de una región. Tal vez el principal producto de exportación que una región puede lanzar al mundo. Como ejemplo contemporáneo siempre se menciona el caso de Curitiba, capital y reflejo de la provincia del Paraná en Brasil. Además del éxito de su región, esta ciudad se ha convertido en poco tiempo, en un modelo a nivel mundial de ciudad bien diseñada. La clave del éxito es un plan, que en este caso está basado en dos variables inseparables: la regulación precisa del uso del suelo, en función de unos ejes de desarrollo en forma de estrella y la eficiencia de un sistema de transporte económico y bien implementado, sumado a una autoridad con visión creativa y responsabilidad administrativa. Curitiba tuvo la suerte de contar con un buen alcalde (además es arquitecto y planificador) que luego fue gobernador del estado de Paraná.

Cuando se proyectó Ciudad Guayana existía una voluntad y una decisión política muy clara, que se produjo en aquel momento gracias a que en Venezuela se reunieron una serie de factores singulares: el fin de una dictadura, un proyecto de país con visión de futuro, el descubrimiento de recursos naturales con gran potencial de explotación y el surgimiento de una nueva generación de profesionales bien preparados con voluntad de pioneros. Estos jóvenes, comandados cabalmente por el entonces Coronel Rafael Alfonso Ravard, se lanzaron literalmente a la aventura de fundar una ciudad en uno de los lugares mas bellos pero mas inhóspitos de la geografía nacional.

En este momento que esta surgiendo un nuevo proyecto de país, es preciso reconocer los logros de la planificación en Guayana. No se puede rechazar a una ciudad que, antes de haber cumplido los 50 años, ha logrado humanizar un territorio contra todos los pronósticos. Me gustaría imaginar ¿como habrán sido París, Nueva York o Caracas, cuando tenían 45 años de fundadas? Es necesario reivindicar el valor del esfuerzo profesional interdisciplinario como instrumento para imaginar las ciudades que tenemos que seguir haciendo, establecer sus prioridades e implementar su desarrollo. No olvidemos que los mejores planes, se hacen precisamente para modificarse en el camino, adaptarse a las circunstancias y producir nuevos planes. Con una ubicación privilegiada, con una geografía única y un paisaje espectacular, con una infraestructura y una capacidad industrial instalada, esperando por población e inversión, ¿quién puede estar pensando en ejes utópicos de desarrollo al sur del país?

Es importante reconocer el aporte realizado por EDELCA en los últimos 20 años. Concretamente, el impacto sorprendente que ha tenido la construcción de la Central Hidroeléctrica Macagua II, inaugurada hace 10 años. Primero, porque no es común que una empresa destinada a producir electricidad contribuya para el mejoramiento ambiental y urbano de una ciudad y segundo, porque los planificadores originales nunca imaginaron que la ciudad podía crecer hacia ese lado. El plan propuso un esquema lineal, pensando en la clásica separación del trabajo y la vivienda, pero la ciudad desarrolló su propia dinámica y, gracias a la construcción de una represa urbana, surgió un polo de actividades hacia el sur que no estaba previsto. Este proyecto plantea una nueva relación entre naturaleza, tecnología y ciudad, diferente a la tradicional. Una serie de inversiones realizadas por EDELCA en el rescate del medio ambiente, en infraestructura vial, paisajismo y arquitectura, produjeron este vuelco en la ciudad que ahora ofrece una serie de actividades recreativas y culturales que antes no tenía: una autopista escénica con facilidades para el peatón, el nuevo Parque la Llovizna, el Teatro de Piedra, la Plaza del Agua y el Ecomuseo del Caroní, son una viva demostración de que se puede planificar con criterios urbanos nuevos y, junto con el gran potencial turístico y recreacional del Lago de Macagua, constituyen la semilla del nuevo perfil urbano de una ciudad ambientalmente posible. Paradójicamente, en un momento en que los movimientos ecologistas y en favor de las poblaciones minoritarias protestan en todo el mundo por los efectos negativos de la construcción de grandes presas, Venezuela da un ejemplo nuevamente en favor de la modernidad.

Sobre el diseño de la ciudad y surgen varias preguntas: ¿Será posible hoy en día diseñar con éxito, dejando a un lado los innumerables fracasos y proyectos no realizados que, por ser tantos y tan conocidos en Venezuela, pesan demasiado en la balanza? ¿Como aprender de las ciudades del pasado, que se mantienen hasta nuestros días, siendo tan atractivas para el habitante y para el visitante? ¿Podremos producir ciudades que además de resolver problemas, traigan calidad y significado al espacio individual y al espacio público? o habrá que dejar que las ciudades se hagan solas, por generación espontánea, o por el efecto de las fuerzas del mercado?

Detrás de toda buena ciudad hay siempre un buen proyecto, pero también una buena comunidad y una buena autoridad. Es necesario crear consciencia en proyectistas, ciudadanos y autoridades locales para multiplicar los buenos efectos de la planificación urbana, sobre todo por lo que tiene de esperanza y voluntad de hacer las cosas mejor. “La vocación que está detrás de la planificación es el progreso”, escribió Lloyd Rodwin, fallecido en Boston a la edad de 80 años. La ciudad es el proyecto de muchas generaciones. ¿Podrá nuestra generación entender que Caracas es un solo espacio? Integrando el paisaje natural y el paisaje hecho por el hombre, a través de sus valles y de su gran fachada al Caribe. ¿Aprenderemos que no hace falta construir mas calles y autopistas sino mas aceras y transporte público? Será posible rescatar el Río Güaire y las quebradas de Caracas, culminando en un gran parque en la antigua Base Aérea de la Carlota? Este debería ser el proyecto que identifique a nuestra generación, solo si se reconoce la voluntad colectiva, la calidad de nuestros profesionales y la confianza en nuestros gobernantes.

Manuel Delgado
Arquitecto, Profesor Jubilado de la UCV
Profesor Asociado Wentworth Institute of Technology.
delgadom@wit.edu
(Una versión anterior de este artículo fue publicado en la revista Imagen de Caracas)

PD: En el año 1967, con la experienca adquirida en Venezuela, Lloyd Rodin cero el SPURS Program, un programa academico para profesionales e investigadores , adscrito al Departmento de Estudios Urbanismo de MIT: http://web.mit.edu/spurs/www/.

Despues de 41 años, el programa SPURS ha recibido 550 planificadores de mas de 90 paises, con el fin de estudiar, discutir e imaginar la ciudad del futuro: http://web.mit.edu/spurs/www/events/publications/SPURS_Newsletter2009.pdf.